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El caso de Deportes Puerto Montt terminó por judicializarse

El caso de Deportes Puerto Montt terminó por judicializarse

Con la asesoría de la abogada María Eugenia Concha, conocida a nivel nacional luego de que en 1999 condenara al Fisco a pagar 3.674 millones a los familiares de las víctimas de la tragedia del estero Minte, el periodista Víctor Cañas presentó ante la Fiscalía una denuncia en que pide investigar qué pasó en definitiva con 500 mil dólares que el club “salmonero” debía recibir de la ANFP, pero que, supuestamente, jamás ingresaron en sus arcas.


El misterioso caso de los 500 mil dólares que supuestamente Deportes Puerto Montt jamás recibió de parte de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), terminó por judicializarse, luego de que Víctor Cañas, periodista y ex dirigente de la institución “salmonera”, interpusiera este martes ante la Fiscalía Nacional una denuncia por apropiación indebida.

Cañas explicó que “tomé la decisión luego de ver que no había la más mínima voluntad de aclarar esta situación. Ni por parte de la ANFP, que ha entregado dos respuestas absolutamente contradictorias acerca del destino de estos dineros, ni de parte de Deportes Puerto Montt, supuestamente afectado. Y como otro ex dirigente del club que había anunciado recurrir a la justicia para aclarar este caso también optó por desistirse, decidí presentar yo un escrito para que esto se investigue y se aclare de una vez por todas”.

El hecho, denunciado hace unos meses por El Mostrador, data de comienzos del año 2013, y constituye una muestra más de que los manejos económicos de la ANFP son un verdadero “agujero negro”, donde se reparte dinero de dudoso origen y destino entre los clubes asociados y con la misma presteza se les quita.

A comienzos de ese año, en un Consejo de Presidentes, la ANFP logró el acuerdo de repartir 16 millones de dólares entre aquellos clubes que hubieran participado de sus competencias de Primera A y Primera B durante el año 2012. ¿Motivo? Uno muy conocido: fortalecer el Fútbol Joven de las 32 instituciones del fútbol profesional, aunque a dos años de aquel millonario reparto jamás se haya advertido mayor inversión de las instituciones en este ámbito.

Todos los clubes recibieron, efectivamente, esos 500 mil dólares, equivalentes en dinero nacional de la época a $ 235.735.000. Todos, menos Deportes Puerto Montt.

Lo curioso es que el directorio “salmonero” nunca hizo mayor cuestión. Sólo cuando la presión de socios, hinchas y ciudadanos portomontinos resultó insostenible, se obtuvo una respuesta que no satisfizo a nadie: los 500 mil dólares habían ido a parar, supuestamente, a las arcas de Deportes Copiapó.

¿Por qué? Deportes Copiapó no era integrante de la ANFP como club de Primera A ni de Primera B el año 2012. Es cierto que, justo ese año, se ganó el derecho a integrar en 2013 la Primera B, tras la buena campaña realizada en el torneo de Segunda División, pero el acuerdo alcanzado en ese Consejo de Presidentes era tan taxativo que no dejaba lugar a dudas, por mucho que Deportes Puerto Montt a fines de 2012 hubiese perdido la categoría.

A partir de ese momento, y como suele suceder cuando la transparencia escasea, se tejieron las más diversas hipótesis acerca del destino de ese medio millón de dólares. Mientras algunos elucubraban que tal vez el dinero había ido a Deportes Copiapó para pagar deudas, toda vez que el presidente de la nortina institución, Felipe Muñoz, es además dueño de Factor One, el factoring que les presta dinero a los clubes en apuros a cambio de jugosos intereses; otros, en cambio, pensaban mucho peor: que el dinero lo había recibido Deportes Puerto Montt, pero que había sido destinado a financiar la campaña política de algún cacique de la zona.

¿Difícil? Sí, pero no imposible. Mucho menos dudoso ahora, en que día a día desfilan por la fiscalía políticos del más diverso color y pelaje que, en su ambición por sacrificarse por el país, no han trepidado en guardarse hasta el último asomo de dignidad, llegándole a mendigar al yerno del dictador, dueño de Soquimich, Julio Ponce Lerou.

Ese año 2013, por lo demás, era un año de elecciones. Presidenciales y parlamentarias. Y eran muchos los prohombres que, como canta Serrat, estaban “locos por salvarnos la vida con tal de cortarnos la cabeza”.

Las respuestas que dio la ANFP para intentar zanjar este oscuro episodio tampoco fueron satisfactorias. Más bien fue al revés: resultaron absolutamente contradictorias.

El 19 de junio de 2013, Oscar Fuentes Márquez, abogado, secretario ejecutivo de la ANFP, extendía un certificado que señalaba que “conforme al Reglamento de Descensos, todos los equipos participantes de Primera División y Primera B en el año 2012 percibieron en enero de 2013 la suma de US$ 500.000 por concepto de asignación de gastos para el fútbol formativo”.

