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El mensaje de los dos ministros más poderosos al empresariado: las reformas se hacen, la Constitución se cambia, pero habrá prudencia

El mensaje de los dos ministros más poderosos al empresariado: las reformas se hacen, la Constitución se cambia, pero habrá prudencia

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Jorge Burgos y Rodrigo Valdés, en su debut en Icare, garantizaron el respeto a la propiedad privada y diálogo. El titular de Interior dijo que vivimos una crisis de las élites, mientras el de Hacienda rechazó que, para que repunte la economía, haya que olvidarse de las reformas.


La dupla Batman y Robin del nuevo gabinete hizo su debut en Icare.

Jorge Burgos y Rodrigo Valdés son los dos ministros que Michelle Bachelet nombró para salvar su segundo Gobierno y ayer fueron a presentarse ante el sector que más se opone a las reformas de la Presidenta, aunque quizás sea el que ella más necesita para cumplir su promesa de entregar un país que crece, pero con mayor equidad.

El mensaje de los ministros del Interior y de Hacienda al empresariado fue claro: las reformas se hacen, la Constitución se cambia, pero los vamos a escuchar.

Sacaron aplausos al garantizar el respeto a la propiedad privada y con la promesa de moderación y diálogo.

«Chile no despreciará un sistema que protege la propiedad y las libertades», expresó Burgos, cuya presentación era quizás la más esperada.

“No concibo una economía moderna, de mercado, sin derechos de propiedad claros, estables. Es algo sustancial a lo que es una economía moderna», fueron, por su parte, las palabras de Valdés. Y fue más allá al decir que el proceso de reforma constitucional pondrá derechos adicionales en la Carta Magna, pero que “tenemos que tener seguridad que los chilenos no van a arriesgar cuestiones básicas, que son justamente en que, para que funcione una economía, requerimos derechos de propiedad claros”.

El titular de Hacienda también fue explícito en rechazar el argumento de que, para crecer, hay que olvidarse de las reformas.

El diagnóstico de Burgos

El titular de Interior hizo un diagnóstico en el que llamó a la calma. Dijo que lo que está viviendo el país no es una crisis institucional, sino una crisis de las élites, que deriva del financiamiento a la política y del comportamiento de los empresarios. «El país vive una crisis grave en ciertos aspectos. Es dolorosa porque es una crisis de las elites, que son esenciales para el desarrollo del país», afirmó.

Señaló, asimismo, que tampoco hay que magnificar o subestimar las dificultades, «porque te llevan a malas decisiones, pero el país no vive crisis integral como algunos dicen. Es una crisis parcial y no es una crisis de buenos versus malos».

Agregó que estamos pagando el precio de habernos rehusado a regular el financiamiento de la política y aceptar que se maneje por mecanismos de un «mercado salvaje».

Acerca de la economía, afirmó que «hay turbulencias, pero no crisis económica».

Burgos aseguró que las instituciones están funcionando bien y que los fiscales, «les guste o no, están haciendo su pega» y el Poder Judicial también. «No hay Petrobras en nuestro país», precisó, refiriéndose al millonario caso de corrupción de la petrolera brasileña.

Señaló que lo que ha revelado la actual crisis es que hay un rechazo transversal a la corrupción y que «no puede haber arreglín», agregando que hay ahora una oportunidad para, «si reaccionamos bien, a avanzar hacia una sociedad más limpia y transparente».

El secretario de Estado defendió, además, la necesidad de una nueva Constitución, ya que «la que nos rige es un problema para Chile».

«Se ha instalado un real insatisfacción con la Carta Fundamental, independiente si ha mostrado logros. No podemos darnos el lujo de vivir bajo una Constitución que no tiene legitimidad».

Pero les aseguró a los presentes que el proceso constitucional será hecho con prudencia. «Tengo certeza que el pueblo, llamado a deliberar, defenderá los logros de los últimos 25 años», estimó.

El turno de Valdés

Algo similar dijo el ministro de Hacienda en su presentación.

En su intervención, Valdés hizo un llamado a cuidar el clima político y preservar los factores clave que han hecho al país progresar.

Señaló que hay que estar orgullosos de los logros y cuidarlos, pero destacó que las sociedades «para ser desarrolladas necesitan más y mayor equidad, mayor estado de convivencia».

Reiteró lo dicho hace dos semanas respecto a que el crecimiento y equidad van de la mano. “Por eso quiero ser bien claro: no estoy de acuerdo cuando algunos plantean que para crecer hay que olvidarse de las reformas”, afirmó.

Reconoció que “los problemas políticos que estamos viendo están teniendo efectos económicos”, pero advirtió que las reformas se hacen. “Hay que avanzar en ellas, con cuidado, de manera equilibrada, dialogando, haciéndonos cargo de distintas complejidades que tienen, y a un ritmo que sea responsable”, y aceptó que la discusión ha generado grados de ansiedad y afectado la confianza, «pero son costos de corto plazo que vale la pena pagar», aseguró.

Dijo que plantear cambios radicales a la Reforma Tributaria a estas alturas es poco serio. Pero sí se compromete a que el proceso de implementación sea impecable, prometiendo que se van a “diseñar e implementar con diálogo, con atención a los detalles, de manera de minimizar estos efectos”.

Y sobre la Reforma Laboral, trató de calmar las preocupaciones: “Estamos tratando de enmarcar ese debate de vuelta en las ideas matrices”.

Concluyó su presentación con un llamado al diálogo y pidió a los empresarios trabajar en conjunto para mejorar el clima. “Para ser desarrollados necesitamos mayores grados de convivencia, integración y participación y eso pasa por más equidad”, manifestó en su intervención.

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