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La memoria del pasado para los desafíos del futuro Opinión

La memoria del pasado para los desafíos del futuro

Lorenna Saldías Yáñez
Por : Lorenna Saldías Yáñez Secretaria general Partido Radical.
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Habitar la República significa retomar las palabras de nuestro correligionario Presidente Pedro Aguirre Cerda y señalar con fuerza que “la política no está solo en La Moneda, sino también en el minero y el apir, la industrial, la docente y el asalariado, el agricultor y la gañán, cuyos dolores y aspiraciones nosotros representamos”. El nuevo Chile necesita un nuevo progresismo, el cual no puede ser otro que recuperar el viejo sentir progresista, aquel por el cual Luis Gastón Lobos luchó: patriota, popular y defensor de las oprimidas y los oprimidos.


Cuando se cumplen 49 años del Golpe de Estado y tras perder el plebiscito que iba a terminar con la herencia dictatorial, se hace necesario reflexionar sobre nuestro futuro como progresismo. Esta es la mejor manera de honrar la memoria de nuestros compatriotas que fueron torturados, ejecutados y desaparecidos.

El legado de nuestro correligionario radical, Luis Gastón Lobos Barrientos, quien es uno de los dos diputados detenidos desaparecidos por la dictadura, es una luz que nos sirve para reflexionar sobre el futuro del radicalismo y la centroizquierda.

En sus últimos discursos en el Congreso, Lobos recordaba que los radicales entregaremos todo nuestro esfuerzo y votos para que no se siga tramitando a los trabajadores “que verdaderamente merecen mucho más de lo que se les ha entregado hasta ahora”.

¿Qué diría Luis Gastón Lobos si viera a sus correligionarios y aliados menospreciar la decisión popular y soberana del pueblo de Chile? ¿Qué diría nuestro diputado mártir, si miramos en menos el amor del pueblo por su patria y sus tradiciones?

El Presidente Boric nos llamó a habitar la República para descubrir los diferentes rincones, historias y realidades de nuestro territorio, pero habitar la República es también habitarla desde los sectores populares, urbanos y rurales. Habitar la República es habitar el país, sin miedo a sus personas, sin miedo a su gente y a sus visiones. Sin menospreciar al pueblo de Chile cuando sus diferentes naciones y culturas toman un rumbo diferente a la visión que tenemos.

Habitar la República significa retomar las palabras de nuestro correligionario Presidente Pedro Aguirre Cerda y señalar con fuerza que “la política no está solo en La Moneda, sino también en el minero y el apir, la industrial, la docente y el asalariado, el agricultor y la gañán, cuyos dolores y aspiraciones nosotros representamos”.

El nuevo Chile necesita un nuevo progresismo, el cual no puede ser otro que recuperar el viejo sentir progresista, aquel por el cual Luis Gastón Lobos luchó: patriota, popular y defensor de las oprimidas y los oprimidos.

El nuevo progresismo (y por sobre todo el nuevo radicalismo) es una promesa hacia la ciudadanía, que no habrá personas, empresas e instituciones privadas o públicas lo suficientemente poderosas para poner su pie sobre el resto. La nueva centroizquierda se construye a partir de nuestra historia y con nuestros colores, pero para poder crear un nuevo futuro.

Nuestros detenidos y detenidas desaparecidos(as) deben ser para nosotros una luz que nos recuerda el lado de la cancha en el que debemos estar: donde están las y los que luchan por superar las herencias de ese poder dictatorial de la vieja Constitución. Ese será nuestro mayor homenaje a ellos.

Tras la derrota electoral del domingo 4, es necesario renovar los bríos y también las esperanzas. La gente quiere y necesita una nueva y buena Constitución. Es responsabilidad nuestra estar a la altura, como hace años lo estuvieron personas como Lobos Barrientos, para afrontar el desafío de empoderar para construir el anhelado nuevo Chile.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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