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La crisis de Alsacia y los conflictos de interés de su presidente, Juan Antonio Guzmán


A menos de tres meses de haber sido rescatada por el gobierno, Alsacia, el mayor operador del Transantiago y el que ofrece el peor servicio, está con serios problemas de liquidez.

El 23 de agosto pasado el gobierno acordó aumentar los subsidios en 4 centavos de dólar por pasajero y hacer una transferencia directa de US$ 2 millones. Los propietarios colombianos de Alsacia también aceptaron aportar US$ 5 millones, que contribuirán a que la compañía cumpla con la exigencia de mantener una cuenta con efectivo equivalente a 1,1 veces los pagos de deuda.

El salvavidas de La Moneda le dio un fuerte impulso a los entonces mutilados bonos de la empresa –se consiguió un "waiver" de los bonistas– y muchos en el mercado pensaron que lo peor ya había pasado, sin embargo, ahora el operador está de vuelta en una crisis.

Pero Bloomberg informa que Alsacia no está cumpliendo con las proyecciones de flujo de caja que hizo hace un mes, cuando se ganó el "waiver" de los tenedores de bonos.

La agencia tuvo acceso a documentos de la empresa que revelan que el ratio de cobertura de servicio de la deuda cayó a 0.02 a fines de octubre. El 2 de octubre había prometido un ratio de 0.28 y que para octubre del próximo año prometió que el ratio de cobertura subiría a 0.95. Alsacia tuvo que negociar porque el mínimo requerido es de 1.1.

Alsacia explicó a Bloomberg que el problema radica en que Contraloría aún no aprueba un pago que la empresa dice que el gobierno le debe.

Los bonos del operador del Transantiago se han desplomado y el mercado plantea que sin un nuevo rescate la empresa podría quebrar.

LarrainVial estima que un nuevo salvavidas del gobierno es inevitable. "Lo único que puede salvar a Alsacia es Bachelet", dice una de sus analistas.

Alsacia informó a Bloomberg que a fines de octubre tenía US$ 28 millones en caja y espera generar suficientes fondos para poder cumplir con el pago de US$ 57 millones que tiene que hacer a los tenedores de bonos en febrero.

La empresas dice que generará utilidades entre US$ 20 millones y US$ 22 millones de sus operaciones y US$ 4.3 millones del gobierno y con eso es suficiente para hacer el pago.

Los problemas de Alsacia se arrastran desde hace tiempo y ahora el foco de atención se ha puesto en el rol del presidente del directorio, Juan Antonio Guzmán.

De acuerdo a Poderopedia, el presidente de Alsacia es también miembro del directorio de Sonda, la empresa a cargo de gestionar la tecnología del Transantiago, cuyo controlador es Andrés Navarro, conocido amigo de Sebastián Piñera. Además de su cercanía a La Moneda, el Ingeniero Civil Químico de la Universidad Católica de Chile es amigo del candidato a senador Laurence Golborne y es cuñado del subsecretario de Hacienda, Julio Dittborn. También es parte del directorio de SQM, la empresa que controla Julio Ponce a través de sus cuestionadas sociedades cascadas.

Y los lazos de Guzmán no terminan ahí. También está a la cabeza del directorio de Clínica Indisa y es socio de la empresa de comunicación estratégica Extend. Es consejero de la SOFOFA y forma parte del directorio de Scotiabank y del Consejo Directivo de la Universidad Andrés Bello.

Algunos actores del mercado dicen que sus redes hacen que Alsacia reciba atención especial. La empresa ha perdido plata los últimos dos años.

La empresa es de capitales colombianos y la controlan los hermanos Carlos y Javier Ríos, a través de un holding registrado en Panama.

Analistas han llegado a la conclusión de que Alsacia es "demasiado grande" e importante para que el gobierno permita su quiebra.

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