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Burgos ante empresarios: vivimos una crisis grave y dolorosa porque es una crisis de las élites

Burgos ante empresarios: vivimos una crisis grave y dolorosa porque es una crisis de las élites

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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En su debut oficial en Icare, dijo que la crisis deriva del financiamiento a la política y del comportamiento empresarial Y junto al del nuevo ministro de Hacienda, mandaron el mensaje de que las reformas se hacen, una nueva constitución es necesaria, pero los vamos a escuchar.


Los dos nuevos ministros que Michelle Bachelet nombró para salvar su segundo gobierno hicieron su debut oficial en Icare desde que asumieron sus respectivas carteras.

La presentación más anticipada por el empresariado era la del ministro del Interior Jorge Burgos. Y sus palabras no defraudaron.

Descartó tajantemente que el país vive una crisis institucional, lo que estamos viviendo, dijo, es una crisis de las elites, que deriva del financiamiento a la política y el comportamiento de los empresarios. «El país vive una crisis grave en ciertos aspectos. Es dolorosa porque es una crisis de las elites, que son esenciales para el desarrollo del país».

Dijo que no hay que magnificar o subestimar las dificultades, porque te llevan a malas decisiones, pero el país no vive crisis integral como algunos dicen. Es una crisis parcial y no es una crisis de buenos versus malos».

Agregó que estamos pagando el precio por habernos rehusado a regular el financiamiento de la política y aceptar que se maneje por mecanismos de un «mercado salvaje».

Dijo como ejemplo que la economía no vive crisis, «hay turbulencias, pero no crisis económica».

Afirmó que las instituciones está funcionando bien y los fiscales «les guste o no están haciendo su pega» y el poder judicial también. «No hay Petrobras en nuestro país», refiriéndose al millonario caso de corrupción de la petrolera brasileña.

Señaló que lo que ha revelado la actual crisis es que hay un rechazo transversal a la corrupción y dijo con claridad que «acá no puede haber arreglín». Y dijo que hay ahora una oportunidad, «si reaccionamos bien, a avanzar hacia una sociedad más limpia y transparente».

«La vida de los ciudadanos ha cambiado mucho más rápido que nuestra política», afirmó el ministro.

A los empresarios también les dejó claro que no se renuncian a las reformas prometidas, pero si las van a mirar con realismo y acotar los impactos donde se vean problemas.

Y en ese contexto dejó claro que es necesario una nueva constitución ya que «la que nos rige es un problema para Chile».

«Se ha instalada un real insatisfacción con al carta fundamental, independiente si ha mostrado logros. No podemos darnos el lujo de vivir bajo una constitución que no tiene legitimidad».

Pero les aseguró a los presentes que el proceso constitucional será hecho con prudencia. «Tengo certeza que el pueblo, llamado a deliberar, defenderá los logros de los últimos 25 años», y en eso incluyó el derecho de la propiedad privada y las libertades individuales. Reconoció además que el proceso constituyente tiene que terminar en un acuerdo político amplio en el congreso.

Las palabras de Valdés

Algo similar dijo el ministro de Hacienda en su presentación.

Señaló que hay que estar orgullosos de los logros y cuidarlos, pero destacó que las sociedades «para ser desarrolladas necesitan más y mayor equidad, mayor estado de convivencia».

Dijo no estar de acuerdo con lo que dicen que para crecer hay que olvidarse de las reformas. «Hay que ser prudente, dialogar», pero las reformas «se hacen». señaló que plantear cambios radicales a la Reforma Tributaria a estas alturas es poco serio. Eso sí, se compromete a que el proceso de implementación sea impecable.

Apuntó que efectivamente hay una crisis de confianza, y eso viene desde 2008.

«Tenemos grandes desafíos de confianza, pero no pueden dejar de lado el crecimiento y darlo por hecho»

Aseguró que el crecimiento no está garantizado: «Sin crecimiento no se puede tener una economía equitativa».

Valdés apuntó a que el crecimiento no incumbe solo a los empresarios, «nos incumbe a todos ya que crecimiento y mayor equidad van de la mano. Son complementarios. Los países equitativos crecen mas».

Admitió que la economía se ha desacelerado de una manera más intensa y persistente que lo esperado. Pero tuvo palabras duras a los que culpan solo a las reformas.

«Negar otras causas también es un problema. Tenemos debilidades estructurales como innovación, calidad humana, productividad y energía. Abordar esos desafíos es prioritario».

Indicó que los distintos escándalos del mundo empresarial y político han mermado confianza. «Es imposible concluir que problemas políticos no han impactado en la economía. La discusión de reformas ha generado grados de ansiedad y afectado confianza», pero son «costos de corto plazo que vale la pena pagar», sentenció.

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