
La Iglesia católica chilena pidió perdón a las "familias y comunidades" que "han sufrido el abuso y daño causado por los obispos", tras conocerse que el papa Francisco expulsó del sacerdocio a los ahora ex obispos eméritos de La Serena, Francisco José Cox, y de Iquique, Marco Antonio Órdenes.
"Nuestra palabra es de cercanía hacia quienes han sufrido el abuso y daño causado por obispos", reza el comunicado difundido por la Conferencia Episcopal de Chile tras la decisión del pontífice de expulsar del clero a los dos ex obispos.
"A ellos (las víctimas), a sus familias y comunidades, les pedimos perdón en nombre de los Obispos y de la Iglesia", agrega el texto.
Asimismo, los obispos de la Conferencia Episcopal expresaron su compromiso de continuar su camino de "renovación eclesial" y de trabajar "con afán" para cumplir los compromisos que adquirieron el pasado 3 de agosto para avanzar en la búsqueda de justicia y reparación de las víctimas.