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La exmandataria dijo compartir la idea de que una Constitución nueva tiene que ser la casa común. Sin embargo, no está segura que pueda ser la casa común de todos, porque «no todos creemos lo mismo sobre el modelo de sociedad o el modelo económico». A juicio de Michelle Bachelet, «hay que hacer el mayor esfuerzo por tener la mayor casa común posible, pero no nos pasemos películas, porque hay diferencias».
La expresidenta Michelle Bachelet sostuvo que una nueva Constitución no necesariamente será «la casa de todos», ya que de todas formas persistirán diferencias en torno a ciertos temas.
«Yo comparto que una Constitución nueva tiene que ser la casa común. Sin embargo, no estoy segura que pueda ser la casa común de todos, porque no todos creemos lo mismo sobre el modelo de sociedad, el modelo económico, qué sé yo», expresó la exmandataria, desde la sede del Congreso en Santiago donde participó en la comisión de Desafíos del Futuro del Senado —instancia que aboga por una mejor gobernabilidad—.
Entonces, agregó, «hay que hacer el mayor esfuerzo por tener la mayor casa común posible, pero no nos pasemos películas, porque hay diferencias». Estas, a su juicio, son válidas, porque estamos en una democracia. Según Michelle Bachelet, igual «podemos hacer los máximos esfuerzos por llegar a acuerdos».
«Como país mostramos ser capaces de innovar para abordar la cuestión constitucional y que pudimos llevar una discusión extremadamente técnica a las plazas de barrio», complementó, en referencia al proceso constituyente impulsado durante su segundo mandato. En ese sentido, aseguró que constataron que es posible abordar temas «complejos» con mirada de Estado. Y, «ningún grupo político fue excluido, la institucionalidad no fue quebrantada”, precisó.
Bachelet concluyó que, más allá de los resultados específicos, «se puso en movimiento un conjunto de caminos que antes parecían imposibles».
«Es una discusión que sigue abierta, pero lo importante es que la democracia chilena mostró su enorme potencial», añadió.
