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Colo Colo terminó con la paternidad de Cobreloa, con tres goles de Felipe Flores

Colo Colo terminó con la paternidad de Cobreloa, con tres goles de Felipe Flores

El cuadro popular lavó sus heridas en Calama propinándole al cuadro minero una impensada goleada de 4-0, que dejó a los nortinos al borde de perder la categoría. A partir de este encuentro, además, albos y loínos exhiben igual número de victorias: 34. De paso, Esteban Paredes anotó su gol número 100 con la camiseta alba.


Pocas veces Colo Colo había visitado Calama más debilitado y disminuido por sus muchas ausencias. Por lo mismo, el cuadro albo, que sumaba cinco derrotas en las últimas semanas(tres en el plano local y dos en Copa Libertadores), se antojaba la víctima propicia para un Cobreloa que, acuciado por la necesidad de sumar de a tres para salir de la zona de descenso, reafirmara su paternidad sobre el «Cacique».

Pero nada de ello ocurrió. Con escasa pericia para convertir en gol las pocas oportunidades que logró procurarse, el cuadro calameño sufrió la contundencia de un Felipe Flores, que irregular, discutido y exageradamente simulador en ocasiones, en el flamante estadio “Zorros del Desierto” se mandó un segundo tiempo notable, convirtiendo tres goles que bien pudieron ser cuatro, de no haber estado el arquero Palos tan atento para mandar al córner, en un esfuerzo extremo, ese “globito” con que el delantero quiso sorprenderlo al verlo adelantado.

Fue un 4-0 categórico que, en cierta medida, constituye todo un bálsamo para este Colo Colo golpeado por su temprana eliminación en la Copa Libertadores y que, ahora, resucitó entre aquellos que tienen opciones de atrapar el título (debajo de Cobresal y Universidad Católica, obviamente). Un alivio para los jugadores y para el técnico Héctor Tapia, que ganando no sólo cortaron su desusada racha de contrastes, sino que, de paso, dieron fin con la paternidad del único equipo nacional que podía ostentar superioridad histórica sobre el «Cacique». A contar de este partido, Colo Colo y Cobreloa están igualados: cada uno puede mostrar 34 victorias sobre el rival clásico en torneos nacionales.

No fue fácil. El marcador sugiere una tremenda superioridad que, al menos en el juego, nunca existió. Ocurrió que Cobreloa falló en la puntada final –vaya detalle-, pero de jugar a jugar incluso por largos pasajes fue mejor que su golpeado rival.

Marcando la salida, algo que, está probado, complica sobremanera a Colo Colo, imponiendo un fútbol de marca y de refriega, Cobreloa se llevó por delante al Cacique, que con muchas ausencias importantes demostraba, una vez más, tener un plantel demasiado escaso para un equipo que iba a luchar en dos frentes.

El paraguayo Cáceres, por ejemplo, un elemento respetable por su excelente juego aéreo, con pelota a ras de piso se equivocaba seguido y, cuando llegaba a ganar, terminaba casi invariablemente entregándose a un rival. Las mejores oportunidades de Cobreloa, las más claras, surgieron de fallas del guaraní, que terminó por afirmarse definitivamente sólo cuando Colo Colo, a favor de la ventaja que le había dado Flores, decidió replegarse para achicar espacios.

El chico Carvallo se iluminó a los 54 minutos para meter un extraordinario pase profundo para Flores, que resistió la marca y pudo despachar el zurdazo que significó el tanto de la apertura, pero salvo esa jugada lo suyo no significó un gran aporte. Excesivamente livianito, perdió todas las refriegas y se quedó en la más absoluta intrascendencia.

En desventaja, frente a un Colo Colo conservador, Cobreloa se quedó sin armas para intentar primero el equilibrio y, luego, el vuelco que implicara un alivio dada su mala posición en la tabla de promedios.

Por el contrario: hasta perdió la aplicación que hasta ahí había mostrado y eso le significó que pocos minutos después, a los 63, Flores volviera a filtrarse entre los defensores naranjas para batir desde cerca a Palos, claramente sorprendido de la falla de sus zagueros.

Cobreloa sintió el golpe. Ni siquiera las modificaciones que intentó el “Fantasma” Figueroa le rindieron algún fruto. Colo Colo se hacía cada vez más fuerte y encontraba amplios espacios para seguir aumentando la cuenta en caso de coordinar rápidas y claras salidas.

Y ya jugándose los cinco minutos de descuento, el cuadro popular aprovechó dos veloces contragolpes que redondearon un marcador tan amplio como desusado en la historia de este partido ya clásico. Primero fue Paredes quien, escapando de campo propio, optó por la personal para sacarse al último defensor naranja y meter el zurdazo que significó para él –ahora sí en forma oficial- su gol número 100 con la camiseta alba.

Y luego, con un Cobreloa ya vencido y entregado, que sólo atacaba por inercia, en el último minuto Felipe Flores volvió a batir a Palos con un remate que se metió en un ángulo imposible para el meta loíno.

Cuando llegue la hora del análisis y del balance, esta victoria contundente y lapidaria sobre Cobreloa, y el triunfo en el Superclásico frente a Universidad de Chile, serán los únicos hitos positivos de una campaña alba que no pudo ser más mediocre. El albo es un plantel, aparte de escaso, avejentado y que requiere de una urgente cirugía mayor.

En cuanto a Cobreloa, otrora un grande, quedó colgando y con grandes posibilidades de perder la categoría. En la última fecha tendrá que luchar por su supervivencia nada menos que en Chillán y frente a Ñublense, otro que, tras perder ante la U, quedó también con la soga al cuello.

PORMENORES
Estadio: Zorros del Desierto.
Público: 9.866 espectadores.
Arbitro: Julio Bascuñán.
COBRELOA: Palos; Ahumada, Silva (67´, Hidalgo), Zbrun; Romero (58´, Barboza), Sanhueza, Pérez, González; Cristaldo (74´, Herrera); López, Jiménez.
COLO COLO: Garcés; Cáceres, Barroso, Vilches; Rodríguez, Fierro, Pavez (75´, Contreras), Baeza, Beausejour (77´, Zúñiga); Carvallo (67´, Paredes); Flores.
GOLES: 54´, 63´ y 95´, Flores, y 91´ Paredes.
Tarjetas amarillas: Baeza y Cáceres, de Colo Colo.

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