Lanzamiento del libro será el 6 de noviembre en la FILSA
En este libro, escrito por el periodista Guillermo Acuña, se cuentan las historias de los referentes de la “U” de los 60. Figuras como Leonel Sánchez y Carlos Campos representaron la identidad del Club Universidad de Chile durante más de una década y los triunfos de sus jugadores -la mayoría formados en casa- dieron cuenta de un plan formativo que tuvo en el centro la importancia de la persona.
El período del Ballet Azul, que para muchos es considerado como la época dorada de la “U”, fue donde el equipo ganó seis títulos entre 1959 y 1969. En las páginas del libro “Ballet Azul: orígenes y referentes” se da cuenta que estos triunfos no serían un hecho casual ni corresponderían a la coincidencia de buenos jugadores. Sería la cosecha de un proyecto de fútbol social que diez años antes sembraron en el Club. Una visitadora social, médicos, dentistas, sicólogos y profesores ayudaron a germinar el éxito.
Al alero de la Universidad de Chile -cuando existía un vínculo directo con la casa de estudios- el eje principal para formar a los cadetes era la educación. Era obligación para los pequeños futbolistas estar matriculado en un colegio o liceo. Y si les iba mal en los estudios, se les suspendían los entrenamientos hasta mejorar las notas. En febrero, jugadores grandes y chicos, iban a colonias de verano en la quinta región.
Los niños que se formaron aquí pasaron al primer equipo de la “U” y fueron los referentes del Ballet Azul. El libro dedica sus capítulos a las historias de vida de Luis Álamos, el entrenador en inferiores y que siguió con ellos hasta el primer equipo, Manuel Astorga, Luis Eyzaguirre, Carlos Contreras, Sergio Navarro, Braulio Musso, Leonel Sánchez y Carlos Campos.
Y la historia que motivó al periodista Acuña a escribir este libro fue la de Luis Eyzaguirre, que conoció por herencia de su papá. Cuando iban al centro, en la intersección de Bandera con Huérfanos, saludaban al discreto personaje que atendía el quiosco de esa esquina. El “Fifo”, quien es llamado así por haber participado en la primera selección “Resto del Mundo” de la FIFA. También fue reconocido en su época como el mejor lateral del mundo y fue titular en el Mundial del 62, donde Chile obtuvo el tercer lugar.
Eyzaguirre se retiró de la Universidad de Chile en silencio, porque “la plata del fútbol se había acabado y tenía que seguir trabajando para mantener a mis cabros”, le contó en alguna oportunidad a Acuña, quien retrata esta situación en las páginas de su libro.
La pregunta obligada es si el Ballet representó un equipo mejor que el de Sampaoli. Para el autor, no son períodos comparables.
“El Ballet Azul fue producto de un proyecto formativo con los cadetes que venía desde hace 10 años antes y durante 11 años fue protagonista en el torneo chileno, ganando seis títulos y sin bajar del cuarto lugar en los otros cinco campeonatos. Su equipo fue la base de la Selección Chilena en los mundiales del 62 y 66”, afirma el periodista.
En cambio, “la U de Sampaoli fue exitosa en la práctica, en el corto plazo, dentro del marco de los resultados inmediatos que exige el fútbol moderno para un equipo grande. Pero gran parte de sus jugadores no fue formado en el Club y luego del éxito no continuaron allí porque el fútbol moderno da la opción de que los buenos jugadores sigan creciendo en el extranjero y la llegada a Europa no es tan hostil como antes. Sampaoli logró sacar el mejor rendimiento de los jugadores, se ganó el título más importante de la “U”, pero el equipo se armó y desarmó rápidamente”, señala Acuña.
En total, entrevistar, investigar y escribir el libro le tomó al periodista alrededor de dos años. Se conversó en extensas entrevistas con cada uno de estos íconos del Ballet. La excepción fue Carlos “Pluto” Contreras, que por problemas de salud no se pudo concretar la entrevista. Como bibliografía, el autor revisó las ediciones de la revista Estadio y La U, entre los años 48 y 69.
El motor de Guillermo para escribir el libro fue sentir que en Chile existe una deuda con el rescate a la memoria. “Un gran vacío del fútbol chileno es no respetar la historia. No se ha hecho tradición de nada. Nadie conoce a los que alguna vez hicieron algo”, dice la frase de Luis Álamos que sella la primera página del libro que busca traer al presente al histórico Ballet Azul.
