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Credit Suisse tiene posición más cauta acerca de Wall Street y acciones desde 2008

En términos específicos, China y la Reserva Federal son la principal preocupación. “El crecimiento económico de China nunca se había desacelerado tanto siendo un componente tan importante de la economía global”, dice Garthwaite. Por otra parte, no puede olvidarse que la Fed está a punto de disponer su primer aumento de tasas en casi una década.


Han transcurrido apenas unas semanas desde que Credit Suisse dio a conocer su pronóstico de mediados de año sobre el S&P 500, y el banco ya lo está rebajando.

“Redujimos nuestra ponderación de acciones a apenas por encima del promedio, en lo que constituye nuestra posición estratégica más bajista respecto de la clase de activo en siete años”, dijeron analistas de Credit Suisse encabezados por Andrew Garthwaite en su informe sobre perspectivas estratégicas de acciones globales para 2016, que se difundió hoy.

Se trata de un cambio de posición en el caso de Garthwaite, que ha sido alcista en cuanto a acciones durante mucho tiempo y que a mediados de 2013 pronosticó que el S&P 500 subiría 15 por ciento y llegaría a 1.900 en 2014 (así fue). En realidad, como se mencionó, también se trata de un cambio respecto del pronóstico más reciente de Credit Suisse sobre el índice.

A mediados de noviembre, el banco reiteró su estimación anterior, de que el S&P 500 llegaría a 2.200 para mediados del año próximo. Los analistas, sin embargo, parecen haber cambiado de opinión y ahora estiman que el índice se negociará a 2.150 tanto a mediados como a fines de 2016, lo que equivaldría a un alza apenas por encima de 2 por ciento sobre los niveles actuales del S&P.

¿Por qué el cambio? La firma considera que hay algunos motivos, que abordó en notas anteriores, pero que parecen haberse intensificado en los últimos días y semanas.

Motivos de preocupación clave

En términos específicos, China y la Reserva Federal son la principal preocupación. “El crecimiento económico de China nunca se había desacelerado tanto siendo un componente tan importante de la economía global”, señala Garthwaite. Por otra parte, no puede olvidarse que la Fed está a punto de disponer su primer aumento de tasas en casi una década.

“Históricamente, la declinación de las acciones ha promediado 7 por ciento después del primer aumento de tasas de la Fed, pero el primer incremento no ha marcado el fin de un mercado alcista y las acciones han subido un promedio de 2,2 por ciento en los seis meses posteriores al primer aumento de tasas. El riesgo en esta ocasión es que el primer aumento de tasas no se haya producido ya tan avanzado el ciclo de márgenes de ganancia”, agrega.

Por otra parte, las valuaciones parecen adecuadas. En otras palabras, no les queda mucho por aumentar. Según las dos mediciones preferidas de Credit Suisse en cuanto a valuaciones –la prima de riesgo de las acciones y un modelo apropiado de valor según la relación precio-ganancias–, solo queda un margen de incremento de alrededor de 2 por ciento.

Hay más motivos de preocupación, sostiene la firma. En los últimos años, la regulación se ha intensificado y amenaza con asfixiar la innovación, tanto en el plano local como en el internacional, según los analistas.

“Cuesta recordar otro momento en que tantos sectores hayan enfrentado amenazas producto de trastornos, regulación o mercados emergentes”, dicen. “Más aún, consideramos que continúa subestimándose la amenaza competitiva que plantean las empresas chinas en momentos en que China mantiene un elevado nivel de inversión, lo que reduce la brecha entre el (retorno de las acciones) y el costo de la deuda, además de hacer ascender la curva de valor agregado”, explican.

No todo está perdido, sin embargo, siempre y cuando no se tengan objeciones a invertir en acciones fuera de los Estados Unidos. El equipo destaca los datos que indican que, cuando se ven afectados los retornos de las acciones estadounidenses, las que no pertenecen a los Estados Unidos tienen un mejor desempeño.

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