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«Juntas Somos Poderosas»: el libro que refleja el impacto del movimiento feminista en Chile BRAGA

«Juntas Somos Poderosas»: el libro que refleja el impacto del movimiento feminista en Chile

El libro que fue construido en base a entrevistas realizadas por estudiantes de Periodismo de la Universidad del Desarrollo, es una invitación a «reflexionar sobre el machismo, la violencia de género y el sexismo». En Juntas Somos Poderosas, se puede apreciar a través del relato de más de 40 mujeres que «no hay una manera específica de ser periodista». Más bien, se trata de una lucha por «un deseo común de llegar a una sociedad más justa, más amable y más aceptadora».


«Juntas Somos Poderosas» es el libro que recoge la mirada de más de 40 mujeres en torno al movimiento feminista en Chile. Movimiento que se intensificó en mayo del 2018 con las tomas universitarias que levantaron las demandas feministas a lo largo del país.

“Queríamos hacer una pausa y reflexionar sobre lo que llevó a Chile a hacer este movimiento», expresó la editora del libro y académica de la Facultad de Comunicaciones UDD, Daniela Mohor. 

La docente explica que este libro revela la existencia «de un deseo común de llegar a una sociedad más justa, más amable y más aceptadora». 

En este sentido, el libro que fue construido en base a entrevistas realizadas por estudiantes de Periodismo de la Universidad del Desarrollo, es una invitación a «reflexionar sobre el machismo, la violencia de género y el sexismo», expresó Rosario Acevedo, una de las autoras.

Además de «conocer cómo actualmente las mujeres somos un nuevo poder y un nuevo motor que viene con más fuerza que nunca», añadió.

En el libro se pueden apreciar los relatos de reconocidas mujeres de distintos rubros; desde actrices, sociólogas, abogadas, psicólogas, periodistas, representantes de mujeres indígenas, entre otras.

«Es mucho lo que estas mujeres comparten. Todas fueron víctimas de discriminaciones y abusos de distinto tipo. Por eso en los testimonios también hay solidaridad, empatía e incluso humor».

Algunos de los testimonios

“Nunca dimensioné lo machista que era mi casa hasta que me hice adulta. Todo era a favor de los hombres ahí, quizás, sin querer serlo: ellos podían tener el plato de comida más grande, podían elegir su ropa —ya que eran dos y nosotras seis—, alojar en las casas de sus amigos los días de semana, salir hasta la hora que quisieran y cuando quisieran. Ellos eran libres de organizar su vida a gusto. ¿Nosotras? Teníamos que servir la mesa, retirarla, no podíamos elegir nuestra ropa, no podíamos quedarnos a dormir afuera en la semana y podíamos salir solo hasta las siete de la tarde los fines de semana”.

Kena Lorenzini, psicóloga, fotógrafa, activista, 59 años.

“Fue difícil para él, es difícil para los hombres que sus mujeres sobresalgan. Mi matrimonio se fue a las pailas. No me he vuelto a casar nunca, he tenido parejas puertas afuera. Esa es una fórmula aconsejable para las mujeres como yo”.

“El feminismo va y viene en olas, pero es la única revolución que no se ha detenido nunca porque de verdad la sociedad y la pareja tienen que cambiar”.

“Esta nueva identidad femenina, la mujer creativa, igual, equivalente al hombre va apareciendo con fuerza en el siglo 21. Ha sido un proceso lento porque requiere un cambio interior en las mujeres y en los hombres. Eso será lo que finalmente va a producir el cambio social”.

Delia Vergara, periodista, primera directora y cofundadora de revista Paula, 75 años.

“Las mujeres viven en desventaja, porque criamos a los niñas y niños de manera diferenciada, estereotipada, y eso se da tanto en la familia como en la escuela”.

“Yo fui feminista antes de saber lo que era el feminismo. Vas adquiriendo conciencia sobre el machismo y cuando te pones alerta, lo puedes observar claramente. Es ese sexismo que está naturalizado, ese ninguneo en distintos espacios, en lo social, político y laboral”.

“Debemos poder transmitirles a las niñas de nuestro país que pueden soñar sin límites y que no deben permitir que nadie les diga que por ser mujeres tienen limitaciones o barreras”.

Esperanza Cueto, abogada, fundadora de ComunidadMujer y presidenta de Fundación Colunga, 52 años.

“Lo que nos corresponde a las feministas es hacer espacio para las mujeres, pero también para los hombres porque yo no quiero vivir en una sociedad solo de las mujeres. Quiero una transfor- mación cultural, eso significa que los roles tanto de hombres como de mujeres deben cambiar, porque creo que ninguno de los dos roles —ni la feminidad hegemónica ni la masculinidad hegemónica— está haciendo feliz a las personas”.

Carolina Franch, antropóloga de la Universidad de Chile y Magíster en Estudios de Género y Cultura, 39 años.

 

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