Nuevamente, el cantante abre el Festival de Otoño en el Teatro Albéniz, ya su casa en Madrid, que lo recibió de pie con una gran ovación.
Hace casi un año Joan Manuel Serrat conmovía a los madrileños con el anuncio de que padecía un cáncer de vejiga. Este jueves por la noche, ese público se le entregó una vez más, ya liberado de la emoción de aquella noche, al verle regresar al «100×100».
Acompañado al piano por su inseparable Ricard Miralles -Serrat contó que se conocen desde 1969-, y guitarra en mano, Joan Manuel mostró sus canciones de siempre, desnudas, alejadas de aquel artificio sinfónico con las que las adornó el año pasado.
De nuevo, el cantante español abría el Festival de Otoño en el Teatro Albéniz, ya su casa en Madrid, que le recibió de pie con una gran ovación.
Serrat se mostró cercano e íntimo, muy hablador como siempre, estableciendo un diálogo a una sola voz con el público, brindó con cava y mezcló temas de siempre con otros más actuales.
Cantó «Mediterráneo», «Aquellos locos bajitos», «Cantares», «Penélope», «Tu nombre me sabe a yerba», «El romance de Curro el Palmo», «Hoy puede ser un gran día», incluso recuperó alguna de las que ya nunca canta en directo, como «Señora».
Temas más actuales tuvieron su hueco, como «Es caprichoso el azar» o «Me gusta todo de ti», rindió un homenaje a los piratas de novela; recuperó a su otro yo, Tarres, al que siempre dice llevar consigo, e interpretó un vieja canción tradicional catalana titulada «Canción del ladrón».
Fueron cerca de dos horas de recital, que cerró, público en pie, con un par de bises, para los que se había guardado «Aquellas pequeñas cosas», «Fiesta» y «Lucía».
Joan Manuel Serrat estará con el espectáculo «100×100 Serrat» en el Teatro Albéniz hasta el 16 de octubre, aunque ya no quedan entradas para ninguno de los conciertos.
EFE
