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Las mujeres que desafiaron a Pinochet estrenan documental BRAGA

Las mujeres que desafiaron a Pinochet estrenan documental

Marco Fajardo
Por : Marco Fajardo Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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“Las Dawsonianas” cuenta la historia de las esposas de los prisioneros del campo de concentración de isla Dawson, en la Región de Magallanes, donde la dictadura del general Augusto Pinochet recluyó a las principales autoridades del derrocado Gobierno constitucional del Presidente Salvador Allende. “Es un relato íntimo desde dentro del poder, sobre cómo un grupo de mujeres se une y enfrenta a la cúpula golpista, incluyendo al mismo Pinochet en persona”, explica su realizador, Roberto Riveros. Tendrá un preestreno este jueves en la Universidad Central.


Un documental con los testimonios de las mujeres de los presos políticos de la dictadura militar en el campo de concentración de isla Dawson, en la Región de Magallanes, tendrá su preestreno este jueves.

Se trata de Las Dawsonianas, del director Roberto Riveros Jiménez, protagonizado, entre otras, por Moy de Tohá, Isabel Morel Gumucio, Lily Castillo, Irma Cáceres, Kenny Hirmas, Adriana Rondón González, Elisa Cruz, Angélica Silva, Angélica Beas, Mercedes Costa, Lila Ojalvo y Moira Lavanderos.

“Es un relato íntimo desde dentro del poder, sobre cómo un grupo de mujeres se une y enfrenta a la cúpula golpista, incluyendo al mismo Pinochet en persona”, explica su realizador.

Producido por los periodistas Angélica Beas Millas y Sergio Campos, el documental debutó en el Circuito de Festivales con una Nominación a Mejor Tráiler, en TMFF – The Monthly Film Festival, evento realizado el 30 de diciembre 2022, en la Ciudad de Glasgow, Inglaterra.

La cinta será exhibida a las 16:00 horas en el Aula Magna de la Universidad Central (Lord Cochrane 418, Metro Parque Almagro), por invitación de dicha casa de estudios, el equipo de producción del documental y Cintamani Films.

Torturas a autoridades

Tras el derrocamiento del Gobierno constitucional del Presidente Salvador Allende, hecho del cual se cumplen 50 años este 11 de septiembre, la dictadura del general Augusto Pinochet creó diversos campos de concentración en el norte (Pisagua, Chacabuco), el centro (Puchuncaví) y el sur del país.

La isla Dawson fue el destino de las principales autoridades de la época. Allí estuvieron detenidos, entre otros, el exministro de Defensa José Tohá, quien falleció en 1974 en extrañas circunstancias en el Hospital Militar de Santiago; el excanciller Orlando Letelier, luego expulsado al exilio y asesinado en Washington en 1976; el excanciller Clodomiro Almeida, todos ellos socialistas, así como el jefe del Partido Comunista, Luis Corvalán, y el Premio Nacional de Arquitectura Miguel Lawner, donde sufrieron torturas, malos tratos y vejaciones.

Según sus creadores, el documental emerge como un relato coral de un grupo de mujeres que se enfrentó a la dictadura de Pinochet desde sus primeras horas, y que se convirtió en un referente articulado de oposición frontal a la misma.

Además de productora, Angélica Beas también es una de las protagonistas del documental. Su situación fue muy especial, porque en 1972 se había separado de Carlos Jorquera, jefe de prensa de Salvador Allende, quien acompañó al Presidente hasta el último momento el 11 de septiembre en La Moneda, “en una decisión de lealtad y coherencia impecable”.

“Por lo tanto, no dudé ni un minuto en asumir el rol de esposa. No hacerlo me habría parecido imperdonable, era el padre de mis hijas. Pasan los años y sigo creyendo que no podría haber hecho otra cosa”, cuenta.

Ella relata que en el documental hay muchas experiencias diversas desde el punto de vista personal, “pero todas convergen en la idea de salvar la vida a un puñado de hombres que buscaron servir a los chilenos desde el ejercicio del poder democrático”, en una “narración coral de un grupo de mujeres, quienes a partir del recuerdo de cada una, van construyendo un relato común de una historia que fue compartida por todas las mujeres cuyos maridos fueron confinados”.

Cruzada peligrosa

Riveros es documentalista y académico de la UCEN, que contó con el Laboratorio Audiovisual UCEN como equipo realizador para su obra. Anteriormente abordó este tema en su filme La reunión, memorias de Dawson, de 2018.

