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Crisis de Masvida: Superintendencia de Salud toma cartas en el caso y le da 10 días para aclarar su proceso de venta Regulador no fue notificado de carta que Southern Cross envió al directorio, donde ponía fin a su oferta vinculante

Crisis de Masvida: Superintendencia de Salud toma cartas en el caso y le da 10 días para aclarar su proceso de venta

Entidad le instruyó a la isapre del holding Masvida que presente un Plan de Ajuste y Contingencia, advirtiendo de potenciales procesos sancionatorios. Dicho plan ocurre cuando una institución está en estado crítico y es considerado por la industria como el paso previo a la intervención de un tercero. La Superintendencia le espetó que “a la fecha se mantiene la incertidumbre sobre la materialización efectiva del ingreso del referido socio estratégico y sus efectos financieros en la isapre”.


Contra las cuerdas está el holding Masvida. Sus principales activos atraviesan por una situación financiera insostenible, considerando la reciente revelación de un millonario ajuste patrimonial en la Clínica Las Lilas, y ahora una intervención de lleno por parte de la Superintendencia de Salud en la isapre.

En septiembre el regulador había aceptado un Plan de Normalización Financiera, a través del cual iría reduciendo los niveles de garantía exigidos a la isapre entre septiembre y diciembre del año pasado, instruyéndole el destino de las deudas a pagar con la liberación de ese dinero. Ese plan consideraba dicha flexibilización, a cambio de que en enero la isapre sanease su situación financiera, lo cual iría de la mano con la entrada de un socio estrátegico.

Sin embargo, para la Superintendencia este programa definitivamente no ha dado resultado. Es por esto que recientemente le instruyó presentar un Plan de Ajuste y Contingencia (PAC), con tal de que la compañía explique cómo saldrá a flote y aclare su proceso de venta, entre varios otros detalles.

El Plan de Normalización financiera es distinto al PAC. Según explican fuentes del sector, el PAC se pide cuando la situación es considerada mucho más crítica. «La Superintendencia no podría tomar la administración provisional de la Isapre si no le hubiera pedido antes un PAC, que pide una serie de antecedentes que después la Isapre está obligada a cumplir», señalan.

Esta figura es clave en caso de que una isapre quiebre, aunque no significa necesariamente que esto suceda.

Por ejemplo, hace unos años, cuando quebró isapre Vida Plena, la Superintendencia tomó la administración provisional, que implica la instalación de un administrador designado por el superintendente, que tiene que hacerse cargo de la administración de la Isapre hasta la venta de la cartera de clientes o la liquidación de la garantía.

En este caso, el regulador pide que Masvida esclarezca una serie de aspectos relevantes para su difícil supervivenvia.

La compleja entrada de un socio

Como “insuficiente” fue calificado el resultado del Plan de Normalización exigido en septiembre a la compañía, el cual tenía como objetivo asegurar el íntegro y oportuno cumplimiento de sus obligaciones. Esto, a través de un documento emitido el 26 de enero.

“Su plan señaló expresamente que a partir de enero de 2017 retomarían los niveles de deuda y garantía exigida similares a los del año 2015 y se lograría saldar todos aquellos montos vencidos, iniciando a partir de dicho mes un ritmo regular de pagos, alcanzando al cierre del año 2016 una situación de normalidad, lo que no se ha producido”, sostuvo la Superintendencia.

Es en este contexto que se refirió a la incorporación de un socio estratégico para el holding. “Sin embargo, a la fecha se mantiene la incertidumbre sobre la materialización efectiva del ingreso del referido socio estratégico y sus efectos financieros en la isapre. Tampoco existe evidencia de un fortalecimiento patrimonial en la isapre ni en las demás empresas del holding que mantienen compromisos con la institución, que brinde seguridad de la recuperación de las respectivas cuentas por cobrar en el corto plazo”, detalló.

Lo anterior, a pesar de que el regulador no fue notificado de la carta que Southern Cross envió al directorio del holding a fines de diciembre, la cual daba por terminada la oferta vinculante presentada por el fondo de inversión.

Por ello, la entidad le pidió en un plazo de 10 días hábiles este nuevo Plan de Ajuste y Contingencia, el cual debe referirse, entre otras cosas, a su aumento de capital; transferencia de cartera; cambios en la composición de activos; pago de pasivos; venta de la institución; y cualquier medida que procure la solución de los demás problemas existentes.

¿Por qué no ocurrió antes? Desde la Superintendencia explicaron que, en estricto rigor, siempre han cumplido con los indicadores legales. Mientras ello seguía así, no podían exigir previamente un PAC. Es por esto que anteriormente pidieron un Plan de Normalización Financiera.

Más garantías liberadas

El PAC exigido por la Superintendencia se produjo luego de que la isapre pidiera en enero una nueva liberación de garantías por más de $20 mil millones. Como está dicho, está flexibilidad se produjo entre septiembre y diciembre, en el marco de un Plan de Normalización Financiera que no dio resultados.

El regulador accedió nuevamente a esta petición, pero le advirtió que “deberá disponer las medidas necesarias para facilitar la fiscalización de este proceso y del cobro efectivo de sus obligaciones, debiendo llevar un exhaustivo control de cada uno de los pagos que se realicen, acreditándolos con la correspondiente documentación de respaldo. Asimismo, cualquier inconsistencia de los inventarios aportados en esta oportunidad y de los pagos correspondientes podrá dar lugar a los respectivos procesos sancionatorios que contempla la normativa vigente”.

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