Estudio evalúa formación de directivos escolares en Chile

El reporte realizado por Cedle y que lleva por nombre Aprendizajes para una Política de Formación de Directores en Chile, tiene por objeto sistematizar diversos aprendizajes y presentar propuestas que permitan delinear una política de formación de directores en Chile. El documento en primera instancia realiza un análisis comparado de las políticas internacionales en este ámbito y a su vez elabora un breve diagnóstico sobre la formación de directivos escolares en nuestro país para dar pie a una serie de recomendaciones en los diferentes ámbitos de la formación tanto técnicos como políticos.

La investigación cuya coordinación estuvo a cargo de los académicos Gonzalo Muñoz y Josefina Amenábar, ambos investigadores de Cedle, da cuenta por ejemplo del nivel formativo de los directivos escolares. Haciéndose hincapié en que Chile ha sido uno de los países que más importancia le ha dado a este tema en la región. En este contexto cerca de cerca de un 80% de los directivos – principalmente directores y jefes de UTP (coordinadores académicos en Chile) – posee algún postgrado, mientras que más del 50% tiene el grado de magíster, la mayoría de ellos especializados en el área del liderazgo y la gestión educativa.

“Es evidente que este esfuerzo de formación de los líderes escolares se enmarca dentro de una política educativa más general que ha ido dando más centralidad a sus directores y directivos escolares en todo el país”, dice José Weinstein, director del Centro de Desarrollo y Liderazgo Educativo (Cedle).

Sin embargo, el informe también destaca que en Chile no existe una política de formación de directivos escolares lo que se ha visto influenciado por el hecho de que el país no cuenta con una carrera directiva que, según también el estudio sería fundamental para determinar el carácter y las fases de la formación de los líderes escolares.

Por otra parte, la publicación es clara en afirmar que no existe una evidencia sistematizada sobre la calidad y la regulación de la formación en Chile. “Existe poca evidencia sistemática sobre la formación de líderes escolares en Chile, y más aún sobre su calidad”, recalca Weinstein.

Fenómeno que tendría que ver, como se explica en la investigación, con la poca regulación por parte del Estado en Chile, requiriéndose de estándares de calidad para asegurar que la fuerte inversión en preparación que hacen tanto el propio Estado como los sostenedores y los directivos obtenga los frutos que se esperan.

De la misma forma Gonzalo Muñoz, investigador de Cedle y académico UDP reafirma la necesidad de una política de estado en torno a la formación. “El estado hace ya varios años viene haciendo un esfuerzo importante financiando programas y desarrollando algunas políticas muy relevantes para mejorar e innovar en la formación, como ha sido la creación de los centros de liderazgo. Sin embargo, estamos todavía lejos de contar con una política consistente de formación, que permita asegurar una oferta de calidad en todo el territorio nacional.

Sobre la formación de directivos y la Nueva Educación Pública el coordinador de la investigación dice que: “debe aprovecharse la gran oportunidad que ofrece el proceso de implementación de la nueva institucionalidad de la educación pública (nuevos servicios locales de educación), escenario propicio para desarrollar experiencias formativas contextualizadas y con involucramiento directo de las unidades educativas y sus sostenedores”.

Cabe destacar que el informe entrega una serie de recomendaciones que buscan aportar a la construcción de una política nacional de formación de directores escolares. Estas recomendaciones parten de la base de que, si bien el país ha venido avanzando hace ya algunos años con un conjunto de iniciativas y acciones formativas, hoy Chile carece de una estrategia sistémica y de largo plazo para enfrentar el desarrollo de capacidades de sus líderes escolares.

Algunas de estas se relacionan directamente con la calidad de la formación, las distintas fases del desarrollo de los directivos, sus contextos y poblaciones, como también sobre la implementación de estándares sobre cómo y qué formar. Por otra parte se examina el cómo fomentar el desarrollo de una mejor oferta de formación de directores, y cuáles serían las políticas complementarias claves para para la formación de estos mismos.