Tal como en aquel, en este documental las protagonistas son las esposas y exesposas de algunos de los hombres que conformaron el círculo más cercano a Salvador Allende y que, en septiembre de 1973, fueron hechos prisioneros y trasladados a isla Dawson.

“Hablamos de personajes como Victoria Morales Etchevers, madre de la actual ministra del Interior Carolina Tohá y viuda del exministro de Defensa José Tohá, asesinado en 1974. O Isabel Morel Gumucio, madre del exsenador Juan Pablo Letelier y viuda del exministro de Relaciones Exteriores Orlando Letelier, asesinado en 1976”, cuenta.

“Ellas, al buscar a sus maridos y proteger a sus familias, se ven envueltas en una cruzada peligrosa que las convierte en activistas de oposición a la dictadura y, también, a la cultura patriarcal imperante en la época y el mundo militar. Sus acciones tuvieron alcance internacional”, destaca.

Ilustración de Miguel Lawner.

Romper el cerco mediático

Para Beas, el objetivo de la cinta tiene que ver con dos ejes centrales: rescatar la memoria trayéndola al presente y contar una historia que merecía ser contada.

“Durante los primeros meses de la dictadura, el bloqueo mediático fue extraordinariamente feroz; hombres y mujeres eran detenidos sin que se supiera su paradero, se asesinaba a mansalva a gente de izquierda y nada de eso aparecía en los medios de comunicación nacional. En eso, me atrevo a decir que ‘las Dawsonianas’ tuvimos un rol bien significativo, porque logramos romper cercos e informarle al mundo lo que estaba pasando”, relata.

Algunas de ellas conocían el mundo militar por los cargos que habían ejercido sus maridos; otras poseían vínculos con gobiernos y embajadas, otras tenían profesiones con contactos con diarios de otros países.

“Todo eso nos permitió enfrentar a los militares sin darles tregua, a pesar de las amenazas, detenciones y múltiples hostigamientos a los que fuimos sometidas”, recuerda Beas.

“Muchas de nosotras no teníamos mayor vinculación política partidaria, salvo la adhesión al Gobierno de la Unidad Popular. Pero había otras, como Lily de Corvalán e Irma Almeyda que sí tenían una mirada política y nos orientaban. También mujeres como Moy de Tohá o Isabel Margarita de Letelier, quienes conocían a Pinochet y a otros militares con quienes tuvieron duros enfrentamientos. Cada una jugó un rol y entre todas nos repartíamos las tareas. Nos reuníamos  una vez por semana, generalmente en casa de Cecilia Bachelet de Miranda, que tenía una pieza aislada para que los niños no nos oyeran. Ahí planificábamos las gestiones que debíamos hacer y cada una proponía ideas, inquietudes y sobre todo nos dábamos fuerza”. 

Beas explica que tuvo muchas razones para participar en la cinta, “pero probablemente porque nunca dejé de recordar lo que una noche me dijo Gabriel García Márquez durante mi exilio en México: ‘Tú eres periodista y como tal tienes el deber de dejar registro de lo que fueron las Dawsonianas’. Era una deuda pendiente y yo pensaba escribir un libro”.

“Un día comenté esto frente a Sergio Campos y él me propuso que en vez de un libro hiciéramos un documental. Me ofreció la ayuda de la Universidad Central, de los alumnos de Periodismo y la experiencia del cineasta Roberto Riveros”, detalla.

Así fue como ella empezó a llamar a las “amigas Dawsonianas” y proponerles la idea.

“No siempre fue fácil porque muchas no querían tener que recordar. Pero también comprendieron que sus testimonios ayudarían a conocer la historia  para dejárselas a los más jóvenes”, acota.

Fueron agendando las entrevistas que hizo Sergio Campos y el equipo de filmación iba a la casa de cada una y recogiendo los recuerdos.

Al centro, Hortensia Bussi, viuda de Allende, rodeada de algunas de las protagonistas del documental, durante su exilio en México.

Salvaguardar la memoria

Por su parte, el cineasta pretende contribuir a la salvaguarda de la memoria histórica de Chile, “labor donde todas las voces debiesen ser rescatadas, conservadas y difundidas, pues, para luchar contra la impunidad, es fundamental recordar”.

