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Opinión: Presupuesto 2013 y cuenta corriente ¿Primará lo político o lo económico?


Manuel Bengolea, gerente general de Octogone Chile.

Explicar en términos simples qué es la cuenta corriente de un país no es fácil. En pocas palabras se podría resumir como la diferencia entre los dineros que salen del país (para financiar importaciones de bienes y servicios más las rentas y transferencias hacia el extranjero) y los que entran (las divisas que provienen de las exportaciones de bienes y servicios más las rentas y transferencias desde el extranjero). Por lo tanto cuando un país tiene un déficit en cuenta corriente significa que está enviando al extranjero más divisas de la que entran, lo cual implica que como país estamos gastando más de lo que ganamos.

En el último Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central, éste proyectó que los déficit en cuenta corriente estimados para los años 2012 y 2013 serán de 3.2% y 4.4% del PGB, respectivamente. Poniendo en contexto estas cifras, la última vez que Chile superó la barrera del 3% de déficit fue en 1998. Por lo tanto las proyecciones de déficit por sobre el 4% debieran encender varias alarmas en el equipo económico del gobierno, en los inversionistas y los consumidores.

¿Por qué no se han encendido alarmas? Creo que la apreciación del dólar y la trayectoria del precio del cobre han tendido ha anestesiar la lógica analítica de los involucrados en el tema. Lo que sucede con el cobre como industria, es muy parecido a lo que sucede con la cuenta corriente del país. En el 2007, cuando el precio promedio del cobre era similar al de ahora, el costo promedio no sobrepasaba los US$ 1,40 la libra, y la situación en cuenta corriente era que teníamos un superávit de 5.5%. En la actualidad el costo promedio del cobre es superior a US$ 220 centavos y subiendo gracias a los incrementos en salarios y costes de energía, y cualquier solución en este ámbito requiere de soluciones políticas impopulares.

Por otra parte, lo lógico ante las proyecciones de déficit en cuenta corriente sería que el peso se depreciara respecto del dólar. ¿Por qué esto no ha sucedido? Creo que la explicación, por una parte, está en que las AFPs han traído grandes cantidades de dólares a Chile como consecuencia de la migración de los ahorrantes hacia fondos de menor riesgo, lo cual obliga a las AFPs a invertir en renta fija en moneda local para evitar los riesgos cambiarios.

Por otro lado el gobierno se empeña en mantener el ritmo de expansión del gasto fiscal por sobre el crecimiento del PGB para el 2013, lo cual obligará al Banco Central a arbitrar las medidas para contener el gasto y así cumplir con su deber constitucional de mantener la inflación en el rango meta. La única herramienta del Central para frenar el gasto es la tasa de política monetaria.

Así es que, dada la evolución del dólar, pareciera que el mercado está anticipando que en esta ocasión el Central y el Ministro de Hacienda van a diferir en sus intereses. Lo obvio en esta situación sería que el fisco disminuyera el gasto para ayudar al Central y permitir una depreciación del peso, pero en período de elecciones esto sería políticamente suicida.

Malo para el tipo de cambio que las decisiones importantes en materia económica sean impopulares desde el punto de vista político.

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