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El sucesor de Roberto Ampuero también agregó que, como ministerio de Relaciones Exteriores, seguirán apoyando a Juan Guaidó ya que «es una política de estado».
En sus primeras horas como nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, llega para reemplazar a Roberto Ampuero, quien tuvo una gestión marcada por la crisis social, económica y política que vive Venezuela y el rol que ha tenido Chile con sus gestos de apoyo a la oposición al régimen de Maduro liderada por el presidente encargado Juan Guaidó.
Ese apoyo a Guaidó seguirá manifestándose bajo el mando de Ribera, ya que «este Ministerio seguirá con una política de estado, seguirá siendo un Ministerio que representa los intereses de Chile, seguirá siendo un Ministerio que busca potenciar las capacidades que tiene Chile a nivel mundial».
«Nosotros reconocemos que hoy día estamos en un momento especial de las relaciones internacionales, donde hay una confrontación económica cada vez más creciente, pero nosotros también esperamos que eso no nos afecte más de lo que necesariamente nos tiene que afectar hoy día en materia económica», agregó, en declaraciones recogidas por T13.
En ese sentido, Ribera indicó que, como ministerio, «tenemos que priorizar las relaciones con el entorno, tenemos que afianzar e intensificar estas relaciones, tenemos que incrementar las relaciones comerciales con Latinoamérica, en definitiva, tenemos que hacer también un aporte significativo en combatir derechos humanos y de gobernabilidad en nuestro propio barrio».
Para eso, el nuevo canciller señaló que tienen «nueva ley del Ministerio de Relaciones Exteriores que hay que implementar, porque este gobierno cumple las leyes».
Después, «tenemos una agenda internacional interesante, pero desafiante donde dos grandes potencias mundiales debaten sobre su hegemonía mundial y un país pequeño como el nuestro tiene que saber bailar bien».
«Tercero, tenemos un entorno latinoamericano complejo donde se violan derechos humanos, donde la migración venezolana no es un problema solamente venezolano, es un problema que nos afecta a todos los que queremos derechos humanos y que queremos la estabilidad», sentenció.
