Desde hace algunos años, Chile se ha transformado en un país atractivo para la llegada de inmigrantes provenientes de países vecinos, en su mayoría de Perú, Argentina y Colombia, estos últimos con mayor presencia en ciudades del norte del país.
Su situación labobral y la posibilidad de alcanzar sus sueños lejos de su país natal, se ven opacadas por la falta de regulación por parte Chile y la "desfasada" Ley de Extranjería y Migraciones que data 1975.