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El desquiciamiento del debate constitucional y el triunfo del Apruebo Opinión

El desquiciamiento del debate constitucional y el triunfo del Apruebo

Valentina Saavedra y Carolina Garcia
Por : Valentina Saavedra y Carolina Garcia Integrante de Autonomía Feminista y Asamblea Feminista Plurinacional. Militante de Partido Comunes/Integrante de Autonomía Feminista Secretaria General de Partido Comunes
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Todos estos esfuerzos truncados que hemos visto en la derecha en el último tiempo relacionados con el plebiscito, además de intentar desquiciar el debate y confundir, dan cuenta de un hecho concreto: el triunfo del Apruebo. El actuar de la derecha en general y de Evópoli y UDI en particular, ponen en evidencia una vez más lo que siempre han sido: una fuerza elitista que buscará evitar a toda costa una ampliación democrática como salida a la crisis social y política en Chile. Perseveran en su búsqueda desesperada por aplacar el malestar social con una pantomima que renueve la vigencia de los privilegios que tanto protegen, impidiendo una apertura a nuevos intereses que le den cabida al nuevo Chile en la política.


Esta semana la UDI presentó un proyecto de reforma constitucional que pretende eliminar la opción de Convención Constitucional para el proceso constituyente, proponiendo en su reemplazo un “Congreso Constituyente”. La excusa: evitar un gasto excesivo del Estado en remuneraciones, preocupación que resulta absolutamente inverosímil para un sector que se opuso a la rebaja de la dieta y que, además, ha sido despejada como argumento por algunos expertos, considerando el gasto extra que implicaría hacer la modificación en el proceso.

Esta propuesta no parece otra cosa más que una nueva artimaña de la derecha por desestabilizar el referido proceso. El Rechazo avanzó en su sector, no solo por el retroceso en el liderazgo de Desbordes, sino también porque Evópoli ha hecho aún más evidente su renuncia a ser una fuerza de Evolución Política, y se han decidido por la opción de rechazar en el plebiscito por la Nueva Constitución. Desechada la opción de eliminar el plebiscito de entrada y pasar directamente a la elección del mecanismo, hoy intentan salvaguardar sus intereses por la vía de que sea un Congreso Constituyente el que redacte la nueva Constitución.

Lo que la UDI no expresa en su propuesta es que el supuesto Congreso Constituyente no es más que mandatar al Congreso electo la Nueva Constitución, eliminando cuestiones fundamentales como la composición paritaria o los escaños reservados para Pueblos Indígenas, cuestión que han denunciado las feministas. También elimina la limitación de los convencionales a postular a nuevos cargos en la siguiente elección; transforma, la elección parlamentaria, la elección constituyente; y no asegura las instancias de participación ciudadana que requiere un proceso. En definitiva, la propuesta de la UDI intenta burdamente eliminar la opción de un organismo 100% electo para el proceso constituyente, por uno 100% compuesto por el Congreso. Lo que es diametralmente opuesto a lo que la ciudadanía ha estado demandando.

Todos estos esfuerzos truncados que hemos visto en la derecha en el último tiempo, relacionados con el plebiscito, además de intentar desquiciar el debate y confundir, dan cuenta de un hecho concreto: el Apruebo ha triunfado. Lo que no es más que el triunfo de la ciudadanía movilizada que, a pesar de la pandemia, se ha mantenido alerta, protestando con los medios que se tienen al alcance, construyendo redes locales, caceroleos, manifestaciones con distanciamiento, entre otros. Dejando claro que la crisis que mantuvo la revuelta social desde octubre en adelante, se mantiene abierta y que cambiar las reglas del juego para construir una sociedad más justa y democrática es más necesario que nunca.

El actuar de la derecha en general y de Evópoli y UDI en particular, ponen en evidencia una vez más lo que siempre han sido: una fuerza elitista que buscará evitar a toda costa una ampliación democrática como salida a la crisis social y política en Chile. Perseveran en su búsqueda desesperada por aplacar el malestar social con una pantomima que renueve la vigencia de los privilegios que tanto protegen, impidiendo una apertura a nuevos intereses que le den cabida al nuevo Chile en la política.

Por esto, quienes nos sentimos parte de fuerzas políticas y sociales que apuestan por una salida democrática a la crisis, podemos decir que damos un paso adelante. Los erráticos movimientos de la derecha dan cuenta del triunfo del Apruebo. Ahora vamos por que dicho triunfo sea completo: el 25 de octubre aprobamos una Convención Constitucional paritaria y plurinacional.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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