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La necesidad de directores “sociales” en empresas estratégicas del Estado Opinión

La necesidad de directores “sociales” en empresas estratégicas del Estado

Hemos pasado en los últimos meses por distintos escenarios climatológicos, los cuales han dejado en jaque a empresas distribuidoras de energía eléctrica y de agua potable, pudiendo también sumarse en un futuro compañías ligadas al negocio del gas natural, sanitarias y portuarias, en otras, por tanto, la paralización como tal debiera atenderse a un nivel de gobierno corporativo de manera adecuada, incorporando Directores “Sociales” que representen intereses de stakeholders, consumidores y comunidad, promoviendo dentro de la compañía directrices enfocadas en modelos de gestión de riesgos y planificación estratégica, que permitan asegurar la continuidad del servicio, con el único fin de cubrir los riesgos de paralización como tal en estas empresas estratégicas.


Las consecuencias de la nevazón en la zona central de Chile en las últimas semanas, han tenido variadas repercusiones, entre ellas, se ha discutido el modelo de gestión de empresas de carácter estratégico para el Estado (129 empresas solicitaron para el 2017 ser incluidas en el listado de empresas estratégicas), como son los casos de compañías ligadas a la transmisión de energía eléctrica, agua potable, servicios sanitarios, entre otras. Por esta razón, cuando el cumplimiento normativo no es suficiente, ¿existirá la necesidad de que Directores “Sociales” representen los intereses de stakeholders diferentes a los accionistas, entre ellos consumidores y comunidad?

El Directorio de una compañía hoy en día es el órgano más importante dentro de una estructura de gobierno corporativo, su composición para el buen funcionamiento claramente es vital, dado que el Directorio es el encargado de establecer los lineamientos dentro de la organización, sin ellos la empresa se encuentra a la deriva, y su rumbo lo decide una Alta Administración que se encuentra preocupada por tener una buena gestión de corto plazo, en vez de asegurar una continuidad de negocio permanente durante el tiempo a través de la creación de valor e imagen de la compañía.

A nivel de empresas, podemos destacar dos tipos de compañías, las que son estratégicas para el Estado y aquellas que no, las cuestionadas son aquellas entidades de capitales privados o del Estado que atienden servicios de utilidad pública, cuya paralización causa perjuicio a la salud, economía del país, abastecimiento de la población o seguridad nacional, conocidas como Empresas Estratégicas para el Estado de Chile, y que año a año solicitan ser incorporadas dentro de este registro.

Las inquietudes respecto a esto, corresponden a si solo la declaración de empresas estratégicas se encuentra relacionada al derecho a huelga de sus trabajadores, o debieran ampliarse aún más las materias que se deben considerar, e incluir por cierto la adecuada composición del Directorio, debido a que los accionistas, independientemente del número de acciones que poseen, son los encargados de elegir al Consejo Administrativo, no considerando en este sentido a un actor incluso más importante dentro de su negocio, como es la comunidad.

Hemos pasado en los últimos meses por distintos escenarios climatológicos, los cuales han dejado en jaque a empresas distribuidoras de energía eléctrica y de agua potable, pudiendo también sumarse en un futuro compañías ligadas al negocio del gas natural, sanitarias y portuarias, en otras, por tanto, la paralización como tal debiera atenderse a un nivel de gobierno corporativo de manera adecuada, incorporando Directores “Sociales” que representen intereses de stakeholders, consumidores y comunidad, promoviendo dentro de la compañía directrices enfocadas en modelos de gestión de riesgos y planificación estratégica, que permitan asegurar la continuidad del servicio, con el único fin de cubrir los riesgos de paralización como tal en estas empresas estratégicas.

Estas compañías debieran entender la importancia asociada a la “composición del Directorio”, debido a que este órgano de la gobernanza corporativa es la primera línea de defensa frente a potenciales riesgos y, sin una composición adecuada, es imposible que se establezcan lineamientos sólidos, como se espera de compañías que piden ser incorporadas como estratégicas para el Estado.

Felipe Arenas Torres
Académico de la Facultad de Economía y Negocios Universidad de Talca
Socio de A&C Consultores Auditores
Especialista en Gobernanza Corporativa

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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