Pablo Iglesias, el politólogo madrileño de 37 años, pasó el sábado viendo la nueva película de Star Wars.
A diferencia de millones de otras personas en el mundo que hicieron lo mismo el último fin de semana, Iglesias es el líder de su propia banda de rebeldes, el partido anti-austeridad Podemos, y el domingo dio un paso gigantesco hacia la derrota de su enemigo.
Podemos obtuvo 69 de las 350 bancas disponibles en la elección general de España a menos de dos años de la fundación del partido. En tanto el Partido Popular gobernante perdió un tercio de sus escaños dejando la conformación del nuevo gobierno envuelta en la incertidumbre, Iglesias declaró el comienzo de un nuevo tiempo de esperanza.
“Hoy ha nacido una nueva España”, dijo a los simpatizantes reunidos en el centro de Madrid. “Las fuerzas del cambio avanzan de una manera histórica”.
Para Podemos, desde que apareció en escena en las elecciones europeas del año pasado todo ha sido como un paseo en montaña rusa.
La agrupación avanzó hasta liderar las encuestas de opinión en enero. No obstante, cuando el aliado de Iglesias, Alexis Tsipras, llevó a Grecia al borde de una salida del euro en julio, el apoyo de Podemos menguó y los comentaristas eliminaron sus chances de definir el siguiente gobierno. A comienzos de diciembre, Podemos estaba había quedado rezagado al cuarto lugar con un 15 por ciento del apoyo en tanto Ciudadanos, favorable al mercado, lo reemplazó como partido del cambio.
Iglesias encabezó el retorno del parido con una serie de actuaciones en los debates televisados que recordaron a los jóvenes españoles por qué lo habían propulsado al frente de la política en primer lugar.
En un debate el 7 de diciembre, sus adversarios utilizaron su declaración de cierre para adelantar sus planes de política. Iglesias apostó a un ataque directo a la yugular. Enumeró la lista de escándalos de corrupción por lavado de dinero y los recortes presupuestarios que marcaron el mandato del primer ministro Mariano Rajoy, para luego concluir con una nota de optimismo.
“Sonrían”, dijo. “Les voy a pedir que sonrían a los que se levantan para trabajar y a los que no tienen dónde ir a trabajar. Y no olviden de sonreír a sus abuelos, que se parten la espalda para estirar su pensión. Sonrían, sonrían que sí se puede”.
“Eso fue excelente”, dijo Vincenzo Scarpetta, analista de políticas en Open Europe, un instituto de investigación en Londres. «Si yo estaba indeciso o enojado con el sistema, tendría impacto”.
En una encuesta de Metroscopia realizada en los días posteriores al debate, Podemos superó a Ciudadanos pasando al tercer puesto. En los días del cierre de campaña, Rajoy apuntó sus ataques a Iglesias en tanto las encuestas mostraron que Podemos podía incluso superar a los Socialistas.
En tanto la víspera del día de votación coincidía con el estreno de la nueva película de Star Wars, los seguidores de Iglesias exageraron los paralelos entre su líder rebelde y los creados por George Lucas. El montaje de un video subido online con imágenes subtituladas de la película igualaba al PP de Rajoy con el imperio del mal.
Además de ciencia ficción, a Iglesias le gusta ver thrillers políticos, y utilizarlos para fundamentar sus argumentos. Antes de ver Star Wars el sábado, fue a ver “Con B de Bárcenas”, una película sobre el escándalo de corrupción que envuelve al partido de Rajoy desde hace dos años y habló de ella a los periodistas –una manera sutil de sumar puntos cuando estaba oficialmente prohibido hacer campaña.
