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Isadora Schmidt gana el Falling Walls Chile y representará al país en el foro más importante de la ciencia global El jurado tomó la decisión por unanimidad

Isadora Schmidt gana el Falling Walls Chile y representará al país en el foro más importante de la ciencia global

Fueron 13 los expositores y una la ganadora. En solo tres minutos, la educadora y diseñadora logró convencer a un exigente jurado que su proyecto –que propone una solución al desperdicio de alimentos en los supermercados– era el mejor para representar a Chile en la competencia científica internacional “The Falling Wall Labs”, a realizarse en Berlín el próximo 8 de noviembre. “Estoy muy feliz porque esto partió de una motivación para hacer un aporte a la sociedad”, dijo la innovadora tras recibir el primer lugar del concurso.


“La variación de precio consiste en el establecimiento de categorías, donde cada precio es inversamente proporcional a su tiempo de vida. Esto significa que entre más tiempo lleve en la góndola, más barato será”. Así argumentó Isadora, frente a un prestigioso jurado de científicos (entre ellos, Ramón Latorre, director del CINV), para convencerlos que su proyecto –que propone una solución a la problemática del desperdicio de alimentos en los supermercados– se merecía representar a Chile en la aclamada competencia científica internacional “The Falling Wall Labs”, el próximo 8 de noviembre en Berlín.

“Me encuentro muy agradecida de la experiencia. Ha sido muy emocionante conocer a personas que están utilizando todas las herramientas que tienen, dentro de ellos y en su entorno, para aportar a la sociedad. Son todo tipo de proyectos, de personas, ideas y tecnologías. Estoy muy contenta que hayan iniciativas como estas”, comentó la ganadora, que también asistirá a la conferencia Falling Walls Berlín, el 9  de noviembre, junto a otros 99 científicos que, al igual que ella, podrán participar y discutir sus investigaciones junto a la elite científica mundial.

Sobre el resultado final, Cecilia Hidalgo, Premio Nacional de Ciencias y miembro del jurado, comentó que fue una deliberación bastante difícil, pero que de manera unánime y con voto secreto la eligieron a ella. “No solo por su carácter novedoso, sino también por sus implicaciones”, dijo, agregando que “son pocos los científicos chilenos, pero muy buenos”.

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Con respecto a la importancia de realizar –por primera vez– el Falling Walls en Chile, el Premio Nacional de Ciencias, Ramón Latorre, manifestó que “ojala esto se haga todos los años, en una región diferente, y que sirva para que el país vea lo que hacen sus jóvenes innovadores. Falling Walls va a permitir abrir una ventana de conocimiento, no solamente para que nosotros nos expongamos al mundo, sino para que también el mundo nos mire a nosotros”.

Asimismo, el Director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso (organizador del evento junto a la Fundación Ciencia Joven y al Servicio Alemán de Intercambio Académico DAAD) aprovechó las circunstancias para decir que “un investigador joven siempre tiene la razón; entre más joven, más razón tiene. Nosotros somos el único país que tropieza con la misma piedra dos veces: primero fue el salitre y ahora el cobre. Son ustedes los que tienen que sacarnos de ese círculo vicioso que es seguir exportando materias primas”.

En la instancia, el ministro de economía, Luis Felipe Céspedes, planteó la importancia de democratizar el emprendimiento y la innovación, asegurando que ambos pueden ser motores de crecimiento para la economía del país. “Pero para eso tenemos que darle la posibilidad al talento joven, independiente de la región donde nació, de la familia donde nació, de la plata que tiene…Todo tiene que depender de la calidad de la idea y del esfuerzo; eso es parte importante de la política que estamos intentando llevar a cabo como gobierno”, puntualizó.

Entre los invitados también destacó Flavio Salazar, inmunólogo y vicerrector de Investigación de la Universidad de Chile, quien dictó una clase magistral sobre su investigación y se mostró gratamente sorprendido por el nivel de los presentadores. Además, comentó que, en el mundo de hoy, “uno de los puntos complejos para un científico es enfrentarse a un mundo con códigos distintos, donde no solo prima la validez de la certeza y la verdad de la innovación, sino también su utilidad, el interés público, comercial y, por supuesto, de la competencia”.

El tercer lugar de la competencia lo tuvo Amanda Céspedes, por su propuesta de detección oportuna de diabetes en la saliva; y el segundo lugar se lo llevó Ignacio Abarca, por su sistema para la detección precoz de la ceguera.

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