El fallo que esta semana dictó la Tercera Sala del máximo tribunal del país, que –con el voto en contra del ministro Arturo Prado– condenó a la Papelera y SCA al pago de una millonaria multa por haber pasado cerca de una década en un esquema de colusión en el mercado del tissue, es considerado por el abogado como el primer «supremazo» del 2020. La sentencia del caso, bautizado como la “colusión del confort”, ha generado una ola de comentarios y dudas, esto por la posibilidad de que la decisión de la Corte Suprema desincentive la delación compensada, aquella denuncia para obtener beneficios a cambio. El profesor de derecho administrativo de la Universidad de Chile afirmó que, figuras como estas, se enfrentan a los cuestionamientos morales cuando los resultados son castigos leves para delitos de mercado y económicos, sin embargo, a la vez han ayudado a generar una serie de denuncias por colusiones, junto con transformarse en una herramienta que permite abrir la caja de Pandora de los carteles que se coluden. «La pregunta es qué sistemas pueden existir que disuadan a los individuos de cometer esos delitos y eso es la delación compensada (…), que es una institución incómoda, porque moral y éticamente estás privilegiando y beneficiando al que se portó mal», precisó el académico.
