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BBC News Mundo

Las computadoras se toman a los autos

Los automóviles utilizan cada vez más programas de computador en vez de sistemas mecánicos para funcionar.


Ningún mecánico trabajará en los modelos Prius llamados a revisión por Toyota este febrero. Lo único que será necesario es una rápida actualización del software (programa informático) para recalibrar la «sensación» eléctricamente generada del pedal en el sistema de frenos, lo que muestra cuán profundo es el control de las computadoras sobre los automóviles actuales.

El Prius es un auto célebre por lo económico de su operación, en parte debido a su sistema de frenado regenerativo. Cuando el conductor toca el pedal del freno, no hay un vínculo mécanico a los discos de freno normales. En un frenado suave, todo lo que ocurre es que el generador de energía eléctrica en el tren de potencia asume la carga, desacelerando al vehículo al recoger su energía cinética y de paso recargando su batería.

Sólo cuando el conductor frena de una forma moderadamente fuerte, o cuando la batería está cargada, la parte electrónica deja trabajar a los discos de frenado de las ruedas. Para que esto ocurra sin problemas, de forma instantánea y previsible, se requiere una compleja pieza de tecnología de control.

Incluso los autos modernos que no funcionan con este tipo de “frenado por cable” disponen de elementos electrónicos en los frenos. El sistema de antibloqueo de frenos (ABS, por sus siglas en inglés) detecta si una rueda se ha bloqueado, lo que suele ser la causa de los patinazos. El sistema ABS corrige la orden mecánica de bloqueo del pedal, aliviando la presión de frenado en la rueda afectada.

En la década de 1980, el sistema de ABS, junto con el sistema de inyección electrónica, fue una de las primeras piezas electrónicas en los automóviles. Solían ser un valor añadido para la venta, ahora son un estándar exigido por la ley. No se puede tener un control moderno de emisión de gases sin sistema de inyección; y el control electrónico es hoy en día más barato y más eficaz que el mecánico.

A medida que los autos se han vuelto más económicos en los últimos años, el grado de optimización electrónica del motor y la transmisión ha crecido. Y en los coches híbridos como el Prius y el Honda Insight, incluso más. Todo lo que el conductor tiene que hacer es apretar el acelerador, y el módulo electrónico del tren de potencia controla independientemente el motor de gasolina y el motor eléctrico, así como la transmisión que combina ambos motores para asegurar la conducción más económica en cada momento.

Muchos de los sistemas informatizados que se usan actualmente no son controlados por el conductor, en aras de la seguridad o la comodidad. Algunos autos de gama alta poseen un control de velocidad de crucero por radar para alterar la velocidad y así mantener una distancia segura con el auto que tenemos delante. Los sistemas de «mitigación de colisiones» detectan si el vehículo que se encuentra frente nosotros ha frenado o si existe un obstáculo, reduciendo la velocidad en caso de que el conductor no haya pisado el freno.

Efecto de goteo

Con ayuda de unas cámaras instaladas, el nuevo sistema de «mantenimiento de la dirección» corrige la dirección del vehículo para que se mantenga dentro de su carril en la autopista. Y un sistema infrarrojo de visión nocturna puede reconocer a los peatones y prevenir al conductor si están entrando en la trayectoria del vehículo.

Estos sistemas están empezando a ligarse con la navegación por satélite (como en el nuevo Audi A8), para predecir mejor el camino adelante y circular sin problemas.

La historia ha demostrado que la expansión de estos aparatos en el mercado irá aumentando poco a poco. En unos cinco años estarán disponibles, al menos como una opción, en segmentos de autos de precio intermedio.

Con este nivel de soporte electrónico para el conductor, ¿no llegaremos al punto en que los autos sean capaces de conducirse a sí mismos? De hecho, los fabricantes de automóviles han fabricado prototipos que pueden hacerlo. Pero en un futuro próximo no estarán a la venta. Es demasiado arriesgado quitarle la responsabilidad legal al conductor.

Aun así, los autos seguirán cosechando más y más información sobre el mundo que les rodea. Fabricantes rivales están cooperando para establecer un estándar WI FI para los automóviles. El objetivo es que en pocos años los vehículos puedan constituir redes ad hoc de auto a auto, que puedan enviar y recibir su posición, dirección y velocidad a los vehículos vecinos. Su auto le avisaría si un vehículo oculto en una esquina se dirige hacia usted, frenando en caso de que usted no hubiera tenido tiempo.

Adiós al placer de conducir

Este tipo de red abre más posibilidades. Imagine un atasco de tráfico en una ciudad, un camión se avería, por ejemplo. Los autos que se quedan atascados le informarán de su posición a los automóviles vecinos, que avisarán a los demás a su vez. Los sistemas de navegación en los vehículos que se encuentren a unas calles de distancia podrán utilizar esta información para cambiar de ruta y evitar el atasco.

Así que no hay duda de que esta informatización está haciendo que todos los autos se conviertan en un dispositivo de transporte más eficaz. Pero eso es un destino muy aburrido para la pieza más cara de tecnología que alguna vez compraremos. La gente no siempre quiere que el nivel de automatización destruya el placer de conducir y llevar el control. Quieren una relación más cercana con sus autos.

La electrónica viene en nuestra ayuda y no sólo en cuestión de entretenimiento. Cualquier sistema que se rige por la electrónica puede ser re-programado. Es cada vez más común que los autos incluyan un botón llamado ‘sport’ en la consola. Esto permite sentirse más relajados en la ciudad, pero cuando el conductor presiona el botón las reacciones se hacen más urgentes en una vía rural más rápida.

Cada marca de automóviles escogerá los componentes que mejor se asemejen a su estilo (o a su presupuesto). En una época donde las marcas son un medio de expresión, esto se ha convertido en una parte muy importante de la estrategia de mercadeo.

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