El ex vocalista de la banda multirracial Mano Negra se encuentra en Santiago presentando su primer álbum como solista, Clandestino. Durante su encuentro con la prensa reflexionó sobre variados temas sociales y -era que no- musicales.
Entre seguidores, parroquianos del lugar y, claro, periodistas, la conferencia del ex líder de Mano Negra, Manu Chao, se aproximó en varios momentos peligrosamente al caos. En una pequeña sala del bar La Piojera, el carismático artista francés y su banda en pleno, compuesta por nueve músicos, se reunieron para conversar con la prensa. Dispuesto a abordar todo tipo de temas, Manu Chao se caracteriza por su discurso de fuerte crítica social y por interiorizarse de las manifestaciones culturales populares de cada lugar que visita. Dentro del mundo de la música es indicado como uno de los responsables del auge de la música rock con fusiones latinas en el mundo, pasos que han seguido Los Fabulosos Cadillacs, en Argentina, y Santo Barrio, en Chile, entre otros.
La música como vehículo social sigue siendo una de sus aspiraciones, aunque reconoce que tampoco es tan fácil. "Actualmente, la música tiene la misma enfermedad que el fútbol. Como él, es también un arte, pero al mismo tiempo está noventa por ciento podrida por el dinero. Y los sellos están ahí controlando todo. Aunque creo que el MP3 (programa para bajar música gratis por internet)está dando más libertad para eso".
Sobre Chile prefirió no opinar mucho: con sólo dos días de estadía en el país, prefiere estar más tiempo para dar una visión más amplia, aunque no pudo obviar algunas preguntas.
-Mañana [hoy] comienza el proceso contra Pinochet acá en Chile, ¿qué opinas de eso?
-Es algo realmente importante, espero que se levante la inmunidad. Pero pienso que falta alguien en este juicio: Henry Kissinger, ya que él es uno de los grandes responsables de las tragedias aquí en Chile. Falta meterle juicio a esa gente.
