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Vulva furiosa: “La Autonomía del goce es el mejor camino para sanar desde el placer, te ayudará a reconectar con el merecimiento y con ese poder que nos han reprimido” BRAGA Crédito foto: exposición fotográfica de vulvas en Chile 2019, EFE

Vulva furiosa: “La Autonomía del goce es el mejor camino para sanar desde el placer, te ayudará a reconectar con el merecimiento y con ese poder que nos han reprimido”

Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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Mujeres comparten testimonios sobre cómo han enfrentado la intimidad y su sexualidad durante el aislamiento, además en paralelo,Laura Leal -la mujer detrás de @vulva_furiosa-, explica cómo el estrés afecta al deseo sexual y entrega consejos para afrontar esta situación desde el goce y la autonomía del placer.


Distintas situaciones de vida, complicaciones cotidianas, problemas de pareja que se acentúan en el aislamiento, rutinas, soledad, estrés  y una cuota importante de incertidumbre que escala con tanta intensidad como el virus, dejaron al placer en la sala de espera de la cura de la pandemia. Mujeres relatan cómo estos factores han impactado en el deseo sexual.

“Es tiempo de comunicarnos con nuestro interior, sanar los dolores, comunicar las penas y sanar las dolencias.”, expresa Laura Leal, la mujer detrás de @vulva_furiosa, psicóloga y terapeuta sexual, en conversación con El Mostrador Braga.

Aislamiento social, estrés y deseo sexual

Al principio, cuando decretaron la cuarentena, sentí una tranquilidad enorme de no tener que ir a trabajar, incluso porque me gusta estar mi casa… entonces con Tomy nos pusimos a hacer más ejercicio y eso nos puso súper cachondos, con él siempre hemos sido súper de contacto, es esa sensación que te abraza y al tiro dejó de ser algo cariñoso y se convierte en algo sexual y ¡bacán! Porque me encanta esa intimidad que tenemos, que nos miramos y ya sabes lo que va a pasar. Pero justo en medio de la pandemia, me sometí a una intervención quirúrgica  y salió todo mal, porque me cortaron un conducto y fue todo horrible. Ya llevo dos semanas con un tubo en la boca y yo no quiero que él me abrace, que me dé besos en la boca, me siento pésimo. Él es muy tierno y a pesar que me ha buscado para tener alguna intimidad, yo lo rechazo, me he puesto fría y lo nuestro no es sólo sexo, es también estar abrazaditos, el regaloneo y ya ni eso quiero. Además tengo otras preocupaciones, mi papá estuvo con el covid, mi hermana trabaja en un hospital entonces estoy pensando todos los días que se puede contagiar. Te cuento esto y me emociono, porque ha sido mucho para mí. Además tengo un hijo de 6 años y siento que tengo hacer muchas cosas, que tengo que hacer muchas tareas y en realidad no es así, es sólo la preocupación latente de que alguien se muera, que pase algo grave, la gente que no tiene para comer. Entonces sumo la cirugía, la preocupación por mi familia, el tener que salir y estar en riesgo de también contagiarme y de verdad ya no quiero cariño de nadie, no quiero que nadie me abrace, ni me diga te quiero y no sé si se me va a pasar en algún momento”, relata Andrea de 31 años. Vive con su pareja e hijo de 6 años.

Las complicaciones cotidianas asociadas a la pandemia parecen no disminuir con el transcurso del tiempo, a la espera de una solución y entre tanta incertidumbre, poco tiempo resta para la intimidad, personal y compartida. ¿Qué sucede con el deseo sexual bajo situaciones de estrés? Laura Leal,explica cómo el estrés y el aislamiento social afectan el deseo sexual.

“El cerebro libera la hormona llamada cortisol, la presencia de esta hormona en el cuerpo, provoca que el sistema simpático se mantenga activo, en alerta, en tensión. Este estado de tensióndificulta la posibilidad de relajo del cuerpo y la mente. Cuando esto sucede, también se activa el miedo y la sensación de malestar general, provocando que el deseo sexual disminuya, e incluso desaparezca”, considera para explicar esta variable.

En otro orden se encuentra el aislamiento, que ha impactado mucho en la pareja, de acuerdo a lo explicado por la psicóloga, “hay que tomar en cuenta, varios factores, como la crianza, el aislamiento, el hacinamiento, la escasez de dinero, el temor al virus, etc.”, enumera algunos factores a considerar actualmente y expone que “esto puede provocar diferencias y conflictos en la pareja, incluso en el ámbito sexual, ya que el ánimo de lo cotidiano se traspasa al deseo erótico. Para las parejas con hijes, ha sido muy difícil lidiar con el confinamiento y la relación de pareja, ya que hay poca privacidad y espacios de relajo”.

Diversidad de realidades y el goce sexual

“Como vivo en Santiago centro, llevo mucho tiempo de cuarentena y antes tenía mucho sexo por lo q estaba muy activa, cuando nos encerramos estuve tranquila con mi pololo, pero luego terminamos y al principio estuve tranquila, pero hace un mes me dio la locura y solo pensaba en eso y cuando podría volver a pasar (…) luego fui asumiendo el encierro y que no hay nada que hacer y me convertí en una planta, pienso que será fluctuante…”, cuenta Paz de 35 años

“Tengo 33 años vivo con mi pareja y con mi hijo. Bueno llevamos 9 años juntos, la verdad es que en términos de deseo y la relación sexual, no ha cambiado mucho, no digamos que es una frecuencia muy constante, pero sí  hemos tenido algunos encuentros (…) se han tenido que alinear los planetas para que funcione porque hay estrés y también hay pena que no permite que las cosas fluyan entonces es complejo, pero no es terrible. No ha sido dramático, ni demasiado distinto a cómo ha sido antes. Se ha fortalecido la empatía entre nosotros, cuidamos mucho que el estrés y las penas vengan sólo desde afuera, no generarlas entre nosotros, por lo que nuestra relación se ha transformado en un espacio de contención súper grande y eso fluya como pueda”, Macarena de 33 años.

Múltiples son las realidades a enfrentar cuando hablamos de sexualidad, es importante considerar todas las formas posibles de relacionarse afectivamente, desde estar solos, en pareja, con o sin hijos y la diversidad sexual. Por tanto no habría un estándar, ni menos reglas para pensar cómo se supone debería actuar el deseo sexual en la intimidad del encierro.

En este sentido Laura expresa: “Creo que  estos nuevos paradigmas (y también los no tan nuevos) están siendo un gran aporte para la sociedad, sobretodo su lucha y visibilizacion. Pero creo que es necesario resignificar el goce y la sexualidad en general para poder vivenciarlos de manera saludable. Es decir, deconstruir lo aprendido, desaprender para volver a aprender que la sexualidad debe ser consciente, sin culpas, ni miedos. Este cambio lo provoca sólo la educación sexual con enfoque de género y desde el placer, ya no desde lo reproductivo, ya no desde el terror”.

Por último, la psicóloga aconseja “que aprovechen esta situación para estar y sentirse más desde adentro, para conectarse con ellas mismas. Es tiempo de comunicarnos con nuestro interior, sanar los dolores, comunicar las penas y sanar las dolencias.La Autonomía del goce es el mejor camino para sanar desde el placer, te ayudará a reconectar con el merecimiento y con ese poder que nos han reprimido”.

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