Ole S. Hansen, Analista Senior de Materias Primas de Saxo Bank.
¿Qué está pasando con el oro? Esta es la pregunta que muchos inversores se están planteando en este momento a lo largo y ancho del mundo.
Siendo una de las inversiones más populares de la última década, se ha visto que los precios del oro han sufrido los últimos meses. Esta semana también se han observado nuevas tendencias de debilidad. El metal dorado ha negociado a la baja alrededor de los 1.560 dólares por onza y realmente no se ha manifestado ningún repunte. Esto se debe al creciente incremento visto de vuelta en algunas de las principales economías, que aumentan el riesgo de que un QE se ampliará antes de lo esperado. Pero también, el hecho de que está en aumento el mercado de acciones, lo que obviamente significa que los inversores están buscando oportunidades en otros sitios.
Así que, por el momento, se está en búsqueda de algo que realmente reavive el mercado, que no ha llegado por ahora. Existe un canal de tendencia bajista y el riesgo está actualmente en precios más bajos, pero sólo a corto plazo. No se observa que los precios se muevan finalmente por debajo de la zona de 1.590 dólares, que es todavía 50 dólares por debajo de donde se encuentra actualmente. El real valor del oro se ubica a largo plazo, por lo que se estima un aumento de precios al final de este año.
Pero por ahora, existe cierto cansancio por parte de los compradores. Los inversores manifiestan algo de incertidumbre hacia la dirección del oro en el corto plazo. Potencialmente, se necesita ver algo más de corrección para atraer de nuevo las posiciones compradoras de los inversores. Una vez que el oro consiga llegar alrededor de la zona de 1.700 dólares por onza, podría ser la señal para un nuevo repunte del mercado.
