En los últimos días, hemos visto acertadas campañas sobre prevención de violencia desde Ministerio de la Mujer y EG. Mas, no se han observado campañas sobre maltrato infantil.
La evidencia muestra que el confinamiento aumenta las probabilidades de conflictos familiares y otros riesgos como el abuso. Las condiciones de aislamiento, espacios reducidos y estrés no solo aumentan el riesgo de violencia a la mujer, sino también a niños, niñas y adolescentes.
[cita tipo=»destaque»] Es necesario entonces fortalecer las denuncias anónimas, el monitoreo de casos de riesgo, apoyar con orientación a las familias sobre las personas idóneas para el cuidado de los niños. [/cita]
Es importante recordar que la escuela y los centros de salud son grandes actores en la detección de casos de maltrato y abuso infantil. Con la educación a distancia, la saturación de los centros de salud, así como su limitación a necesidades urgentes, el control y detección que se realiza desde estos servicios disminuye.
Por ende, nuevamente la responsabilidad de la comunidad aumenta, en mantenerse atento al entorno y posibles situaciones de vulneración de derechos a niños, niñas y adolescentes.
Las medidas innovadoras no deben estar orientadas solamente a la garantía de derechos como la educación sino también a la prevención del maltrato y abuso. Es necesario entonces fortalecer las denuncias anónimas, el monitoreo de casos de riesgo, apoyar con orientación a las familias sobre las personas idóneas para el cuidado de los niños, entre otros. Expertos recomiendan que todos los integrantes de la familia tengan acceso a mecanismos de solicitud de ayuda (teléfono, número de policía u otros), y en caso de no contar con estos, los mecanismos de coordinación con vecinos pueden ser de gran ayuda. Lo importante es el apoyo de la comunidad y las medidas pertinentes para las diversas necesidades de las familias, que permitan prevenir riesgos.
Nuevamente, el llamado es a no olvidar a los niños.