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Las claves para hacer trekking según el primer chileno que escaló el Everest Vida outdoor

Las claves para hacer trekking según el primer chileno que escaló el Everest

Acercarse a un club, tomar cursos, aprender de los otros, escuchar y observar. Así describe Cristián García Huidobro su propia estrategia, que lo llevó a ser el primer sudamericano en alcanzar la cumbre de la montaña más alta del mundo. Y aconseja no aventurarse “sin el consejo de quienes saben más”.


Cristián García Huidobro se convirtió, en 1992, en el primer sudamericano en escalar los 8.848mts de la montaña más alta del mundo, por la compleja pared del Kangschung. Ahora, tras conocer los constantes accidentes en la precordillera –algunos fatales, como el del Cerro Provincia– nos entrega su visión sobre la seguridad y los beneficios de la montaña: “Nosotros crecimos bajo el alero del respeto; antes de ser audaz, de extremar las experiencias, hay que ser cobarde, porque alguien cobarde no es alguien que no tiene fortaleza, sino alguien que quiere proteger su vida como sea. Ante la duda, puedes vaciar la mochila o poner las cosas. Ante la duda, yo hago lo segundo”.

Después de 40 días en el Everest, cada vez más cerca de la cumbre, Cristián García Huidobro y Rodrigo Jordán tuvieron una conversación que, hasta ahora, marca un hito en cuanto a la concepción del montañismo:

-Cristián, yo no voy. He leído demasiado y todos mueren pasado los 8 mil metros. Tengo familia, no lo puedo hacer –confesó Rodrigo Jordán, líder de la expedición.

– Tienes razón –le respondió Huidobro–, yo también quiero seguir vivo, también tengo hijos, pero nosotros no crecimos como los tontos de la estadística, esos que están detrás del éxito. Nosotros somos diferentes.

Esa diferencia se la deben a Claudio Lucero, “un viejo cabrón que levantaba y bajaba a cualquier que cometiera un error de seguridad”, recuerda Cristián,  para quien el legendario montañista chileno fue clave en su proceso de crecimiento.

“Lucero disfrutaba cuando cometíamos errores, porque era su oportunidad de educar. Crecimos con esa cultura. Crecimos adoptando la postura conservadora. Los accidentes, el 95% de los accidentes, ocurren por culpa de ciertas decisiones, por ignorancia, cuando desconoces los riesgos. No importa cuántas recomendaciones haga, jamás será suficiente”,  aclara.

[cita tipo=»destaque»]“El montañismo es una experiencia solitaria, que tiene un elemento poderoso: cuando estás escalando, está todo tu ser ahí, es como una expresión sin distracción; estás totalmente puesto en algo, todas tus células, pestañas, todo está ahí; y ahí recién te estás acercando a la situación de la vida, que es este momento, que es lo único que importa, porque cuando mi pensamiento divaga en el futuro, estoy fuera de la realidad”.[/cita]

La premisa que guía los pasos de Cristián es “no aventurarse sin el consejo de la gente que sabe algo más”, teniendo siempre presente que la experiencia es mucho más importante que el dato duro. “Si tú tienes información, y no pasa por la consciencia, no se traduce en tu experiencia. Yo en mi primera salida olvidé la colchoneta y tuve que acostarme sobre la mochila, para no morir de frío. Lo ideal es aprender en un terreno que no tenga el poder de matarte”, advierte.

Acercarse a un club, tomar cursos, aprender de los otros, escuchar y observar. Así describe su propia estrategia, que lo llevó a ser el primer sudamericano en alcanzar la cumbre del Everest. “Nosotros jamás habríamos llegado al punto más alto del mundo si no hubiéramos contado con el aporte preciso de cada uno. Y eso es la invitación opuesta a lo que escuchamos y sentimos en el día a día, donde somos incapaces de ver el banquete gigante que podríamos compartir juntos, si tan solo nos abriéramos a entender que la cordillera es de todos”.

Usar Andeshandbook (una aplicación que almacenas las rutas de la mayoría de los cerros latinoamericanos) es algo que aconseja para los que recién quieren meterse en esta actividad. “Ahí puedes saber si la ruta es fácil, qué cosas llevar, aunque nunca hay que olvidar que hay cosas que jamás encontrarás en los textos. Nadie te va a decir que, si quieres ir al Leonera, te vas a encontrar con un frío y un viento mucho peor que en el Plomo. ¿Quién te va a pasar ese dato?”.

Lo ideal, según dice, es partir subiendo cerros pequeños, como el Pochoco y el Manquehue, para luego probar con el Provincia o el San Ramón. “Desde ahí, le puedes meter más altura: La Parva o el Pintor. Todo tiene que ser gradual”, asegura.

El montañismo como una actividad formadora e integral

“Nada de lo que diga va a acercarlos ni un milímetro a lo que se vive allá”, comenta Cristián, cuya concepción del montañismo está influenciada por el ritmo y el estilo de las ciudades. “Aquí estamos acostumbrados a la carrera, al odio, al estrés, a muchas energías negativas que solo nos dan una existencia miserable; pero si te mueves unos kilómetros, esa miseria cambia: ahí está la cordillera, el espacio del espíritu puro, donde tu propia pureza se vincula con el lugar, de modo que se produce un encuentro”.

Explica que la belleza radica en el sentir ciertas cosas, ya sea el aire de una manera particular o la vitalidad del cuerpo de una manera diferente. “Incluso llegar a emocionarse con una roca, con una vibración. La montaña se ha traducido en la escuela espiritual más extraordinaria del mundo”.

“El montañismo es una experiencia solitaria, que tiene un elemento poderoso: cuando estás escalando, está todo tu ser ahí, es como una expresión sin distracción; estás totalmente puesto en algo, todas tus células, pestañas, todo está ahí; y ahí recién te estás acercando a la situación de la vida, que es este momento, que es lo único que importan, porque cuando mi pensamiento divaga en el futuro, estoy fuera de la realidad”, reflexiona.

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