Vida Opinión
La tecnología está en todas partes. En la vida cotidiana, por ejemplo, los está a través de la Impresión 3D, que crece con fuerza en el campo de la salud y cada vez más personas se ven beneficiadas con estos avances; o el uso de Social Commerce, que se abre camino en otros mercados como publicidad y comercio en redes sociales, de con la georreferenciación; etc.
La vida cotidiana y las gestiones que realizan las personas en el día a día, demandan estar cada vez más conectados. En el ámbito empresarial, por ejemplo, se requiere de una constante comunicación con los clientes y proveedores, igualándose incluso con la necesidad imperiosa de contar con electricidad. Para qué hablar de los soportes que se requieren para que todas las personas puedan mantenerse conectadas desde sus celulares, tablets y computadores personales.
Durante el año pasado según cifras de la Subtel, se crearon en Chile, 2,3 millones de nuevos accesos a internet, que hoy alcanzan un total de 11,5 millones a nivel nacional. De estos, 78% de los accesos son móviles, de los cuales 93% corresponden a smartphones. Por si esto fuera poco, este 2016 se posiciona como el año del video y el streaming, levantando una serie de desafíos a nivel nacional que, sin duda, se proyectarán en los próximos años.
Así, se deberán potenciar tecnologías como el Vectoring, para las redes fijas de comunicación sobre cobre, que permite velocidades de hasta 100 megabits por segundo en ultra banda ancha fija; redes de fibra óptima al hogar y oficina FTTH/FTTO (Fiber to home y fiber to office), que permiten alta capacidad de transmisión de datos con mayor seguridad y menores costos; Multiscreen, que permiten ver un video en una pantalla y poder seguirlo en otro dispositivo en el punto exacto donde se dejó; entre otras.
Paralelamente, el mundo de las tecnologías deberá lidiar con tendencias como el Internet de las Cosas (Internet of Things – IoT), por ejemplo, dejando en evidencia la creciente necesidad de profesionales tecnológicos que, además de trabajar en las conexiones a la red de los dispositivos tradicionales, también deberán relacionarse con múltiples otros aparatos como wearables, bots, drones y robótica en general. Sólo este 2016, se espera que la proyección del IoT supere los 6.400 millones de dispositivos conectados.
Otra tendencia fuerte está relacionada con el exceso de información que las organizaciones están capturando y procesando: Big Data, un concepto tecnológico que propone herramientas para analizar grandes volúmenes de datos que circulan por Internet o que pueden acumular las compañías, potenciando el crecimiento de los mismos. Y, paralelamente, refuerza las capacidades de las áreas de la salud, marketing y seguridad, entre otros. Los métodos de inteligencia integrada, en combinación con un buen análisis (Persuasive Analytics), impulsan el desarrollo de sistemas que son capaces de responder a su entorno de manera adecuada.
Un tema no menor -y donde cada día hay mayor conciencia- es la Ciberseguridad, principalmente porque las tendencias mencionadas obligan a poner mayor énfasis en la seguridad de los datos. Una correcta evaluación de riesgos y procesos, permite alcanzar mayor certeza de que la información crítica de una organización o de un usuario en particular, está a salvo de los agentes externos.
Es que la tecnología está en todas partes. En la vida cotidiana, por ejemplo, los está a través de la Impresión 3D, que crece con fuerza en el campo de la salud y cada vez más personas se ven beneficiadas con estos avances; o el uso de Social Commerce, que se abre camino en otros mercados como publicidad y comercio en redes sociales, de con la georreferenciación; etc.
Si de ejemplos se trata, faltaría tiempo y espacio para mencionarlos todos. En el mundo, ya contamos con más de 7.500 millones de teléfonos móviles, más de 2.000 millones de personas en redes sociales, más de 6.000 millones de horas de videos vistos al mes en YouTube, más de 140.000 millones de correos enviados al día. Y estas cifras cada día van creciendo.
Es por ello que la Universidad San Sebastian está formando profesionales de la tecnología a través de sus ingenierías y, principalmente, por medio de la carrera de Ingeniería Civil Informática. A la fecha, más de 80% de sus titulados, trabajan en diferentes ámbitos de la tecnología, desde desarrollo de software y aplicaciones, gestión de proyectos informáticos, proyectos en empresas multinacionales para integración de sistemas, seguridad informática, e incluso microempresarios que formaron sus proyectos siendo aún estudiantes de la Universidad.
Uno de los factores diferenciadores en la formación de los profesionales tecnológicos, está en el desarrollo de habilidades ejecutivas, también conocidas como habilidades blandas, característica fundamental para el trabajo en equipo y bajo presión que hoy requieren las industrias; respondiendo acabadamente a las demandas del mercado.
