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Estrenan «Víctimas de un delirio», el caso de la líder de la Secta de Pirque El documental se presenta este miércoles en el Museo de la Memoria

Estrenan «Víctimas de un delirio», el caso de la líder de la Secta de Pirque

Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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La cinta del periodista Ignacio Simón es el segundo documental que se presenta este año sobre la ex Comunidad Ecológica de Pirque y las actuaciones de su líder espiritual Paola Olcese, a quien se le diagnosticó «delirio místico mesiánico» tras ser declarada por la justicia inimputable por la inhumación ilegal de Jocelyn Rivas. En este documental, el realizador recoge los testimonios de ex miembros de la comunidad que relatan las transformaciones y los cambios de personalidad que sufría la líder al interior de la comunidad.


El caso de la ex Comunidad Ecológica de Pirque vuelve al cine documental. La primera realización audiovisual llamada «La Comunidad», dirigida por Isabel Miquel y  que debutó en el Sanfic9, presentaba a la secta como una comunidad religiosa estigmatizada por la prensa por haber desafiado a la sociedad al renunciar a ella para consagrar su vida a la contemplación de la naturaleza y la oración y a Paola Olcese, como una líder carismática, inofensiva y profundamente religiosa.

En este segundo documental, «Las víctimas de un delirio», el realizador Ignacio Simón partió de un enfoque distinto. Sin intención de demonizar a la agrupación ni presentar el lado B del trabajo de Miquel, el trabajo de Simón consistió en recoger los testimonios de ex miembros de la comunidad, quienes debieron romper ese aislamiento emocional en el que cayeron tras la revelación pública de la muerte de Jocelyn  Rivas (2007) para  decidir contar los hechos sin filtros, tal como aparentemente ocurrieron. De esta manera se revela la manipulación de conciencia ejercida por la líder y las características de sus «transformaciones místicas».

paola olcese«A medida que fui avanzando en la investigación me fui enterando a través de los testigos de cosas como las transformaciones de Paola Olcese, su cambio de personalidad que aparecía cuando se conectaba con ‘El Señor’, y la capacidad de atender a las órdenes que de ahí se emanaban», cuenta Simón.

Durante los años que duró la investigación, según cuenta el realizador, lo más complejo fue acceder al testimonio de los testigos y ganar su confianza. «Son personas que están muy dañadas y frente a los medios de comunicación siempre mostraban desconfianza. Ellos confiaron a sus familiares al grupo o fueron parte de él. Son personas que se movieron por la fe y terminaron siendo víctimas del ‘delirio místico mesiánico’ que padece Paola Olcese, diagnóstico que resulta ser un factor común en todos los hechos conocidos a través de los medios y que además está presente en cada noticia sobre las sectas que se están conociendo en nuestro país», dice.

Para el realizador, además de concentrarse en los hechos que derivaron en el proceso judicial por la inhumación ilegal de Jocelyn Rivas, quien fue enterrada en Pirque tras fallecer al interior de la secta poco después de haber dado a luz a una niña, otra de las cosas que le llamó profundamente la atención fue el estado de precariedad en el que viven actualmente los hijos de los miembros de la secta en el sector de Junta Valeriano, en la Región de Atacama, donde el 2012 los hijos de Olcese sufrieron graves quemaduras tras incendiarse la choza donde dormían.

«La situación en el sector es bastante extrema, el terreno resulta hostil para una vida normal, sobre todo la de niños, ya que en el lugar no se cuenta con condiciones básicas como luz eléctrica o viviendas de buena calidad. Ellos habitan en carpas de verano o rucos (construcciones con base de piedra y maderas que sostienen techos artesanales), los cuales tampoco cumplen con medidas de seguridad para soportar condiciones extremas en los meses de invierno. Creo que hay muchas personas que están en la legítima búsqueda de espiritualidad, personas sensibles, con alto sentido del arte, que sin darse cuenta pueden llegar a ser seducidos por una secta y verse involucrados en delitos como la inhumación de un integrante o el sacrificio de un bebé como en el caso de Antares», explica el documentalista.

La cinta se estrena este jueves en el Museo de la Memoria y aunque Simón no descarta que con esta exhibición se inicie el camino de presentación del documental en festivales, los importante -sostiene- es que el material ayude a crear conciencia.

«Yo creo que un documental de este tipo se hace para informar, revelar verdades y crear conciencia en las personas. Si bien no descarto la posibilidad de presentarlo a un festival, para mí es más importante que lo vean las personas, que el mensaje llegue a la mayor cantidad de gente, sobre todo a las autoridades e instituciones que puedan tomar cartas en el asunto».

«Es importante como sociedad que tomemos conciencia de los riesgos que se corren al proliferar este tipo de comunidades sectarias, capaces de cometer errores y delitos por seguir rígidos dogmas», concluye.

 

 

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