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«El Castillo de Isidora» de Iván Valeria: la historia de un péndulo que va y viene CULTURA|OPINIÓN

«El Castillo de Isidora» de Iván Valeria: la historia de un péndulo que va y viene

El libro cuenta de Lota y su historia del carbón, que se desarrolló entre los viajes de doña Isidora y su familia a América, Europa (en Francia aún existe la calle Lota en honor a esta mecenas) y Chile, poseedora de una gran flota de barcos (como la familia Mendiburu durante la Colonia) que navegaron por todos los mares y que en su momento también abasteció gratuitamente de carbón a los barcos chilenos durante la guerra del Pacífico.


Esta es una novela basada en hechos históricos, por lo tanto está bien documentada. Narra la vida de Isidora Goyenechea de Cousiño junto a Matías Cousiño y Carlos Cousiño principalmente. Doña Isidora y su castillo son una especie de pre-texto o texto previo para mencionar y desglosar el conflicto obrero -social de Lota: una primera etapa de opulencia y desmesurada riqueza de una familia, versus una segunda etapa plena de conflictos, decadencia y pobreza de todo un pueblo; aunque gozaron de algunos beneficios que otros obreros en ese mismo tiempo no tuvieron.

Infiero desde Lota, el experimento de cómo un partido político convirtió a un pueblo en donde el odio y las venganzas políticas se instalaron para siempre, donde la confrontación dio origen a numerosas muertes, homicidios, enfrentamientos y las huelgas de trabajadores; al menos dos de ellas que fueron muy largas. Se destaca en el texto, la objetividad de estos hechos.

La historia es un péndulo que va y viene y no aprendidas las lecciones históricas, el ciclo reiterativamente va a repetirse. Los grupos humanos actúan igual en cualquier tiempo cuándo el precario equilibrio se desbarata; tanto en esa época como hoy, la polaridad social ha continuado existiendo: doña Isidora y su riqueza versus los mineros y sus carencias; actualmente familias tan poderosas como aquella incluyendo la clase política versus los trabajadores y sus carencias.

Lota y su historia del carbón se desarrolló entre los viajes de doña Isidora y su familia a América, Europa (en Francia aún existe la calle Lota en honor a esta mecenas) y Chile, poseedora de una gran flota de barcos (como la familia Mendiburu durante la Colonia) que navegaron por todos los mares y que en su momento también abasteció gratuitamente de carbón a los barcos chilenos durante la guerra del Pacífico.

Vivió cercanamente las vicisitudes de esta guerra, los hechos del gobierno del presidente Balmaceda, el acontecimiento de Lo Cañas entre otros momentos de nuestra historia nacional que son numerosos y sabiamente recreados en esta narración donde, obviamente, destaca Concepción y sus alrededores.

Nada quedó de ese castillo que terminó por derrumbarse tras el terremoto del año 1960. Su mobiliario y materiales de construcción se remataron y también fueron saqueados. Hoy la Puerta de Leones, acceso a la II Base Naval de Talcahuano, ostenta dos leones que perteneciera a ese castillo y también en el Club Concepción de la ciudad se encuentra una chimenea de materiales nobles. Hoy sólo existe el parque y las Isidoras que invitan a un recorrido turístico.

Doña Isidora fallece de un infarto añorando Lota y su magnífico castillo junto a su parque de cuento de hadas que no alcanzó a habitar.
Es esta una novela entretenida, amena y muy necesaria de leer para calibrar los hechos derivados de este lugar de nuestro país, así como los sucesos históricos relacionados con esta mujer visionaria, aguerrida, plena de iniciativas modernas y plena de contradicciones como todo ser humano.

Ficha técnica:

El Castillo de Isidora. Iván Valeria
Ediciones UCSC, 296 pág. 75 capítulos. Primera Edición, Diciembre 2019.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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