El 9 de junio de este año, Rodrigo Grümberg Landeros, gerente general de la ANFP, certificó, sin embargo, que “el club de Deportes Puerto Montt, RUT 65.731.580-K, no recibió el aporte de $ 235.735.000 el año 2013”. Sobre la misma, el certificado agregó que “este aporte lo acordó el Honorable Consejo de Presidentes y fue entregado a los clubes afiliados a la ANFP que participaban en la categoría de Primera A y Primera B”.

A Víctor Cañas no le resultó gratis involucrarse en este engorroso caso. En su programa Positiva Deportes, de Radio Positiva FM, tuvo un fuerte encontrón con Wladimir Luna, abogado del club, quien, para justificar el que su club no iniciaría ninguna gestión ante la ANFP, señaló que “no queremos conflicto con el organismo que nos acoge, aparte de que ya nos informaron que ahora, de regreso en Primera B, nos van a compensar convenientemente con los ingresos que se obtengan del convenio con la firma de ropa deportiva que de aquí en adelante vestirá a la Selección Chilena”.

El intercambio de opiniones alcanzó su punto culminante cuando Cañas le hizo ver que no se podía tapar un asunto turbio con otra turbiedad. El periodista le indicó al abogado Luna que no era lícito el que la ANFP repartiera graciosamente dineros que, al ser generados por la Selección, pertenecen a la Federación y no al organismo que cobija al fútbol profesional chileno.

El resultado fue que, terminado el programa, Cañas fue despedido por el director del diario El Llanquihue, Roberto Moreno, perteneciente a la cadena El Mercurio, al igual que la radio Positiva FM.

Cuenta Cañas:

“Para seguir se me propuso sacar definitivamente este tema de la pauta informativa. Como yo no acepté, me despidieron. No sólo eso: me anunciaron que tendría prohibido mi ingreso al Estadio Chinquihue y Deportes Puerto Montt, en su página web, tuvo el mal gusto de mentir y señalar que a mí me habían echado del directorio por conflictivo, versión que El Llanquihue acogió de inmediato, aun cuando yo, conversando con Jessica Uribe, la actual presidenta de la institución, le hice ver que en las actas del club queda claro que yo renuncié, que nunca me echaron”.

Coincidencia o no, a Cañas le ha costado un mundo encontrar trabajo en otro medio radial de la zona.

Pensó que el asunto se enrielaría definitivamente luego que la propia presidenta de Deportes Puerto Montt, le confidenciara que iba a llevar el tema al directorio del club, con el fin de decidir si concurrir o no al Tribunal Patrimonial de la ANFP, alternativa sugerida en una entrevista con Radio Positiva FM por Angel Botto, ex presidente del Tribunal de Disciplina del organismo. Y aunque luego Cañas se enteró por la propia Jessica Uribe que lo iban a hacer, a pesar de la postura disidente del abogado Wladimir Luna, del gerente Alex Rojas y del presidente de la Comisión de Fútbol, Julio Aguilar, la dirigenta al parecer echó luego pie atrás, porque hasta este momento ninguna gestión se ha iniciado.

Víctor Cañas:

“Entonces fue que me decidí a actuar. Me contacté con la abogada María Eugenia Concha, ex jueza del Primer Juzgado del Crimen de Puerto Montt, quien me redactó el escrito que presenté en fiscalía”.

María Eugenia Concha, conocida porque el 11 de mayo de 1999 condenó al Fisco a pagar $ 3.674 millones a los familiares de los 27 fallecidos en lo que se conoce como “La tragedia del estero Minte”, ocurrida el 7 de mayo de 1995 en el camino entre Ensenada y Puerto Varas, señala sobre esta acción que “de acuerdo a los antecedentes que me entregó el señor Cañas, aquí se puede configurar apropiación indebida, distracción de dinero e, incluso hurto, figuras establecidas en el artículo 470 del Código Penal”.

Sobre la facultad de Cañas para hacer esta denuncia a la fiscalía, la ex jueza dice que “él está en todo su derecho a hacerla, más allá de que ahora no sea dirigente del club Deportes Puerto Montt, supuestamente perjudicado. En realidad, un recurso de este tipo puede presentarlo en Fiscalía cualquier hijo de vecino que cuente con pruebas y antecedentes suficientes para llevar adelante una investigación que en definitiva pueda determinar qué fue lo que ocurrió”.

Cañas concluye:

“Lo he pasado bastante mal desde que esto se supo y El Mostrador lo denunció. Perdí mi trabajo y me transformé en “personan non grata” para muchos portomontinos. Sin embargo, no me importa. Así como hay quienes me han criticado y apuntado con el dedo, son muchos más los que me han apoyado. La gente quiere saber qué pasó con esta plata, que harta falta le hace a Deportes Puerto Montt, uno de los pocos clubes, junto a Cobresal y Curicó Unido, que no son Sociedades Anónimas Deportivas. Quiero decir que, en este caso específico, esos 500 mil dólares habrían sido destinados efectivamente a las series menores del club y no habrían ido a los bolsillos de los accionistas, como sé que ocurrió en la inmensa mayoría de los casos. Porque, ¿usted cree que los regentes de las Sociedades Anónimas destinaron esa plata a los fines que se consignaban? Se habría sabido de nuevas canchas, de nuevos camarines para los chicos. Con suerte les compraron un juego de camisetas”.

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