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Bernanke advierte que para evitar recaída hace falta acuerdo político en EE.UU.


El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, instó hoy al Congreso de Estados Unidos a actuar ya para evitar un «abismo fiscal» que lleve a la economía a una recaída porque, advirtió, la Fed tiene opciones «limitadas».

«Es muy importante para la estabilidad fiscal, para la estabilidad financiera, que el Congreso provea lo antes posible un plan creíble para estabilizar nuestra situación fiscal en el largo plazo», advirtió Bernanke ante la Cámara de Representantes en el segundo día de su testimonio bianual.

Bernanke sugirió que tanto los demócratas, que controlan el Senado, como los republicanos, mayoría en la Cámara de Representantes, deben ponerse de acuerdo para evitar problemas fiscales que disparen el déficit y aumenten la gran deuda pública.

«Yo sugeriría mirar a estos problemas con una ventana a 10 años, algo habitual en decisiones fiscales», recomendó Bernanke a unos legisladores que deberían acordar a finales de año cómo equilibrar los ingresos y gastos del Estado.

El presidente de la Fed dijo en su segundo día de testimonio en el Congreso, que la eurozona no está próxima a tener una solución a largo plazo para garantizar la estabilidad.

«No creo que (los líderes de la zona euro) estén próximos a tener una solución a largo plazo que resuelva los problemas y hasta que encuentren esas soluciones a largo plazo vamos a seguir viendo períodos de volatilidad financiera», indicó Bernanke en su audiencia ante los miembros del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes.

En su segundo y último día de testimonio ante el Congreso, Bernanke volvió a repetir que persiste la incertidumbre sobre la estabilidad del euro, pese a los acuerdos para recapitalizar la banca de manera directa y avanzar en la unión bancaria y fiscal.

Bernanke repasó con los congresistas los problemas a los que se enfrenta la economía mundial y la estadounidense, desde la crisis europea hasta el peligro de que no se alcance un acuerdo sobre la reducción del déficit en Estados Unidos.

Las discusiones entre los dos grandes partidos de EE.UU. llevaron al país al borde de la suspensión de pagos en agosto pasado por el debate para aumentar el techo de deuda.

El asunto se solucionó de manera temporal con un acuerdo que contempla la suspensión de rebajas de impuestos y fuertes recortes presupuestarios automáticos en enero, si no alcanzan otro nuevo acuerdo sobre el presupuesto fiscal.

«El impacto conjunto de aumento de impuestos y recorte de gastos equivaldría a algo así como el 5 por ciento del PIB, por lo que el impacto al mismo tiempo sería muy negativo para el crecimiento», alertó Bernanke.

Bernanke volvió a ser preguntado con insistencia sobre si la Fed tiene balas en la recámara para estimular la economía en caso necesario, ya que el Banco Central ya ha hecho uso de bajada de tipos casi a cero y de medidas «expansivas» de compra y canjeo de activos.

El responsable de política monetaria recordó que las medidas expansivas han funcionado hasta el momento y no quiso adelantar nuevas medidas de estímulo o compra de activos, al tiempo que recordó que «hay límites a cuánto podemos hacer».

«Hay un monto finito de opciones disponibles, es más, si la Reserva Federal adquiere demasiado eso dañaría las funciones del mercado y reduciría la eficiencia de las políticas», señaló Bernanke.

El presidente de la Fed también dijo que aún no es el momento de aumentar el precio del dinero, con tasas de interés históricamente bajas, hasta que la economía muestre signos de más fortaleza, pero recordó que el banco emisor está listo para responder en su momento.

Los bajos tipos de interés han impulsado el mercado inmobiliario, que recordó «va en la dirección correcta», aunque el alto desempleo (8,2 %) sigue siendo el problema más acuciante si se alarga mucho más.

Pese al riesgo moderado de deflación que apuntó ayer, Bernanke dijo que la economía estadounidense se desempeñará bien con una inflación ligeramente por debajo del 2 por ciento como hasta ahora y descartó marcar un objetivo más alto.

En opinión de Bernanke, aunque de momento no hay riesgo de una recaída de la recesión en la primera economía mundial, los nubarrones siguen estando presentes como la incertidumbre que genera la crisis del euro.

«No creo que (los líderes de la zona euro) estén próximos a tener una solución a largo plazo que resuelva los problemas y hasta que la encuentren, esas soluciones a largo plazo, vamos a seguir viendo períodos de volatilidad financiera», indicó Bernanke.

Bernanke consideró que persiste la incertidumbre sobre la estabilidad del euro y su impacto a nivel mundial, pese a los acuerdos para recapitalizar la banca de manera directa y avanzar en la unión bancaria y fiscal. EFE

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