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Axel Christensen advierte que el caso de colusión del papel es un duro golpe a la legitimidad del sistema

Axel Christensen advierte que el caso de colusión del papel es un duro golpe a la legitimidad del sistema

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Su tuit, cuando explotó el caso del Tissue, diciendo “hay que salvar al capitalismo de los capitalistas”, casi fue tendencia en la red social. Dice que el cartel se destapa justo en momentos en que se venía gestando un cuestionamiento a la legitimidad de la actividad empresarial. “Fue como la gota que rebalsó el vaso”, afirma. En una extensa entrevista con ‘La Mesa’ de El Mostrador Mercados, el director de Estrategia de Inversiones para América Latina e Iberia de BlackRock y presidente del Consejo Consultivo del Mercado de Capitales de Hacienda, señala que se identifica con los que afirman que ser pro mercado no necesariamente significa ser pro empresa.


Antiguamente se afirmaba que una foto dice más que mil palabras. Ese refrán aún es válido, pero en el mundo digital muchas veces es un tuit el que captura mejor el significado del momento.

Y esa es la sensación que dejó el que hace dos semanas escribió Axel Christensen, luego de que explotara el caso de la Colusión del Tissue: “Ni reforma tribut ni laboral hacen tanto daño al ‘modelo’ como casos tipo #CartelDelConfort. Salvemos el capitalismo de los ‘capitalistas’” (sic).

En una extensa entrevista con ‘La Mesa’ de El Mostrador Mercados, el director de Estrategia de Inversiones para América Latina e Iberia de BlackRock y presidente del Consejo Consultivo del Mercado de Capitales de Hacienda, explica por qué sintió necesario escribir ese mensaje, analiza el estado del capitalismo chileno y la influencia de la escuela Chicago, y advierte que el caso de colusión del papel es un duro golpe a la legitimidad del sistema.

“Los casos de colusión son muy graves porque, de alguna manera, es un disparo al corazón de un sistema que se basa en un sistema de mercado, donde existe competencia, donde esa competencia asegura que podamos tener precios más eficientes, que haya una correcta asignación de los recursos. Entonces, la colusión viene de alguna manera a arrasar con el tablero completo respecto a eso, particularmente en una situación que un poco se venía gestando en este cuestionamiento a la legitimidad de la actividad empresarial que venía desde antes, respecto de varias industrias que están cuestionadas, que es un poquito como la guinda de la torta finalmente, porque uno podrá decir que hay algunas industrias con regulaciones más o menos, pero cuando ya entras a, de alguna manera, ponerle trabas a la competencia, cuando la esencia de la economía de mercado es permitir la competencia, eso es como la gota que rebasa el vaso”, enfatiza.

El ingeniero de la Universidad Católica y MBA de Stanford explica que el tema de salvar el capitalismo de los capitalistas ya es un asunto antiguo y no viene del mundo progresista, sino que la cuna del neoliberalismo: la Universidad de Chicago.

Al respecto, precisa: “Tomé prestada la frase de un libro de dos grandes economistas que no son precisamente de escuelas más de izquierda, como el LSE (London School of Economics), son de Chicago, y que de alguna manera reconoció (el libro) que el principal obstáculo para que se desarrollen los mercados eficientes son precisamente los lobos disfrazados de oveja que hablan con respecto a la importancia de la competencia, pero que en su pensamiento interno ojalá ellos puedan tener unos oligopolios en la industria en que están, proteger sus rentas y no abrirse a la competencia”.

Agrega que en la sociedad la ola de escándalos de corrupción del sector privado ha generado una sensación que podría interpretarse como que ese mundo se sentía impune. “En algún momento se traspasó la barrera de lo que era correcto con respecto a los negocios, y que había un set de valores comunes que uno compartía, a una suerte de situación del todo vale, de que yo puedo coludirme, puedo llevar a cabo negociaciones unilaterales en contratos de créditos, todo vale con el afán de generar mayores utilidades”, se explaya.

Explica que “es muy costoso tener un sistema que se base en la desconfianza del resto. Tener una confianza de que los actores cumplen legítimamente su rol en una economía de mercado es lo que hace que finalmente funcione bien, y si no, hay que cuestionarse si es mejor o peor respecto a otros modelos de asignación, etcétera, porque efectivamente no está cumpliendo su rol”.

Christensen tiene más de 20 años de experiencia en el sector financiero en diversas empresas, pero también en el ámbito de políticas públicas y es quizás por eso que su análisis del caso que tiene a CMPC y SCA como protagonistas, ha contado con una mayor resonancia de otros actores del sector financiero.

Señala que se identifica con los que afirman que ser pro mercado no necesariamente significa ser pro empresa. Y advierte que no solo los actores privados tiene que actuar bien, sino que también es clave que “el Gobierno y el Estado cumplan con un rol de propiciar esa competencia, que tampoco sea (el Estado) un competidor desleal, pero no necesariamente caer en la confusión”.

Sostiene que “estar a favor de que las empresas sean el centro de atención y que, de alguna manera, el caso de éxito que uno veía y que todos queramos volvernos empresarios y emprendedores exitosos, yo creo que eso está bien para algunos, pero creo que el centro de preocupación es que el mercado funciones bien, donde los empresarios, los consumidores y los reguladores sean un ecosistema que funcione armoniosamente».

Y, asimismo, asegura que «lo que sí hay es un poco de lo que ha pasado ahora, donde hay una tendencia insaciable de abarcar y de siempre estar preocupado de nivelar hacia su lado. Finalmente vas terminando por romper el ecosistema, y se requiere de las distintas partes para que esto funcione bien”.

Para ver y escuchar la entrevista completa haga clic acá o entre directamente a El Mostrador TV.

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