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June García y Josefa Araos en saga Lulú: “Queremos hacer novelas infantiles feministas, sin que la palabra feminismo sea muy nombrada” BRAGA Créditos: Ilustraciones de Nati Chuleta

June García y Josefa Araos en saga Lulú: “Queremos hacer novelas infantiles feministas, sin que la palabra feminismo sea muy nombrada”

Natalia Espinoza C
Por : Natalia Espinoza C Periodista - Contacto: braga@elmostrador.cl / (sólo wsp) Fono sección: +569 99182473
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De las creadoras de “Las lecciones maravimágicas de Lulú”, libro con el cual educaron a las infancias sobre la Nueva Constitución, las escritoras e influencers regresan este 2022 con “Lulú tiene una supermisión”, una historia donde la protagonista vive el encierro y las clases online causadas por las cuarentenas del Covid-19 y da cuenta cómo eso dañó la salud mental de las personas que más quiere, incluyéndose a sí misma. Una de las escritoras, June García, conversa con El Mostrador Braga acerca del adultocentrismo de la crisis sanitaria y la importancia de educar en feminismo normalizando los valores feministas desde la niñez.


Las clases online no fueron del gusto de muchas niñas y niños durante la cuarentena, tanto en Chile como en el mundo. Tres representantes de este sentir fueron Lulú, Luna y Leonor, miembros del club de las 3L, quienes estuvieron muy tristes porque no podían verse ni conversar en los recreos como lo hacían antes del Covid-19. Para las tres amigas, hablar por Zoom no es lo mismo. 

En esta versión online de la vida, Lulú se da cuenta de que hay otra persona no está tan feliz como siempre: su profesora miss Anita, quien ya no sonríe como antes y parece de mal humor todo el tiempo. A raíz de ello, las “3L” se proponen un objetivo: alegrar a la miss. Para ellas, esta es una misión de vida o muerte. ¿Lograrán llevar su plan a cabo durante la virtualidad del primer año de pandemia?

Esta es la nueva propuesta, “Lulú tiene una supermisión”, de las escritoras e influencers June García (@junegarcia_) y Josefa Araos (@Cotineja), autoras de la popular serie “El mundo de Lulú”, que ya cuenta con seis títulos. En 2017 publicaron su primer libro, “Tan linda y tan solita” que se transformó en un éxito, así como “Las lecciones maravimágicas de Lulú”, mediante el cual enseñaron a las niñeces sobre la nueva Constitución.

Para contar sobre la más reciente aventura de Lulú y sus amigas en contexto de pandemia, conversó con El Mostrador Braga una de sus autoras, June García, quien es activista feminista y desde el año 2015 realiza talleres de feminismo, NeoAmor, violencia en el pololeo y educación no sexista. También dicta el taller “Lecturas feministas: literatura y ensayos”, en la Universidad Adolfo Ibáñez. 

Educar en feminismo, sin decir la palabra feminismo

June explica que el alma de la saga de Lulú es mostrar la historia de una niña común y corriente armada fuera de los estereotipos, donde la niñez esté en el centro, y los mensajes no provengan de una postura como adultas. No quieren decirle a las y los niños lo que tienen que hacer, sino que entregarles herramientas para que puedan formar sus propias opiniones, siendo partícipes del mundo en el que vivimos.

“Lamentablemente hoy la niñez es mirada en menos, es muy poco participativa a pesar de querer formar parte de los debates que están teniendo lugar. Niños y niñas tienen mucha opinión sobre el mundo, pero entre adultos tenemos esta idea de ‘la mesa de los niños’, o sea, de apartarlos. Por ello, en los libros de Lulú, queremos entregarles estas historias para que se vean reflejadas/os, pero también para que reflexionen, ¿cómo vamos a enfrentar nuestros propios problemas?”, cuenta.

La autora, junto a su amiga y compañera Coti, deseaban escribir una novela infantil feminista, sin que la palabra “feminismo” fuera muy nombrada. 

Según June, es preocupante la forma en la que los papás y mamás enfrentan los problemas con sus hijos/as, por ello, la manera en la que Lulú ve todo con sus amigas, tiene una mirada feminista que se aleja del adultocentrismo.

¿Cómo se educa en feminismo sin entrar en el concepto? Para la autora, la respuesta se halla en las acciones de algunos de los personajes, las cuales están orientadas dentro de los valores del feminismo. Por ejemplo, la mamá de Lulú no dice ‘ser feminista es querer usar bikini aunque no te sientas cómoda usando uno’, sino que, ‘Lulú este es tu cuerpo, es el que tenemos y tienes que ponerte lo que te haga feliz no más, da lo mismo lo que diga una revista’.

La escritora lo plantea como “un sentido común feminista”, por ello, a lo largo de estas sagas, intentan abrir la conversación a la posibilidad de que existen otro tipo de familias más allá de “papá, mamá, hijos” y la importancia de valorarlas. Este foco está inspirado en la interseccionalidad, por lo que también “vemos otros problemas y cómo se cruzan a través del género, por ejemplo, la inmigración, el racismo. Entonces, claro, en el curso de Lulú discriminan a sus compañeritos porque son peruanos, pareciera que eso no tiene nada que ver con el feminismo, pero obvio que si, todo está atravesado por eso. Entonces, claramente Lulú tiene espíritu feminista”, puntualiza.