“Otro objetivo fue centrarnos en el relato de las mujeres de manera íntima y comprometida, con un equipo joven compuesto principalmente por mujeres, quienes conectaron y construyeron una mirada compleja sobre los eventos, con perspectiva de género y desde el presente”, cuenta.

La historia le llegó a través de la periodista Angélica Beas y el periodista Sergio Campos, quienes sintieron la inquietud de contar sobre las Dawsonianas, antes de que fuera demasiado tarde, pues muchas de sus protagonistas son mayores, agrega.

Riveros además considera a La reunión, memorias de Dawson como una versión preliminar de Las Dawsonianas, que se mostró en 2018 y que luego “quedó atrapada entre revuelta social y pandemia”.

El año pasado, junto al equipo de Cintámani Films, el realizador decidió relanzar el documental este 2023, con un nombre más apropiado, musicalización y diseño sonoro nuevo hecho por artistas magallánicos encabezados por Cristián Cárdenas e, incluso, un tema inédito compuesto e interpretado por Colombina Parra para el documental.

El cineasta Roberto Riveros.

Terrorismo de Estado

Anteriormente, Riveros además filmó La resistencia de los metales (2016), que habla del campo de concentración de Chacabuco. ¿Por qué le interesa el tema del terrorismo de Estado?

“Creo que el terrorismo de Estado y fundamentalmente la impunidad, es una cruz que arrastra el país de manera dolorosa. Se instaló como definición de Chile hasta el día de hoy. Ya lo decía Violeta Parra en una de sus canciones: ‘Chile limita al centro de la injusticia'”, comenta el cineasta.

“La memoria es una manera de combatir la impunidad. El Estado de Chile ha ratificado tratados internacionales sobre derechos humanos donde garantiza el derecho a la memoria de todos los ciudadanos, justamente para que no se repitan los crímenes del pasado. Sin embargo, en lo concreto, a la memoria se la lleva el tiempo y, en el caso de Chacabuco, exsalitrera y campo de concentración donde se filmó La resistencia de los metales, se la lleva el desierto. La memoria, finalmente, queda en manos de personas comunes y corrientes, que son capaces de transmitir en relatos, canciones, obras teatrales, libros y películas, lo que el poder quiere callar y olvidar”, reflexiona.

En el marco de los 50 años del golpe de Estado, a juicio del realizador, este trabajo además “suma nuevas voces y, sobre todo, nuevas perspectivas respecto a lo que aconteció en 1973”.

Para Beas, en este contexto es vital “traer al presente esos recuerdos que son parte de la historia de un gran número de hombres y mujeres de este país” y contarles a las nuevas generaciones “un pedazo de lo que ocurrió en esos años tan dolorosos y dramáticos para Chile”.

“En este sentido, fue muy impactante ver la reacción de asombro y solidaridad con nosotros que manifestaron los alumnos que participaron en el documental. Muchos no sabían nada o poco y eso nos dio más razón para esforzarnos en dar a conocer y recuperar esas memorias. La memoria de esos atropellos nunca debe perderse”, recalca.

Especialmente tras el estallido de 2019, para ella la memoria de lo que pasó en esos años oscuros “es el mejor tratamiento para combatir el terrorismo de cualquier Estado en cualquier momento”. Y cita al escritor uruguayo Eduardo Galeano, para quien “la memoria es un puerto de partida” que sirve para “pensar el pasado del que todavía hoy estamos hechos”.

“Y este país está hecho con personas que ejercieron un terrorismo de Estado y las víctimas de ello. No hago dos lecturas en eso”, concluye.

Ficha técnica:
País: Chile, 2023
Duración: 62 minutos
Producción Ejecutiva: Angélica Beas Millas, Sergio Campos Ulloa
Dirección: Roberto Riveros Jiménez
Equipo Realizador y de Investigación: Scarlett Rost, Magdalena Rubio, Daniel Achurra,
Pía Oliva, Valentina Adones, Laboratorio Audiovisual UCEN 2018.
Guion: Macarena Navarrete Muñoz, Roberto Riveros Jiménez
Producción Periodística: Sergio Campos Ulloa, Angélica Beas Millas, Ignacio Paz Palma.
Montaje: Ramón Alaniz, Roberto Riveros Jiménez.
Producción Música Original: Cristián Cárdenas Velásquez
Postproducción Sonido y Mezcla: Alexander VanLawren, Cristián Cárdenas Velásquez
Distribución: Cintámani Films


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