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Chile en marcha cuesta arriba: Con escuetos anuncios económicos Piñera dice que este año será «sin duda más difícil» MERCADOS

Chile en marcha cuesta arriba: Con escuetos anuncios económicos Piñera dice que este año será «sin duda más difícil»

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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Con un discurso de 51 páginas que mencionó solo una vez la frase «crecimiento económico» – y otras 8  más crecimiento a secas- la novedad fue poca y la reacción del mundo privado la esperada. «Hay desanimo», aseguró un dirigente gremial tras la cuenta. «Es un discurso con todo lo viejo y pocos anuncios en materia de empujar la economía, vago», comentó un empresario a El Mostrador Mercados. Lo que sí dejó el mensaje presidencial fue la molestia DC ante el desconocimiento de La Moneda a los acuerdos suscritos en la reforma previsional, enojo que estalló cuando el Mandatario dijo que «el ahorro previsional les pertenece a los trabajadores, nadie debe utilizarlos para otros propósitos y son ellos quienes tienen derecho a decidir quién los administra». 


Por primera vez en horario prime el Presidente, Sebastián Piñera, entregó su segunda cuenta pública. Con el peso de la promesa de campaña de los «tiempos mejores» que en 15 meses de gestión no se han materializado, el discurso del Mandatario en materia económica tuvo bien poca consistencia para revertir el escenario en este ámbito.

La semana pasada el desempleo había vuelto a mostrar síntomas de desánimo, cuando arrojó un 6,9% de desocupación a nivel país, superando las expectativas del mercado. A la par, Chile retrocedió siete puestos en competitividad en la medición de Institute for Management Development y quedó en el lugar 43 entre 63 economías.

Ante ello, el Gobierno optó por recurrir al camino fácil y usar la comodín de todo el año 2018: echarle la culpa a la administración de la expresidenta, Michelle Bachelet.  Los exministros de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre y Rodrigo Valdés, salieron rápidamente a rebatirle al actual jefe de la billetera fiscal, Felipe Larraín, quien finalmente reconoció que lo que va del 2019 ha sido difícil en materia económica.

Lo adornan el bajo consumo que ha afectado al retail, el escándalo del INE y la peligrosa apuesta que el PIB crezca 3,5% este año, algo que frente a todas las cifras -y la matemática- implicaría que el país avance a tasas del orden del 5% lo que queda del año, algo prácticamente imposible.

«Este año 2019 será, sin duda, más difícil y por múltiples razones: el debilitamiento de la economía mundial y de América Latina, la recesión o estancamiento en países como Argentina y Brasil, la guerra comercial y tecnológica desatada entre EEUU y China. También nos ha impactado el deterioro en nuestros términos de intercambio, con la caída del precio del cobre y alza del precio del petróleo. Y, por último la falta de colaboración de algunos sectores que han obstaculizado la aprobación de modernizaciones y reformas importantes, urgentes y necesarias para Chile», dijo el Presidente Piñera, tratando de endosar parte de la responsabilidad a la oposición por los problemas que han tenido reformas como la tributaria en el Congreso.

[cita tipo=»destaque»]Piñera entonces optó por la arenga. «Igual como el temple de un capitán se mide en aguas tormentosas, el temple de los países se mide en tiempos difíciles, cuando los chilenos siempre hemos sabido mostrar la calidad de la madera de la que estamos hechos.  Por eso, a pesar de todas estas dificultades y con la unidad y contribución de todos los chilenos, este año nuestro país crecerá entre 3% y 3,5%, liderando el crecimiento de América Latina y superando al mundo. Crearemos más de 150 mil empleos estables, con contrato y seguridad social, y los salarios crecerán. La inversión y la productividad seguirán creciendo y los equilibrios macro económicos se fortalecerán», detalló en la primera parte de su análisis económico.[/cita] 

Cabe recordar que la semana pasada el Gobierno cambió todos los logos institucionales con la intención de potenciar el slogan «Chile en marcha», eje de la propuesta económica de La Moneda, que ha tenido un difícil primer semestre no solo por las cifras, sino por sus reformas que han tenido un dificultoso avance a nivel parlamentario.

Piñera entonces optó por la arenga. «Igual como el temple de un capitán se mide en aguas tormentosas, el temple de los países se mide en tiempos difíciles, cuando los chilenos siempre hemos sabido mostrar la calidad de la madera de la que estamos hechos.  Por eso, a pesar de todas estas dificultades y con la unidad y contribución de todos los chilenos, este año nuestro país crecerá entre 3% y 3,5%, liderando el crecimiento de América Latina y superando al mundo. Crearemos más de 150 mil empleos estables, con contrato y seguridad social, y los salarios crecerán. La inversión y la productividad seguirán creciendo y los equilibrios macro económicos se fortalecerán», detalló en la primera parte de su análisis económico. 

Ya en el punto 8 de su discurso, los empresarios comenzaron a escuchar los anuncios especialmente enfocados a «Poner a Chile en marcha», como el mismo Mandatario bautizó este capítulo. Recordó entonces que el crecimiento económico integral es la clave para su Gobierno y que 2018 fue un buen año, sacando la carta del crecimiento del 4% y de recordar que multiplicó por tres a la anterior administración.

