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El olvidado galardón del gremio asegurador a los dueños de Penta y el emotivo discurso de Bombal

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Un alto ejecutivo del rubro asegurador mira hacia atrás y recuerda esa noche del 22 de abril de 2014 en CasaPiedra. “Un gran chascarro”, dice, volviendo en el tiempo, rememorando el momento en que los Carlos eran aplaudidos como estrellas, probablemente, uno de las últimos momentos en que ambos empresarios fueron reconocidos positivamente a nivel público.

Esa noche, la Asociación de Aseguradores de Chile (AACH) entregó el premio a la Contribución a la Industria Aseguradora 2014, el que habían instaurado el año anterior, ocasión en la que fue galardonada la familia Edwards, dueña justamente de CasaPiedra y de El Mercurio, y que hoy lidera Agustín Edwards Eastman.

Pero el 22 de abril le correspondió a otro grupo empresarial ser reconocido por sus pares. El premio recayó en Carlos Eugenio Lavín García-Huidobro y Carlos Alberto Délano Abbott, “por su trascendental contribución al crecimiento y consolidación de la industria del seguro en Chile”.

Para reconocerlos, el gerente general de la Asociación, Jorge Claude, pidió a Carlos Bombal –hoy en proceso de ser formalizado por el Ministerio Público por delitos tributarios, al igual que los galardonados– que les dirigiera unas palabras y el ex senador UDI no se guardó calificativos.

En su discurso aseguró que sus amigos, los Carlos, eran personas sencillas, que jamás improvisaban y que sólo delegaban lo delegable, además de actuar siempre con prudencia para no perjudicar los intereses de su clientes, actuando en todo momento con honor.

Sin interés en enriquecerse

Bombal no sólo afirma que a los controladores del grupo Penta nunca les ha movido el afán de enriquecerse, sino que termina afirmando que sus parejas, hoy también involucradas en el escándalo tributario, son su mejor seguro de vida.

En su relato afirma que Délano y Lavín han sido socios “en la lealtad y en la solidez de profundas convicciones que han dado vida y forma a un importante grupo de diferentes empresas, todas ellas marcadas por un signo muy único: la perseverancia, la productividad y la eficiencia, en un clima grato y sin sobresaltos”.

Bombal dice que “por Dios que se aprecia que existan en el medio empresarial personas sencillas y sin alardes, como ellos, que han sido capaces de llevar adelante, con mucha audacia, pero con prudencia, complejos e importantes negocios y proyectos de inversión,  siempre sobre la base de una confianza societaria ilimitada, basada en el respeto mutuo entre ambos, por encima de lo favorable o lo adverso de las circunstancias”.

Según el ex senador y hombre encargado de llevar adelante las gestiones ante el Servel para financiar campañas de políticos, los Carlos no buscan fundamentalmente el dinero. “Ellos cuentan con un gran patrimonio: el patrimonio de una vida intensa y fecunda, cuyo principal norte, no ha sido la acumulación de riqueza”, afirmando que desde el inicio de su vida laboral sufrieron “privaciones no menores y duros reveses”, que jamás les doblegaron en su “jovial” espíritu ni en su afán de realizar grandes sueños, aprendiendo desde entonces “a valorar las cosas no por lo que valen, sino por qué significan”.

El honor y Hugo Bravo

En esa línea, Bombal destaca esa noche que, en su opinión, el principal acierto de sus amigos fue siempre buscar transformar lo incierto en certeza pero responsablemente, “asumiendo riesgos con un profundo sentido de la responsabilidad, evitando exponerse y exponer imprudentemente a quienes han depositado en ellos su confianza, especialmente los que han sido sus clientes, a quienes siempre han procurado responderles con eficacia y con honor”.

El ex presidente de AFP Cuprum, antes de que la vendiera a Principal, acentuaba que Lavín y Délano disfrutaban del “gusto por hacer bien las cosas sin jamás agachar la cabeza” y estando siempre encima de sus negocios, “no dejando nada librado al azar o a la improvisación, conduciendo sus asuntos con paciente liderazgo, sabiendo delegar lo que es delegable, escogiendo con acierto a sus colaboradores de ayer y de hoy, hombres y mujeres con preparación de excelencia”.

Así, Bombal destaca entre esos nombres de excelencia al ex presidente de la Aach Fernando Cámbara y, más adelante, reconocerá la lealtad de Hugo Bravo.

