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Estudio sugiere que hacer ejercicio reduce el riesgo de padecer 13 tipos de cáncer Salud

Estudio sugiere que hacer ejercicio reduce el riesgo de padecer 13 tipos de cáncer

La investigación determinó también que las personas con sobrepeso u obesas, pero que hacían ejercicio, tenían un riesgo mucho menor de desarrollar la mayoría de los tipos de cáncer que la gente con sobrepeso que casi no se movía.


Una investigación publicada esta semana en Jama Internal Medicine, que se realizó en base a 12 estudios a gran escala y que observó a 1,44 millones de hombres y mujeres, determinó que las personas que realizan ejercicio y actividad física constante,  tienen un riesgo significativamente inferior a desarrollar 13 tipos de cáncer, en comparación con quienes llevan un estilo de vida sedentario.

Según informó la edición en español de The New York Times, esta conclusión es fruto del trabajo de un grupo de científicos relacionados con la división de epidemiología y genética del cáncer del Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos, de la Facultad de Medicina de Harvard y otras instituciones de todo el mundo, que  recurrieron a un amplio acervo de estudios epidemiológicos realizados en Estados Unidos y Europa.

Los investigadores se enfocaron en información específica de cada una de esas personas en relación con el ejercicio físico, así como con el vigor y la frecuencia del mismo. También buscaron si después del inicio de cada estudio se les había diagnosticado algún tipo de cáncer y, en su caso, cuándo. Posteriormente, utilizaron sofisticados métodos estadísticos, e  hicieron cálculos sobre el papel que el ejercicio, en particular el ejercicio moderado o vigoroso como la caminata rápida o el trote, parecían desempeñar en el riesgo de presentar cáncer.

Los resultados, tras el seguimiento de individuos durante más de una década, arrojaron un riesgo reducido de cáncer de mama, pulmón y colon, lo que ya se había detectado en estudios anteriores. Sin embargo, también encontraron un riesgo menor del desarrollo de tumores en hígado, esófago, riñón, estómago, endometrio, sangre, médula espinal, cabeza y cuello, así como recto y vejiga.

La disminución en el riesgo de presentar estos 13 tipos de cáncer se incrementaba conforme la gente se ejercitaba más. Cuando los investigadores compararon los 10 mejores porcentajes de personas que se ejercitaban, es decir, aquellos que pasaban más tiempo a la semana en ejercicios moderados o vigorosos, con el 10 por ciento de los menos activos, los primeros tenían hasta un 20 por ciento menos de probabilidades de presentar la mayoría de los tipos de cáncer en el estudio.

Es alentador que la asociación entre el ejercicio y el riesgo reducido de presentar cáncer se mantuviera incluso cuando los investigadores tomaron en cuenta la masa corporal. -Las personas con sobrepeso u obesas pero que hacían ejercicio tenían un riesgo mucho menor de que se desarrollaran la mayoría de los tipos de cáncer que la gente con sobrepeso que casi no se movía.

Por otro lado, encontraron un riesgo aumentado de dos tipos de neoplasias (melanoma y tumores de próstata de crecimiento lento) entre la gente que más se ejercitaba. Esos hallazgos pueden explicarse, en gran medida, por ciertas características de la gente activa, según Steven Moore, el investigador del Instituto Nacional de Cáncer que dirigió el estudio.

“La gente que hace ejercicio por lo general se hace más revisiones médicas” que los sedentarios, afirmó, lo que lleva a más pruebas para enfermedades como los tipos de cáncer de próstata llamados de escasa malignidad (no hubo una asociación discernible, ni positiva ni negativa, entre el ejercicio y los tumores de próstata agresivos). “También acostumbran ejercitarse en exteriores, por lo que están más expuestos al sol”, agregó, que quienes casi no hacen ejercicio, lo que quizá contribuye a un mayor riesgo de padecer melanoma.

La manera en la que la actividad física puede disminuir el riesgo de tipos de cáncer tan distintos no se ha comprendido por completo, sostuvo el Dr. Moore, aunque él y sus colegas sospechan que seguramente contribuyen los cambios en los niveles hormonales, el grado de inflamación, la digestión y, en general, el equilibrio energético de quienes hacen ejercicio.

Hay que tomar en cuenta, no obstante, que este estudio fue observacional, por lo que no puede probar directamente que el ejercicio reduzca el riesgo de padecer cáncer, sino solo que hay una asociación entre más ejercicio y menos enfermedad. Asimismo, se basó en los recuerdos de los participantes sobre sus hábitos de ejercicio, lo que puede ser poco fiable.

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