Hace rato que el sector privado, el mismo que llevó -en parte- a la derecha al poder nuevamente, está desalineado y desafectado con el gobierno. Sienten que la fuerza de la propuesta económica con que Piñera aterrizó en La Moneda se ha ido diluyendo y prueba de ello fue que, tempranamente, no estuvo dispuesto a reducir impuestos a las empresas.

En una referencia que duró menos de media página, el Presidente Piñera repasó rápidamente lo que ya se sabía sobre su Reforma Tributaria y continuó raudo hacia la Reforma de Pensiones. Nuevamente repitió lo que el Gobierno ya ha venido diciendo, aunque con un pequeño bemol: no hay opciones que el 4% adicional de cotización lo maneje de forma exclusiva un ente estatal: «Quiero reiterar que el ahorro previsional les pertenece a los trabajadores, nadie debe utilizarlos para otros propósitos y son ellos quienes tienen derecho a decidir quién los administra», sentenció el Mandatario. 

Las críticas no se hicieron esperar. El senador Alejandro Guillier replicó en twitter que el Presidente desconoció el acuerdo político adoptado en el Congreso para aprobar la idea de legislar de dicha reforma. Pero donde realmente molestó esa frase del Mandatario fue en la DC, ya que una de las condiciones que había puesto la falange para apoyar la reforma del Gobierno en la Cámara de Diputados -a costa del conflicto que eso generó con el resto de la oposición- decía relación con que el 4% adicional de cotización lo administre un ente público.

Piñera los descolocó anoche. «Quiero reiterar que el ahorro previsional les pertenece a los trabajadores, nadie debe utilizarlos para otros propósitos y son ellos quienes tienen derecho a decidir quién los administra», dijo abriéndole así las puertas a las AFP para que administren esta cotización adicional y descartando que este aumento se redistribuya en los actuales pensionados.

Visiblemente molesto, el presidente de la DC, Fuad Chahin, dijo a su salida del Congreso que el Gobierno desconoció los acuerdos adoptados con la falange “Puedo decir que es inaceptable que gobierno incumpla sus acuerdo gracias al lobby de las AFPs. Lamentablemente el gobierno se puso de rodillas ante las AFPs y el Presidente borra con el codo lo que los ministros firman con la mano”. Por eso, el timonel anunció que congelaba las relaciones de la DC con el gobierno: “No podemos seguir hablando con quien no cumple sus compromisos”.

Nada nuevo

Tras referirse a las pensiones, Piñera recapituló los alcances de la ya conocida Reforma Laboral y de la Reforma de Isapres. Como dato fresco dijo que en Fonasa licitará la compra de más de 2000 medicamentos, que representan el 80% del consumo de los chilenos.

Piñera -que al principio destacó que 7,4 millones de chilenos han superado la pobreza y que Chile lidera en América Latina el ingreso per cápita- pasó someramente por los sectores más relevantes de la economía. A minería no le dedicó más de veinte línea, recordó que el año pasado se capitalizó Codelco y que «estamos desarrollando una minería moderna y sustentable y avanzando en una cartera de 44 grandes proyectos de inversión, que significan más de US$65.000 millones en el período 2018 – 2027.  También el año pasado capitalizamos Codelco por US$1.000 millones». 

Agregó que «pronto anunciaremos una Política Nacional del Litio, lo que permitirá a Chile agregar valor y aprovechar en plenitud este valioso recurso mineral», sin entrar en ningún detalle sobre qué trataría ésta. 

El anuncio «novedoso» vino de la mano de un viejo proyecto: el tren rápido Santiago-Valparaíso, aunque de todos modos la pelota queda del lado del desarrollo privado.»El Ministerio de Obras Publicas ha declarado de interés público los proyectos para construir los tan anhelados trenes de pasajeros y carga, que conectarán la ciudad de Santiago con los puertos de Valparaíso y San Antonio y preparándonos para llamar a una licitación internacional. También hemos iniciado los estudios para analizar la viabilidad de construir metros en otras ciudades, partiendo por Concepción», explicó el Presidente.

La propuesta llega luego que los mismos promotores de la iniciativa, un consorcio chino-chileno inicialmente, dejaron hace meses en evidencia la desidia del Gobierno con la obra, que debía anoche pasó de ser una iniciativa privada a un anuncio presidencial.

Piñera también, recordó, como fue la tónica del discurso en materia económica, el plan de obras que contempla inversiones por más de US$ 4 mil millones este año y más de US$ 20 mil millones para el cuatrienio 2018-2022.

La ultima «pasadita» en materia económica se refirió a aspectos internacionales. «En junio participaremos en la Cumbre del G-20 en Japón y en agosto, por primera vez en nuestra historia, en la Cumbre del G-7 en Francia», dijo destacando la presencia de Chile en el concierto mundial de las economías más poderosas del mundo. 

Con un discurso de 51 páginas que mencionó solo una vez la frase «crecimiento económico» – y otras 8  más crecimiento a secas- la novedad fue poca y la reacción del mundo privado la esperada. «Hay desanimo», aseguró un dirigente gremial tras la cuenta.

«No hay mucho que comentar, porque lo que había ya se sabía», agregaron en el sector privado.  «Es un discurso con todo lo viejo y pocos anuncios en materia de empujar la economía, vago», comentó un empresario a El Mostrador Mercados.

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