Publicidad
Nueva antología visual rescata joyas de la ilustración chilena Claudio Aguilera, autor de la “Antología Visual del Libro Ilustrado”

Nueva antología visual rescata joyas de la ilustración chilena

El texto de Quilombo Ediciones pasa revista al género desde el siglo XIX hasta el presente, y destaca a autores como Coré, Pepo y Pedro Peirano. Con fotografías de Alfredo Méndez, da cuenta de la importancia del género en la historia de Chile, en una investigación que cuenta con más de 100 títulos fichados.


libroilustrado

Una selección de los principales libros ilustrados editados en Chile desde 1788 hasta el año 2012 nos entrega el periodista Claudio Aguilera en la obra Antología Visual del Libro Ilustrado en Chile, el segundo título de la Colección Editado en Chile de Quilombo Ediciones.

Aguilera cuenta con una vasta experiencia en el tema, ya que es autor del destacado libro  “Ilustración a la Chilena” (Ocho Libros), uno de los socios fundadores de PLOP! Galería, y curador de más de 30 exposiciones sobre ilustración.

Con fotografías de Alfredo Méndez, el libro da cuenta de la importancia de la ilustración en la historia editorial de Chile, en una investigación que cuenta con más de 100 títulos fichados, cada uno con su reseña respectiva.

Relación complicada

Aguilera cuenta que la idea del texto surgió de una propuesta que le hizo a Camila Rojas, editora de Quilombo, de continuar con una colección que ella había comenzado, llamada “Editado en Chile”, sobre libros publicados en nuestro país.

“Le propuse hacer lo mismo pero esta vez sobre la historia del libro ilustrado en Chile”, cuenta. “Esto a partir de muchas investigaciones que he realizado sobre el libro ilustrado en Chile y un interés particular que tengo sobre la relación entre texto e imagen. Y quería comprobar cómo esto se ha ido modificando con los años”.

LIcirco

«El Circo: álbumes para colorear» (1946) Ilustraciones de Alfredo Adduard

Para el autor, texto e imagen siempre han tenido una relación un poco problemática, ambigua en algunos momentos, de mutua crítica, de cercanía y de distancia, durante toda la historia.

“Por ejemplo, la colección Cuncuna de editorial Quimantú es una colección sumamente interesante, que me transmitió de esa época en particular que incluso en la literatura infantil y en la ilustración también hay una carga política, en el sentido más amplio de la palabra, como hacerse parte de la sociedad dar una opinión, hablar de problemáticas profundas”, dice.

"El álbum de la gloria de Chile: homenaje al Ejercito i Armada de Chile en la memoria de sus más ilustres marinos i soldados muertos por la patria en la Guerra del Pacífico" de Benjamín Vicuña Mackenna, ilustraciones de Luis F. Rojas

«El álbum de la gloria de Chile: homenaje al Ejercito i Armada de Chile en la memoria de sus más ilustres marinos i soldados muertos por la patria en la Guerra del Pacífico» de Benjamín Vicuña Mackenna, ilustraciones de Luis F. Rojas

Criterios de selección

En cuanto al criterio curatorial utilizado para seleccionar los libros ilustrados, Aguilera expresa que le interesaba, sobre todo, libros que representaran hitos en el desarrollo de esta relación entre texto e imagen.

“No todos los libros son obras maestras de la ilustración, quizás no todos son libros que hayan cambiado la historia de la edición, pero sí son libros que representan momentos distintos, y a través de ellos mi idea era contar el momento social, económico, político de la época que contiene ese texto, porque cada uno de estos libros tiene la carga del momento histórico donde surgió”, explica.

LI

En el caso de los libros ilustrados, pueden reflejar qué estaba pasando con la industria editorial, qué pasaba con los autores, cuál era el rol de la cultura, las artes plásticas o las artes visuales, agrega.

Para acceder al material, Aguilera trabajó con la colección de la Biblioteca Nacional y el sitio Memoria Chilena. “También hay algunos que aún están en circulación y se pueden encontrar en el Persa Bío Bío o en librerías de libros antiguos o usados”, revela.

Época de oro

Sin duda, como sucede con todos los movimientos, también el libro ilustrado tuvo su época de oro. Para Aguilera fue desde los años 30 hasta los 60, en un contexto muy particular.

Ilustración de Coré

Ilustración de Coré

“Se conformó una sociedad lectora muy importante, y esto tiene que ver con varios procesos, entre ellos el surgimiento de una sociedad que considera la cultura y específicamente la lectura como una forma de crecer, de mejorar. Para la clase media emergente el educarse e ir a la universidad era muy importante, entonces era una sociedad de mucho consumo cultural”, dice

Las editoriales más importantes en aquel periodo fueron Zigzag, Qumantú y Rapanui. “Después hay un salto hasta el 2000, porque entre medio, si bien se hicieron algunas cosas como la editorial Lord Cochrane con Themo Lobos (1928-2012), que editaron la saga ‘Mampato’, no hubo una gran producción. (Más recientemente), las editoriales que han sido fundamentales son Amanuta, Pehuén y Qulimbo”, señala.

Entre los artistas más importante del género, Aguilera destaca a dos. Uno es Mario Silva Ossa (1913-1950), más conocido como Coré, quien fue durante varias décadas portadista esencial de El Péneca, una revista muy importante en su tiempo, y quien también trabajó ilustrando libros para niños de la editorial Zigzag. Un gran artista que murió joven, arrollado por un tranvía.

Condorito de Pepo

Condorito de Pepo

El otro es René Ríos (1911-2000), alias “Pepo”, el creador de “Condorito”. “Además fue editor y dueño de revistas, su trabajo fue muy diverso, ilustró revista infantiles, juveniles y políticas”, comenta.

Joyas

Como en toda compilación, sin duda hay varias joyitas en esta antología. Aguilera, a nivel personal,  destaca dos.

Uno es Aleluya para los más chiquitos (1960), de la reconocida escritora Marta Brunet e ilustrado por una joven pintora de entonces, Roser Bru. “Es un libro de los años 60 maravilloso, en él se puede ver cómo el arte nutre la ilustración, porque si bien es un libro para niños muy pequeñitos, la ilustración es muy moderna, muy contemporánea, donde hay una desarticulación de la figura. Es muy interesante a nivel de ilustración”, indica.

LIaleluya

«Aleluya para los más chiquitos» (1960) textos de Marta Brunet, ilustraciones de Roser Bru

El otro es Perejil Piedra, de María Silva Ossa, hermana de Coré, publicado en 1974. “Ella rescató ilustraciones de este creador y realizó textos para acompañar estas ilustraciones. Es una reflexión muy interesante sobre la sociedad, sobre el egoísmo en un momento muy complejo, en un momento en que estaba decayendo la edición en Chile y en un momento oscuro de nuestra historia”.

Publicidad

Tendencias