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Figuras de la centroizquierda mandan carta «en defensa de una democracia pluralista y sin violencia» tras agresiones públicas a políticos PAÍS

Figuras de la centroizquierda mandan carta «en defensa de una democracia pluralista y sin violencia» tras agresiones públicas a políticos

Apuntan a que la «funa» a Provoste «parece responder a este patrón de enemistad política». Pero afirman que en el caso de Boric es distinto, «pues mientras él mismo se identifica con los contenidos de las luchas de quienes lo han agredido, estos lo ven como su enemigo político».


«La historia de las agresiones públicas a representantes políticos en Chile es, por desgracia, larga y siempre igualmente indignante, quien quiera que sean los agresores o las víctimas. Si ya es repudiable el ataque verbal a la persona, en vez de antagonizar con sus argumentos (ataque ad hominem), lo es mucho más cuando el ataque es físico o contra su libertad de movimiento».

Así comienza una carta firmada, entre otras personalidades de la centroizquierda chilena, por la ex ministra Adriana Delpiano, el ex senador Carlos Ominami y el ex presidente del PPD Sergio Bitar; y titulada «en defensa de una democracia pluralista y sin violencia».

Los firmantes señalan que solo la semana pasada hubo una «funa» a Yasna Provoste y un ataque a Gabriel Boric. Apuntan a que la agresión a la presidenta del Senado y abanderada DC parece responder a un «patrón de enemistad política». Pero en el caso del candidato presidencial, afirman, es distinto, «pues mientras él mismo se identifica con los contenidos de las luchas de quienes lo han agredido, estos lo ven como su enemigo político».

«En ambos casos —dicen— los y las agresore/as se ponen en el lugar de justicieros populares. Los responsables son los agredidos. Así, vemos que los roles y las responsabilidades se invierten: el agresor deviene víctima y la víctima del ataque es señalado como el agresor original. Es lamentable que los actos violentos del agresor nunca sean el origen de la violencia; ellos son considerados solo la consecuencia de la violencia recibida. El agresor no es responsable, el hecho de haber sido víctima de violencia otorga el derecho a violentar».

El problema, aclaran, es que este tipo de relato «de justificación de la violencia» parece encontrar eco en no pocos, lo que según dicen es verdaderamente preocupante. Los firmantes señalan que «esto está ocurriendo en la macro-política, pero también en el vecindario, en las universidades y escuelas. Este autoritarismo y estas formas de justificación de la violencia está particularmente presente en ciertos sectores de izquierda, hay que decirlo con toda claridad, pero igualmente y de forma más solapada, aunque no menos violenta, en la derecha histórica cuando se justifica la brutalidad policial».

Lea la carta completa, a continuación.

Carta Democracia Pluralista Sin Violencia by El Mostrador on Scribd

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