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Una agenda pro inversión para la transformación del sector energético Opinión

Una agenda pro inversión para la transformación del sector energético

Claudio Huepe Minoletti
Por : Claudio Huepe Minoletti Ministro de Energía.
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El Gobierno del Presidente Gabriel Boric propone cuatro grandes ejes de trabajo: transición justa, superación de la desigualdad energética, seguridad y descentralización energética, que deben implementarse con visión sistémica y de largo plazo, combinando rigor técnico con diálogo con los diversos actores. En los primeros seis meses, esos ejes se han expresado en acciones como la agenda de energía, el piloto de Gas de Chile, la creación de la oficina de Género y Derechos Humanos, la ley de estabilización de los precios de la electricidad, la puesta en marcha del subsidio de electricidad en la ley de servicios básicos, la desconexión de centrales térmicas, el comité de transición justa en Tocopilla, los comités interministeriales de hidrógeno verde y de transición socioecológica justa y las mesas de trabajo para el desarrollo del pellet, la seguridad eléctrica, la calidad de suministro y la pobreza energética, entre mucha otras.


La agenda pro inversión lanzada esta semana por el Ministerio de Energía, pone en marcha un plan de trabajo para toda la industria energética que busca activar un círculo virtuoso de inversión, crecimiento y desarrollo, para transformar al sector en la punta de lanza de un modelo de sociedad más productiva, ecológica, próspera y armónica.   

El objetivo de esta profunda transformación es que el sector energía despliegue todo su potencial para mejorar la vida de los habitantes de nuestro país, aportando a la protección del medio ambiente, a un crecimiento económico vigoroso, con más y mejores empleos, y a la satisfacción de las múltiples necesidades sociales. La búsqueda de este círculo virtuoso entiende que las inversiones deben reflejarse no solo en crecimiento económico sino también en un sostenido mejoramiento de la calidad de vida de todas y todos.

Para lograr lo anterior, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric propone cuatro grandes ejes de trabajo: transición justa, superación de la desigualdad energética, seguridad y descentralización energética, que deben implementarse con visión sistémica y de largo plazo, combinando rigor técnico con diálogo con los diversos actores. En los primeros seis meses, esos ejes se han expresado en acciones como la agenda de energía, el piloto de Gas de Chile, la creación de la oficina de Género y Derechos Humanos, la ley de estabilización de los precios de la electricidad, la puesta en marcha del subsidio de electricidad en la ley de servicios básicos, la desconexión de centrales térmicas, el comité de transición justa en Tocopilla, los comités interministeriales de hidrógeno verde y de transición socioecológica justa y las mesas de trabajo para el desarrollo del pellet, la seguridad eléctrica, la calidad de suministro y la pobreza energética, entre mucha otras.

Estas acciones buscaron dar certezas y estabilidad en un sector fuertemente remecido por las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, además del desafiante momento internacional, con presión de costos, incertidumbre de oferta y demanda, riesgos de seguridad, crisis climática y cambios tecnológicos. Las medidas impulsadas con mucho diálogo, en un trabajo de articulación con el sector privado y un estrecho vínculo con la ciudadanía, han permitido avanzar en la recuperación de la confianza de todos los actores.

Apoyada en esta mayor estabilidad, la agenda pro inversión propone revisar con plazos y objetivos definidos, temas clave que permitan la materialización de varias decenas de miles de millones de dólares en inversiones potenciales durante el próximo lustro, activando el círculo virtuoso mencionado. Para el 2022 se han definido siete temas: seguridad, calidad y servicio en corto plazo, el reglamento de potencia de suficiencia, el almacenamiento de combustibles, los procesos de permisos, algunas obras urgentes y producción local (crucial para esta nueva etapa, pues generar encadenamientos productivos, servicios y negocios relacionados es clave para avanzar desde el crecimiento económico a un desarrollo económico sostenible).   

La agenda pro inversión se suma al trabajo regulatorio de largo plazo que está llevando adelante el Ministerio de Energía en almacenamiento eléctrico, transmisión y distribución, sistemas medianos, licitaciones y calidad de servicio, así como en el desarrollo de la industria de hidrógeno verde entre otros temas, todos enmarcados en el desafío sistémico de una transición energética justa, descentralizada, con mayor seguridad e igualdad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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