Opinión
Dice mucho que las cifras de exclusión muestren niños en primeros ciclos básicos, lo que cambia un patrón histórico. Esta situación es indicativa de la incapacidad del Estado de llegar al interior de la familia con apoyo a la crianza. Allí se requiere de una oferta temprana y con evidencia que llegue antes de que aparezcan los riesgos, que opere cuando el vínculo con la madre, padre o cuidador aún es poderoso, antes de los 14 años.
Dos pequeños niños portando cuchillos en plena Alameda frente a su madre. Por la mañana uno de 14 años detenido, acusado de sicariato. Días atrás, con tan solo 5 años, otro participando de una barricada. En Antofagasta niños entrando a una escuela con un arma modificada. Aumento sostenido de niños en delitos graves y niños vulnerados. Veinticinco mil en listas de espera ambulatoria del Servicio de Protección Mejor Niñez, ni hablar de acceso a salud mental o niñas víctimas de explotación sexual. Más de 50 mil nuevos excluidos del sistema escolar y sobre 1,2 millones en riesgo crónico de ausentismo. Con una nueva Ley de Garantías de la Niñez, con nuevos servicios de protección y reinserción en proceso, con oficinas locales de la Subsecretaría de la Niñez implementándose, cabe preguntarse: ¿dónde está la protección a la infancia? Estamos llegando demasiado tarde.
La prevención social temprana es mínima o no existe, incluso donde había algún desarrollo en el Estado se ha optado por cambiar el foco hacia los mayores de 16 años, poniendo el énfasis en las consecuencias y no en las causas.
Dice mucho que las cifras de exclusión muestren niños en primeros ciclos básicos, lo que cambia un patrón histórico. Esta situación es indicativa de la incapacidad del Estado de llegar al interior de la familia con apoyo a la crianza. Allí se requiere de una oferta temprana y con evidencia que llegue antes de que aparezcan los riesgos, que opere cuando el vínculo con la madre, padre o cuidador aún es poderoso, antes de los 14 años.
No contar con una agenda temprana de prevención social es perpetuar estas graves vulneraciones en la niñez. La sociedad civil ha levantado oferta con evidencia contundente como Familias Unidas, de la Universidad de Miami, vigente en Chile desde 2015; o Comunidades que se Cuidan, de la Universidad de Washington; PMTO; ICPS, que trabaja habilidades socioemocionales en niños preescolares, y otras con las cuales es posible levantar una oferta local, con resultados y oportuna.
Sin embargo, sin la voluntad y capacidad del Estado, a través de su institucionalidad liderada por la Subsecretaría de la Niñez, el esfuerzo de Fundaciones y ONGs, incluso de los Gobiernos Regionales, es insuficiente para prevenir y dejar de llegar tarde en la protección de la niñez.
