BRAGA
Foto de Juan Pablo Garreton / Volver a casa
Una serie de películas de directoras nacionales se exhibirá en centros penitenciarios femeninos de la región. La actividad se enmarca en el proyecto “Volver a Casa”, que integra talleres de cine y experiencias de realidad virtual para personas privadas de libertad.
La segunda edición del ciclo de cine “Históricas: Mujeres tras la cámara” llegará a distintos centros penitenciarios femeninos de la región de San Antonio y Valparaíso, así como al Centro Cultural de San Antonio, durante el mes de febrero y marzo.
Su directora, la cineasta chilena Catalina Alarcón, afirmó que “el cine es un lugar de encuentro, una excusa para reflexionar sobre temáticas que nos afectan y duelen, para repensar nuestras historias personales. Por eso exhibir cine en centros penitenciarios es tan necesario y poderoso”.
Dentro de las piezas cinematográficas que se han exhibido, en el Centro Cultural San Antonio se expuso el documental “El cielo está rojo”, de Francina Carbonell, y en la Cárcel de mujeres de San Antonio se presentó “Estrellas en el desierto”, de Katherina Harder; “La caja de mis memorias”, de Camila Ortega; y “Julieta y la luna”, de Milena Castro Etcheberry. Por último, también fue parte de la muestra el largometraje “130 hermanos” de Ainara Aparici.
La parrilla de piezas audiovisuales del ciclo “Históricas” contempla cinco largometrajes y cinco cortos, buscando visibilizar las problemáticas a las que se ven enfrentadas las mujeres, expuestas desde el punto de vista de realizadoras chilenas.
En dicha línea, las organizadoras del proyecto destacaron que “esto adquiere un gran valor en la cárcel, donde ser mujer es una característica de doble complejidad, no solo por la vulneración social, sino también por las cuestiones intrínsecas al género”.
Ciclo de cine “Históricas: mujeres tras la cámara” exhibirá distintas piezas cinematográficas en centros penitenciarios femeninos.
Alarcón, la directora del ciclo, es además la creadora del proyecto que enmarca estas actividades: Volver a Casa, proyecto que desde 2016 mezcla el acercamiento de las comunidades penitenciarias al cine a través de talleres, e integra experiencias con la realidad virtual para que las y los internos puedan reencontrarse con sus familias desde la distancia.
Esta instancia ha tenido diez versiones en tres cárceles y un centro de menores de Chile, así como una en el centro penitenciario femenil Santa Martha de Acatitla, en Ciudad de México.
“El sistema penitenciario chileno tiene una serie de restricciones, además de profundas falencias económicas que se traducen en vulneraciones directas a los derechos de las personas privadas de libertad”, explicaron desde el proyecto,
Y señalaron que “no existe legislación sobre la comunicación con el exterior, por lo que los internos viven desconectados de la realidad social y política de nuestro país, así como también de la de sus familias”.
En el caso de las mujeres, destacaron que “el porcentaje de visitas es mucho menor, permaneciendo marginadas del exterior y de sus familias durante su condena”, lo cual aminora su calidad de vida, salud mental y posibilidades de reinserción.