Lulú tiene una supermisión

A través de esta historia, se ve cómo las tres amigas son niñas muy empáticas, les preocupa qué le está pasando a sus compañeros con el encierro, también a sus profesores. “Queríamos mostrar a Lulú en este contexto donde vivió un aburrimiento total, angustia, clases virtuales y también algo transversal de esta generación, que son las tendencias de TikTok, las recetas virales que se cocinaban y los bailecitos”, narra.

Precisamente allí es donde entra el alma de esta edición: la salud mental. Para June, hoy con el retorno a clases presenciales estamos viendo un montón de episodios violentos en distintos colegios, universidades, establecimientos educacionales en general, que se cuestiona ¿de dónde surgen? 

“La realidad es que como sociedad llevamos dos años súper mal y el tema de la salud mental es algo muy importante tocar, pensar, trabajar. A Lulú le afecta tanto a ella como también lo ve en la gente que la rodea, en su familia, en su profe y ahí piensa ¿qué podemos hacer para enfrentarlo?”, dice.

Más que cuestiones puntuales sobre salud mental, el objetivo de esta historia es relevar la importancia de pensar en qué estado están nuestros pensamientos y sentimientos. Para la autora, esto se traduce en recordar que el Covid no solamente afectó los pulmones o el sistema respiratorio: hubo gente que no se contagió, pero quizá perdió algún ser querido.

June plantea que el Covid-19 a los niños y niñas, les ha afectado tanto o más que a los y las adultas. “He pensando mucho en esta niña que se suicidó en el Costanera Center, tenía 15 años, esto quiere decir que tenía 13 cuando empezó la pandemia, ¿cómo no va a ser relevante conversar sobre estos temas cuando están llegando a tal nivel que piensan que es mejor no seguir con su vida?”, explica.

Es por ello que plantea, a través de Lulú, que las soluciones a los problemas de salud mental no son frases motivacionales. “En el libro mostramos un poco este juego que hace uno al principio tratando de animar a alguien con depresión, ‘ya digámosle que todo va a estar bien’, cuando en realidad necesitas ayuda, hablar con otras personas, ir al doctor, una pastilla, y está bien necesitar todo eso”, comenta.

La autora considera que en el caso específico de las y los niños, a causa del adultocentrismo, pareciera como si tuvieran menos problemas solo porque a su edad no se tienen que encargar de traer dinero a la casa. 

“El mundo interior que tiene uno cuando es niño también está muy afectado por las cosas que pasan afuera (…) a esa edad una siente que todo es terrible, por ejemplo, cuando Lulú piensa que la van a llevar presa, y eso la agobiaba un montón”.

Lulú tiene a sus amigas Leo y Luna. Primero conoció a Luna, Leo se sumó en el libro anterior “Lulú tiene un secreto”, momento en el que forman este trío de amigas unidas que se juntan siempre. La pandemia rompió eso, volviendo sumamente frustrante para ellas no poder verse, quieren juntarse a toda costa porque sienten que hay algo que les falta.

“En el fondo, el libro muestra lo que nos faltó a todes durante el encierro: el contacto humano físico y ver a la otra persona directamente a los ojos, porque en este tipo de contacto virtual cámara con cámara no ocurre, si yo quiero que sientas que te estoy viendo a los ojos, tengo que dirigirme a la cámara”, cuenta. 

Al inicio, June y Coti no querían hacer el libro porque pensaron que la pandemia sería una contingencia de pocos meses, pero tras dos años, las consecuencias del encierro se hacen presentes. “Hicimos el libro pensando en que las niñas necesitaban también que Lulú fuera parte de ese proceso, que en este mundo ficticio también estaban en pandemia”, asegura.

Por lo mismo abordaron incluso la paranoia en torno a las vacunas, esto a través del hermano de la protagonista, quien empezó a consumir teorías conspirativas en internet. 

La lectura durante la infancia 

June desea que las personas disfruten de leer, por lo que aconseja a las madres y padres de escolares, quienes ya tienen que leer obligatoriamente en el colegio textos que a veces no les gustan, que no hay que forzar, sino que incentivar.

“Definitivamente es algo que se predica con el ejemplo, ver a otro leyendo te genera curiosidad ¿qué hay de interesante acá? Para quienes lean esta nueva historia de Lulú, deseo que se queden con la importancia de darnos espacios de contención, considerar la salud mental, escuchar más a las y los niños, dándoles la oportunidad de hablar sobre lo que necesitan, piensan, opinan y de qué manera los hacemos parte”, expresa.

Lulú tiene una supermisión” se encuentra disponible en formato ebook y físico en librerías con venta online y despacho a domicilio. Actualmente, a tal ha llegado el éxito de la serie “El mundo de Lulú”, que acumula más de 37 mil ejemplares vendidos, puedes conocer más sobre esta niña en:

– Lulú quiere ser presidenta

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– Lulú en vacaciones

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