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Hacienda se prepara en caso que la economía no repunte y solicita registro para emitir US$ 3.000 millones en EE.UU.

Hacienda se prepara en caso que la economía no repunte y solicita registro para emitir US$ 3.000 millones en EE.UU.

El ministerio hace hincapié en que esto no implica necesariamente que lo van a usar, pero en la práctica significa que tiene un colchón en caso de que los ingresos no cuadren con los gastos actualmente en el presupuesto. La cifra, sumada al saldo actualmente disponible, le permitiría al fisco emitir deuda durante los próximos 3 años por un total de US$ 4.219 millones en los mercados internacionales.


Por tus actos te reconocerán, dice la Biblia.

Bueno, si es por eso, Hacienda mandó una clara señal en cuanto a que hay que estar preparado en caso de que la economía no repunte.

Ayer hizo una solicitud de registro ante el regulador de valores de Wall Street (SEC, por sus siglas en inglés) para emitir US$ 3.000 millones en el mercado norteamericano.

El ministerio hace hincapié en que esto no implica necesariamente que lo van a usar, pero en la práctica significa que tiene un colchón en caso de que los ingresos no cuadren con los gastos actualmente en el presupuesto. Y Hacienda agrega que “se debe considerar que cada emisión futura debe enmarcarse dentro del margen de endeudamiento que autoriza la Ley de Presupuestos del año respectivo u otra ley específica, y contar con la autorización previa expedida mediante decreto supremo”.

De acuerdo al comunicado, la cifra, sumada al saldo actualmente disponible, le permitiría al fisco emitir deuda durante los próximos 3 años por un total de US$ 4.219 millones en los mercados internacionales.

La Ley de Presupuestos 2016, publicada el 5 de diciembre pasado, autoriza al Estado de Chile a contraer obligaciones hasta por un total equivalente a US$10.500 millones durante el año 2016, las que pueden ser contraídas tanto en el mercado local como internacional, en moneda nacional o extranjera.

Cuando el ministro Rodrigo Valdés presentó esa ley dejó en claro que “no hay espacio para mayores gastos”, explicando que “el realismo nos obliga a ser muy responsables con lo que se puede y no se puede hacer”.

El presupuesto se hizo con proyecciones que el mercado calificó como “optimistas”. Estima un crecimiento para este año de 2,25% y, para 2016, de 2,75%. El consenso actual es que con suerte este año y el próximo la economía cerrará creciendo apenas un 2%. El 21 de diciembre pasado el Banco Central volvió a recortar sus proyecciones para el PIB, fijando un rango de entre 2 y 3 por ciento, con sesgo a la baja.

El proyecto de ley se sustenta en los siguientes supuestos macroeconómicos: un crecimiento de 2,75 % del PIB, una demanda interna del 2 %, una variación del IPC anual promedio de 3,8 %, un precio del cobre de 2,50 de dólar la libra, promedio anual, y un tipo de cambio de $ 700 por dólar.

Bajo ese escenario el gasto público crece 4,4%, la mitad del crecimiento que experimentó este año, una señal del compromiso del ministro Valdés de comenzar a reducir el déficit fiscal.

Cabe recordar que, a pesar de que Chile sigue teniendo la nota crediticia más alta de los mercados emergentes y similar al nivel de economías desarrolladas, el riesgo país ha subido y las tasas a las cuales se emitirían los nuevos bonos serían más caras, por lo que mantener los equilibrios fiscales es clave.

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