En el recorrido de la vida de los Carlos, aprovecha de destacar las políticas económicas implementadas en Dictadura, aseverando que hasta que el gobierno de Pinochet comienza a hacer cambios a nivel económico el país estaba “sumido en una estructura económica precaria y poco desafiante”. “La visionaria conducción de las autoridades de la época, hizo que este país cambiara definitivamente, pasando de jugar en divisiones inferiores a jugar en las grandes ligas, hasta hoy”, sentenció, reconociendo el rol de los ex ministros de Pinochet, Jorge Cauas y Sergio de Castro.

Modestos, filántropos y generosos

Bombal no se guarda calificativos para sus empleadores en Penta, asegurando que antes que empresarios son soñadores y hombres de bien. “Estoy cierto que esta distinción, lejos de envanecerlos, ellos la recibirán con la modestia que acompaña a los hombres de bien, cuando creando, emprendiendo, arriesgando, luchando y acometiendo desafíos para dar vida a sus proyectos, lo hacen con el afán de sentirse realizados en su trabajo, generando oportunidades para que muchos progresen y se beneficien con el fruto de su talento”.

El dirigente UDI, que está incluido en la lista de personas que serán formalizadas el próximo 4 de marzo, asegura que los Carlos  tienen sus pies “muy puestos en la tierra” y que no sólo han dedicado tiempo a sus empresas sino a una labor de alto nivel académico “fundando una prestigiosa universidad, la Universidad del Desarrollo, hoy vinculada nada menos que a la universidad de Stanford”.

No sólo eso. Recuerda que Délano y Lavín siempre han estado interesados ”en la cosa pública” y que al mismo tiempo han tomado parte, con ingenio, “en diversas actividades filantrópicas y de bien público, que han conocido de su impronta creativa y de su generosidad”, aludiendo, entre otras actividades, a la presidencia de la Teletón que mantuvo por años, hasta hace algunos meses, Délano.

Bombal destaca el rol de las distintas empresas del grupo y también afirma que sus amigos siempre han ido por la vida con alegría y la cabeza en alto. “Con entusiasmo y de frente; con mucho sentido del humor; sin dobleces ni renuncios; con la mirada siempre atenta, vigilante y positiva; formando grandes equipos de colaboradores; procurando generar bienestar a su alrededor, en todo momento; gozando de lo sencillo, con la sencillez propia de aquel al que una posición de poder no le quita el sueño; yendo a la vida con pasión; atentos a las oportunidades para saber aprovecharlas; respetando a sus semejantes; respetando a sus competidores; queriendo entrañablemente a su país; compartiendo sus éxitos y sus aciertos, sin mezquindades ni pequeñeces”.

No olvida a Bravo. Y así recuerda que, cuando ambos empresarios eran empleados en Consorcio Nacional de Seguros, estaban “acompañados de Hugo Bravo, como gerente de administración y finanzas, un leal compañero de ruta, y de muchos profesionales brillantes, que sería largo enumerar”.

Este fuerte vínculo se terminó cuando Bravo revela ante la justicia un audio –cuya grabación fue oculta– de la reunión que sostuvo el 7 de septiembre de 2014 con Carlos Eugenio Lavín y su hijo. El quiebre terminó de sellarse el 5 y 6 de enero pasado, cuando Lavín y Délano lo acusaron de ser quien ideó todas las vías irregulares para financiar campañas políticas contra la presentación de facturas y boletas ideológicamente falsas, pero que les permitían reducir el pago de impuestos.

Las mujeres

El cierre de Bombal es íntimo, revelando su profundo conocimiento del ámbito familiar de los dueños de Penta, mismos que lo acompañarán en la primera semana de marzo en la formalización que les realizará el fiscal Carlos Gajardo. En sus palabras finales, Bombal alude a la presencia permanente de las parejas de ambos socios, Malú (María de la Luz Chadwick) y Verónica (Méndez), quienes acompañan, junto a sus hijos, a Lavín y Délano en la premiación.

“(Son) Dos amigos y dos socios, que han tenido la gran virtud de contar a su lado con dos mujeres excepcionales, Malú y verónica, y preciosas familias –aquí presentes– que han sido y seguirán siendo la razón primera y última de todos sus afanes, y el mejor seguro de sus vidas”, concluye Bombal, recordando el rol que han tenido ambas mujeres, cuyos nombres fueron utilizados por sus maridos para emitir boletas a empresas del grupo, con el objeto de simular servicios que nunca prestaron, pero que permiten reducir el monto que les correspondía pagar por impuesto a la renta.

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