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El precio de los combustibles y el impuesto específico Opinión

El precio de los combustibles y el impuesto específico

María Isabel González R.
Por : María Isabel González R. Energética consultores
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Es importante tener claro que cualquiera de estos instrumentos (como el MEPCO) no constituye un mecanismo de baja de precios, sino un atenuante de las fluctuaciones propias de un mercado internacional sometido a presiones geopolíticas de distinta índole.


El precio de los combustibles ha sido una preocupación constante de los gobiernos chilenos, dada nuestra condición de país netamente importador de hidrocarburos. En la actualidad menos de 1% de nuestro consumo de petróleo es producido en Chile, el resto se importa como petróleo crudo para ser refinado en las plantas de Concón y de Talcahuano o directamente como productos refinados.

En el último año el precio internacional del petróleo ha subido desde 69 dólares el barril en enero a 82 dólares el barril en octubre. Las razones son varias: la crisis en Venezuela, que ha disminuido su producción dramáticamente y las tensiones en Arabia Saudí, Yemen y Libia, entre otras.

En este escenario, en Chile desde hace bastante tiempo se vienen aplicando mecanismos de estabilización de los precios de los combustibles. Así, el año 1991 se comenzó a aplicar el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, FEPP, el que en 2005 pasó a Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, FEPCO.

Entre los sistemas más recientes se cuentan el Sistema de Protección al Contribuyente ante las Variaciones en los Precios Internacionales de los Combustibles, SIPCO y el Mecanismo de Estabilización de Precios de Los Combustibles, MEPCO. Estos se diferencian de los anteriores en que operan sobre la base de disminuciones en el impuesto específico y los anteriores operaban como fondos de subsidio a los precios cuando el indicador traspasa una determinada banda. Adicionalmente el MEPCO, a diferencia del SIPCO, internaliza las variaciones del tipo de cambio.

La efectividad de estos instrumentos está condicionada a que las variaciones que experimente el precio del petróleo no sean demasiado relevantes. Sin embargo, es importante tener claro que cualquiera de estos instrumentos no constituye un mecanismo de baja de precios, sino un atenuante de las fluctuaciones propias de un mercado internacional sometido a presiones geopolíticas de distinta índole.

Cada vez que los precios internacionales del petróleo aumentan significativamente, se vuelve a discutir el tema de los impuestos y particularmente el denominado impuesto específico, cuyo origen data de 1986 y su objetivo fue financiar la reconstrucción de las carreteras después del terremoto de 1985. Indudablemente este objetivo se ha cumplido ampliamente, sin embargo el impuesto ha permanecido, dado que tiene múltiples ventajas, entre otras, internalizar las externalidades ambientales que conlleva su utilización y desincentivar su uso, el gravamen está enfocado principalmente a los sectores de mayores ingresos que, en teoría, son los que hacen un uso más intensivo de los combustibles, pero afecta a todos los usuarios.

Es más, este tributo es uno de los denominados ´impuestos verdes´ que existen en el mundo, ya que que trata de reducir la contaminación local, sin embargo, no obedece a ninguna lógica ambiental que sea considerablemente menor para el diésel que para las gasolinas. Esta diferencia se debe a que se intenta perjudicar menos a los sectores del transporte que son intensivos en el uso del diésel.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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