Publicidad
Nuevas generaciones de diseñadores y el patrimonio cultural CULTURA|OPINIÓN Lemu Handmade, Estudio Bravo y Zurita Design Studio, imágenes de sus redes sociales

Nuevas generaciones de diseñadores y el patrimonio cultural

Joaquín Béjares Henry
Por : Joaquín Béjares Henry Director de Local. Diseñador Industrial UDP. Magister en Arquitectura London Metropolitan University.
Ver Más

Existe una enorme ola de mentes jóvenes creativas, rupturistas y empoderadas que están tomando el corazón del patrimonio cultural, con toda la sensibilidad que este merece, para llevarlo al contexto actual. Ellos lideran una forma de aprendizaje, pero también de enseñanza respecto a lo que nos hace únicos, trabajando desde la memoria para robustecer la forma en que nos miramos.


Uno de los aspectos que podemos destacar de la disciplina del diseño nacional en los últimos 20 años, es su capacidad para formular proyectos con una base identitaria que quiere distanciarse de las corrientes globales. En esos años en que Chile comenzó a verse envuelto en discusiones teóricas respecto a quienes éramos y cual era esa identidad que deseábamos mostrar al exterior, en las escuelas de diseño de todo el país la pregunta se centraba en como esa introspección se reflejaría en objetos e imágenes, es decir como el diseño nacional tomaría una aproximación cultural propia y no influenciada directamente por lo que estaba ocurriendo en el mundo. 

Diseñadores de calzado, tipógrafos, diseñadores de productos, diseñadores de vestuario, animadores digitales, ilustradores entre muchos de una forma casi sincronizada escarbaron en los archivos de la historia, en los contenidos que otorgaba el territorio, los relatos y sus comunidades, en los materiales endémicos, en la artesanía, y en las manifestaciones culturales populares para enlazarlas con producciones propias. Aquello, que se transformo en insumos para una nueva generación de diseñadores, la UNESCO la define como el patrimonio cultural de un país. La disciplina del diseño estaba focalizada en comprender e investigar los recursos heredados del pasado, respetuosamente crear y revalorizar en el presente para difundir cultura hacia las generaciones futuras desde una mirada absolutamente contemporánea.

Hoy, diseñadores como Lemu Handmade, Jorge Caballero, Estudio Bravo y Zurita Design Studio hacen honor a los materiales y la manufactura local incluyendo al artesano como valor fundamental en el proceso. Podemos nombrar a Cerámicas Diógenes o la marca de vestuario Caserita que exploran imágenes y objetos de nuestra cultura popular otorgándoles un estatus identitario que conversa entre la nostalgia, el afecto y el orgullo. La marca de vestuario Roberta rinde tributo al paisaje y la fauna Valdiviana, como la marca de calzado Bestias lo hace con la tradición del huaso chileno. La empresa Bosque Hundido rescata maderas del fondo de los lagos del sur como un acto dendrológico mezclado con la carpintería. Andrea Torres fundadora del taller Tipo Móvil rescata el antiguo oficio de la impresión tipográfica, o el caso de Simoné Malacchinni que investigó rigurosamente el fenómeno comunicacional y gráfico de la Lira Popular Chilena. 

Existe una enorme ola de mentes jóvenes creativas, rupturistas y empoderadas que están tomando el corazón del patrimonio cultural, con toda la sensibilidad que este merece, para llevarlo al contexto actual. Ellos lideran una forma de aprendizaje, pero también de enseñanza respecto a lo que nos hace únicos, trabajando desde la memoria para robustecer la forma en que nos miramos. Es decir, el rol de las nuevas generaciones del diseñador local nos está ayudando a reflexionar, entender e incorporar la riqueza que hay en nuestra propia identidad. 

Joaquín Béjares Henry. Director de Local. Diseñador Industrial UDP. Magister en Arquitectura London Metropolitan University.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias