El Templo del Inka intenta ser elegante, pero con una decoración que se aleja completamente de aquello. Lo de ellos, definitivamente, es la comida. No es un lugar a la vanguardia o de moda; sino que, simplemente, un lugar donde se come bien.
La atención es rápida y amable, conocen bien sus productos y el personal, en su mayoría, comparte patria con la especialización del restaurante: comida peruana.
Las porciones son grandes y con bastante variedad.
De entrada probamos un bien preparado Salmón Relleno ($6.900) con queso crema y camarones, sobre una cama de ensalada verde. Seguimos con un Atún Hawaiana ($9.200), la prueba de fuego, ya que restaurantes parecidos a este suelen cocinar más de la cuenta los pescados y sobre todo el Atún (algo imperdonable); pero, para nuestra sorpresa, tenía el sellado perfecto y lo acompañaban unas sabrosas yucas rellenas de queso. Además de lo anterior, probamos un Arroz con Mariscos Criollo ($7.500), con cada marisco en su punto y terminado con leche de tigre.
Todos los sabores estaban bien logrados, y los acompañamos de una clásica Michelada Cusqueña ($2.900), bien picante.
¡Recomiendo!
“El Templo del Inka”
Av. Seminario 44, Providencia.
Servicio: Bueno
Comida: Bueno
Ambiente: Malo
Precio: De los $ 15.000 a $ 18.000 p/p