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Opinión: Argentina y los Fondos Buitres, ¿quién actuó peor?

Paola Cabezas
Por : Paola Cabezas Abogada y militante de Ciudadanaos
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El calificativo de “fondo buitre” es feo, nadie querría que su negocio sea conocido de esa forma. Aun así, el nombre tiene algo de cierto, ya que estos fondos compran deudas en default, o más simple, mala deuda, muy barata y litigan para cobrarla más cara. Actualmente Argentina los califica de mafia internacional.

Los fondos NML Capital y Aurelius, en virtud de resoluciones de un tribunal de Estados Unidos, lograron el pago del 100% de sus acreencias; acreencias que no se unieron a las renegociaciones de 2005 y 2010. A diferencia de lo que se piensa, Argentina sí realizó su último pago, pero este fue retenido, y no llegó a manos de a quienes debía (los renegociados).

Hace un tiempo leí que los economistas hablan de tres sistemas de mercado distintos: el de libre mercado, el de planificación central y Argentina. Esta frase da cuenta de la irresponsabilidad o peculiaridad fiscal del hermano país en los últimos años, que ya va en su segundo default en 13 años.

Creo que esta discusión se debe matizar. Si bien el negocio de los fondos es cuestionable y pone en default técnico, nuevamente los argentinos se olvidan del origen de esta deuda.

Argentina emitió bonos de ley y otros instrumentos antes del 2001, no los pagó y en distintas renegociaciones en los períodos 2005 y 2010, se ofreció pagar esos bonos con quitas de entre el 45% y el 75%. En palabras sencillas, Argentina emitió deuda, no pagó, renegoció pagando mucho menos de lo que debía, y si las personas naturales no querían renegociar debían demandar, esperar años en un largo y costoso litigio, donde claramente el país vecino usó su fuerte posición de Estado para negociar. Para ser más sencillos, Argentina le pidió prestado y no devolvió lo que debía.

El problema se origina en que todos quienes no renegociaron con la Casa Rosada fueron vendiendo sus títulos (para recuperar algo) a fondos, que los compraron barato, y que sí tenían la posición de asumir este costoso y largo proceso judicial contra el Estado trasandino. Estos fondos buitres, lograron lo que todos quisieron: que les pagaran lo comprometido.

Argentina pensó que nadie podría litigar en su contra de igual a igual y se equivocó. El punto es sencillo, el negocio buitre es éticamente cuestionable, pero igual de cuestionables fueron las renegociaciones que forzó Argentina y el no pago de la deuda en forma completa. No calificaremos ni pondremos adjetivos al comportamiento de Argentina, pero está claro que no actuaron bien, y hoy sólo están asumiendo las consecuencias.

Lo que se debe repensar es si está correcto tratar a un Estado como una empresa. Una entidad insolvente no es lo mismo que un Estado que no pagará sus pensiones, ni podrá invertir en infraestructura para revivir su economía.

Paola Cabezas,
Socia fundadora de BC Abogados.

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