A pesar de los tímidos pronósticos, los inversores empezaron a acumular oro en enero, y el oro de los fondos que cotizan en bolsa –ETF por la sigla en inglés- creció por primera vez en alrededor de un año. Las compras luego se aceleraron, y las inversiones crecieron todos los días -salvo ocho jornadas- durante el trimestre.
El oro ha subido tanto que hasta los alcistas han quedado desconcertados.
“Nadie previó esto”, dijo Ross Norman, máximo responsable ejecutivo de la firma operadora de oro Sharps Pixley, quien inició su carrera en oro hace más de 30 años en la compañía refinadora Johnson Matthey Plc. “Los pronósticos de principios de año quedaron superados en cuestión de semanas”.
El oro para entrega inmediata trepó 16 por ciento en los primeros tres meses del año, el mayor incremento trimestral desde 1986, según cálculos de Bloomberg. El precio de US$1.231,37 por onza de las 08:24 de Londres supera los 31 pronósticos de promedio para 2016 de una encuesta que realizó a mediados de enero la Asociación del Mercado de Oro de Londres.
A pesar de los tímidos pronósticos, los inversores empezaron a acumular oro en enero, y el oro de los fondos que cotizan en bolsa –ETF por la sigla en inglés- creció por primera vez en alrededor de un año. Las compras luego se aceleraron, y las inversiones crecieron todos los días -salvo ocho jornadas- durante el trimestre.
Las tenencias en ETF aumentaron 21 por ciento, a 1.761,3 toneladas en el período, más que en todo otro trimestre desde el que terminó en marzo de 2009, según datos que recopiló Bloomberg hasta el miércoles. Al mismo tiempo, los volúmenes negociados en la mayor bolsa de futuros, la Comex de Nueva York, alcanzaron los 14,1 millones de contratos, un récord para un primer trimestre.
Sólo quienes tienen muy buena memoria han visto algo así antes.
Jeffrey Rhodes, que negocia oro desde 1978 en una carrera que lo ha llevado desde Nueva York hasta Londres, Mumbai y Medio Oriente, lo recuerda.
Rhodes, que en la actualidad es el máximo responsable ejecutivo de Zee Gold DMCC en Dubai, recuerda que un derrumbe del precio del petróleo en 1986, mientras los magnates del petróleo libraban una guerra de precios con los productores sauditas, desencadenó un fuerte aumento de los precios del oro.
“En 1986 tuve mi mejor mes, de modo que lo recuerdo con toda claridad” dijo Rhodes. “Este año vi situaciones comparables”.
