CULTURA
Los destacados académicos Lautaro Nuñez y Sergio González sostienen que la medida significa «un retroceso en la formación académica» y expresan su preocupación por la imagen «beneficiosa y atractiva» que se le da a la propuesta por parte del Mineduc y el Consejo Nacional de Educación.
El mundo académico sigue manifestándose en contra de la medida impuesta por el Consejo Nacional de Educación (CNED), la cual le quita obligatoriedad a la asignatura de Historia para los alumnos de tercero y cuarto medio. En este sentido, los Premios Nacionales de Historia Sergio González y Lautaro Núñez, emitieron una declaración donde rechazan férreamente este cambio curricular, asegurando que esto «les parece incoherente con una educación de calidad».
En la misma línea, expresaron su preocupación por «la violencia simbólica» que representa esta medida y la intención de proyectarla como una propuesta «beneficiosa y atractiva para los estudiantes», cuando notoriamente se trata de «un retroceso en la formación académica».
El el documento plantean «no es posible cambiar algunos temas que son fundamentales impartirlos en 3° y 4° medio», los cuales están relacionados directamente relacionados a «la madurez intelectual de los alumnos», como la problemática de las fronteras con los países vecinos (Perú y Bolivia) o las poblaciones han creado la habitabilidad en el desierto de Atacama.
«La mentalidad de los estudiantes de ese segmento (3 y 4 medio) les permite comprender la complejidad científica o cultural que contienen esos fenómenos (…) tienen una base de conocimientos que en primero y segundo medio no poseen», indicaron.
Sostienen que la disciplina de Historia «ya no se trata de una narración positivista de sucesos del pasado» sino que ahora «requiere de teorías y metodologías nuevas».
Los académicos establecen además que «la investigación académica y científica en el campo de la Historia de Chile de larga duración como del tiempo presente han tenido un desarrollo notable en nuestro país, con la aparición de revistas científicas e institutos especializados, es decir, los profesores de aula tienen mucho más contenidos de calidad a la mano y poder impartirlo con pertinencia a sus estudiantes».
«Esperamos que esta medida sea corregida a la brevedad para evitar un daño irreparable a las generaciones futuras, porque nuestras disciplinas no solo son un registro pasivo del pasado, sino son una explicación, interpretación, deconstrucción y comprensión de ese pasado con mirada crítica y prospectiva», cerraron.
